Nuestro último verano en Escocia (What We Did on our Holiday) (2014)

Doug y Abi son dos padres normales que tienen tres hijos encantadores aunque muy excéntricos. Cuando el estrés de ser padres pone en peligro su estabilidad mental y su matrimonio, deciden realizar un viaje a Escocia con sus hijos. Allí participarán en una gran reunión familiar y se reencontrarán con Gordie, el increíblemente extravagante padre de Doug. Sin embargo, lo que prometían ser unas vacaciones para la reconciliación pronto se convierte en un campo de minas no exento de situaciones hilarantes en el que los rencores familiares, malentendidos y egos maltrechos conforman el orden del día. Cuando los niños precipitan un giro inesperado en los acontecimientos, la familia se ve obligada a aparcar sus diferencias y a colaborar, pues de lo contrario corren el riesgo de perder aquello que más aprecian.

¡Hola a tod@s! El calor del verano puede robarnos la energía hasta límites insospechados y, en ocasiones, lo único que queremos es estar al lado del aire acondicionado sin hacer absolutamente nada. Así que hoy para hacer más leve este espantoso bochorno os traigo una película dirigida por Guy Jenkin y Andy Hamilton cuyo nombre es Nuestro último verano en Escocia (What we did on our holiday).

Esta comedia británica la tenía en el radar desde el pasado mes de mayo, ya que es cuando se estrenó, y la semana pasada por fin pude verla. Si tuviese que describir esta historia diría que es fresca, divertida, emotiva, encantadora y con un punto de comedia negra que hacen de ella un largometraje perfecto. Nuestro último verano en Escocia no aspira a ser una obra maestra, ni mucho menos. Su principal objetivo es que el espectador conecte con la historia y sus personajes para que puedas disfrutar con ellos de sus aventuras y desventuras y os confirmo que cumple con su propósito sin ningún tipo de problema.

Como habéis podido ver al principio de la entrada la película se centra en Doug (David Tennant) y Abi (Rosamund Pike) un matrimonio en proceso de separación que decide acudir juntos al cumpleaños del padre de Doug (Billy Connolly) para evitar que se sepa la verdad de su delicada situación matrimonial. Para que su mentira funcione necesitan la complicidad de sus tres hijos pequeños, pero todos sabemos que muchas veces los niños son personitas imprevisibles y puede suceder de todo… ¿o en este caso será una excepción? Si a esto le sumamos que el resto de la familia es un pelín bastante excéntrica pues ya podéis sospechar que las risas están aseguradas.

El film está repleto de momentos entrañables y divertidos (algunos con un poquito de mala leche) y todo es gracias a los tres pequeños protagonistas de la película. Por primera vez los niños de esta historia no son nada repelentes y no te dan ganas de darle al stop, al contrario. Estos tres jovencísimos intérpretes te arrancan una gran sonrisa y alguna que otra carcajada con las ocurrencias y la espontaneidad propias de la inocencia. En especial, yo me he enamorado de la benjamina de la familia, ¡es una niña monísima! A pesar de contar con grandes actores de la escena británica hay que reconocer que todo el peso de la película recae en los hijos de Doug y Abi convirtiéndolos, de esta manera, en los verdaderos protagonistas del film. Una cosa que me ha resultado muy curiosa es que los personajes adultos se ponen a la altura de los más pequeños y llega un punto en que no sabes quienes son los niños. En este caso, la versión adulta está capitaneada por Rosamund Pike, David Tennant, Billy Connolly y Ben Miller, entre otros. Estos intérpretes cumplen con sus roles, pero quedan totalmente eclipsados por los niños aunque Connolly y Miller tienen sus momentos, en especial el último debido a su actitud de señorito que contrasta con la de su padre (Billy Connolly).

En resumen, Nuestro último verano en Escocia resulta ser una agradable sorpresa ya que es una película que se disfruta de principio a fin y cuando llegas al final te deja con una sonrisa en la boca. Hay momentos entrañables y otros verdaderamente cómicos en el que se te escapará alguna que otra carcajada. Lo que más me ha gustado de esta película es que no recurre de una manera constante a esos momentos bastante azucarados que se pueden ver en muchas comedias en las que hay niños y familias de por medio. Es verdad que puede haber un momentito o dos, pero quedan eclipsados por el tono que se ha ofrecido a lo largo de la película.

En serio, si queréis pasar una tarde de verano amena os recomiendo esta sencilla, pero a la vez fantástica película cuyo objetivo es que el espectador se olvide de los problemas durante una hora y media a través de personajes y situaciones un tanto hilarantes que a su vez están combinadas con momentos emotivos. Una auténtica delicia.

¡Nos vemos en unos días!

8/10