Blue Valentine: ¿Existe el amor de cuento de hadas?

¡Hola a tod@s y feliz año! Esta vez quiero inaugurar el 2013 con una entrada dedicada  a una gran película: Blue Valentine. Hace dos años que vi esta película pero el otro día, mientras ojeaba una revista de cine, leí que tienen previsto estrenarla en nuestros cines el próximo 4 de enero. No me lo podía creer. Ya sabía que esta clase de largometrajes no suelen ser puntuales en sus estrenos pero no tanto. Entonces, ¿por qué este retraso? Blue Valentine es una película made in USA e INDEPENDIENTE y por esta razón, se puede explicar su retraso a nuestras pantallas. Las películas indies no suelen ser sinónimo de dinero y éxito comercial (y por eso su escasa presencia en la cartelera) pero sí de calidad. Mucha gente no descubre estas historias porque no tienen el mismo tirón que otras películas más comerciales como Los Vengadores, The Dark Knight Rises (ver crítica en el mes de julio) o la saga Crepúsculo entre otras. Y no saben lo que se pierden. Siempre me han gustado las películas indies. Unas son buenas y otras no, para que nos vamos a engañar, pero siempre se nota el gran trabajo de todo el equipo para sacar adelante esa historia. Se ve el esfuerzo y la ilusión con la que han  trabajado y eso me gusta ya que la película puede ser buena o mala pero estas personas creen en ella. Pues bien, Blue Valentine reúne estos requisitos. Con un guión que estuvo esperando en un cajón durante más de diez años, finalmente, vio la luz de la mano del director Derek Cianfrance y con dos de los actores más prometedores del panorama cinematográfico actual: Ryan Gosling (Drive, Half Nelson) y Michelle Williams (Brokeback Mountain, My week with Marilyn)

Blue Valentine nos cuenta que podría pasar después de esos finales tan bonitos que vemos en una película romántica en la que la pareja protagonista por fin consigue estar junta y después de un romántico beso con una banda sonora preciosa de fondo aparecen las palabras “The End”. Pues bien, ¿os preguntáis como es la vida de Cenicienta y su príncipe azul después de ese final de cuento de hadas? ¿Qué hubiese pasado si Jack no hubiese muerto tras el hundimiento del Titanic? ¿Su vida con Rose sería perfecta? Tal vez sí, tal vez no. Para muchos, Revolutionary Road (película en la que aparecen nuevamente juntos DiCaprio y Winslet) es la segunda parte de Titanic. Todos estos finales tan románticos dan paso a nuestra imaginación y muchos de nosotros los idealizamos. Entre esas personas me encuentro yo. Pues bien, se podría decir que Blue Valentine parte desde aquí. Desde el final de la película y las palabras “The End” y nos muestra la continuidad de la historia de amor de los dos protagonistas.

La historia que firma y dirige Cianfrance nos cuenta el deterioro del matrimonio formado por Cindy (Williams) y Dean (Gosling). Para que la gente entienda el fracaso de esta historia de amor, el director nos sitúa no solamente en el presente sino también en el pasado, gracias a una serie de flashbacks, que se van entrelazando con la historia actual para ver ese contraste de vitalidad e ilusión del comienzo de su historia de amor y, seguidamente, compararla con el desgaste y la tensión de la del presente. Yo creo que esta película es como una autopsia. Es decir, el director va diseccionando todos los puntos de la historia con mucho cuidado para descubrir las causas de la muerte del amor entre esta pareja. Busca los motivos para escribir el informe final de este romance fallido. Lo hace de una manera sutil y con tacto pero también con un gran realismo. Creo que una de las grandes virtudes de este film es que está rodado con una gran cotidianidad. No estás viendo una película. Estás viendo el día a día de una pareja que ya no se quiere y mucha gente se puede sentir identificada con ellos. El director no usa artimañas lacrimógenas o una banda sonora emotiva para hacer de esta película el drama del siglo y sacar la vena sensible del espectador. No. No hace falta. Todo está en el gran guión que da vida a este film. Blue Valentine es una película que debido a su realismo y crudeza te golpea y te deja bastante tocad@ cuando llegas al final. Te hace reflexionar y ver lo qué es la vida. Te hace ver que, en ocasiones, el amor no tiene ese final feliz que se ve en las películas y que no tiene por qué existir. No todos vivieron felices y comieron perdices. Esto es la vida real. Y Blue Valentine es la vida real.

Por otro lado, las interpretaciones son de sobresaliente. Ryan Gosling está estupendo en la piel de Dean, el marido que intenta hacer todo lo que está en su mano para salvar su matrimonio y por otro lado, tenemos a una fantástica Michelle Williams en la piel de Cindy, la esposa que ve que su matrimonio está acabado y no quiere más a su marido. Ryan Gosling es uno de mis actores favoritos (le descubrí en The Notebook  y The Believer) y en esta película está espectacular pero Michelle Williams se merece una mención aparte. Se podría decir que crecí con esta actriz gracias a la serie Dawson’s Creek y la sigo desde entonces. He podido seguir su evolución y me alegra ver que se está convirtiendo en una de las grandes actrices del cine. A paso lento pero seguro. No le hace falta participar en grandes producciones para hacerse notar y, a día de hoy, ya cuenta con tres nominaciones a los premios Oscar y creo que habrá más. Williams está soberbia y duele ver como su personaje ya no quiere a su marido. Incluso, es cómo, y ya sé que es muy fuerte, le asqueara tenerlo a su lado. No quiere que la toque, no quiere que la bese. Él la quiere retener a su lado pero ella no puede más con esta situación. Por eso, os aviso que estéis atentos a la escena final de la película. Esto sí que son actores y lo demás son tonterías. Williams consiguió una nominación al Oscar por su interpretación en esta película y me dolió ver como Gosling fue completamente ignorado. Estaba en todas las quinielas e incluso obtuvo una nominación a los Globos de Oro, al igual que Williams, pero la nominación al Oscar se le resistió. Para mí fue una sorpresa y no me gustó nada. La película, que también fue nominada a los Globos de Oro, fue descartada para los premios de la Academia, al igual que su director.

Para la gente que no ha visto Blue Valentine, si os gusta el buen cine os recomiendo encarecidamente que la veáis. Una gran historia con grandes interpretaciones. En mi opinión, es una de las mejores películas que he visto. Incluso uno de los mejores filmes de esta última década. El cine indie tiene grandes joyas que no han sido descubiertas por el gran público y ésta es una de ellas. No os esperéis un gran espectáculo. Es una película muy íntima y realista que te muestre la parte que la gente no quiere ver de una historia de amor. Sí, porque aunque no lo parezca, estamos ante una historia de amor. Y de las buenas. Los románticos, como yo, saldrán noqueados y los que no creen en el amor eterno saldrán también noqueados pero reafirmados. Pero todos ellos habrán visto una gran película. De verdad, no os podéis perder esta poderosa y contundente historia que se quedará con vosotros durante unos días. Yo la vi hace dos años y todavía pienso en ella. Imprescindible para cualquier cinéfil@. Si la habéis visto, ¡espero vuestros mensajes en el blog! Y si no, también ;)

Por otro lado, si queréis ver una de las películas del cine independiente por excelencia, os recomiendo la siempre perturbadora, Las vírgenes suicidas (me encanta que la canción I’m not in love del grupo 10cc forme parte de la banda sonora, ¡es una de mis favoritas!) Pero si queréis ver una historia indie mucho más amable, adorable, divertida y con una tierna historia de amor os recomiendo Algo en común (Garden State) con Zach Braff y (una adorable, graciosa y algo mentirosilla) Natalie Portman. Una buena medicina después de haber visto Blue Valentine. Te dejará con una sonrisa de oreja a oreja.

¡Hasta la próxim@!

10/10