El adiós a una de mis librerías favoritas: Happy Books - La Formiga d'Or





¡Hola a tod@s! La entrada de hoy no estaba prevista, pero ayer ocurrió algo que me dejó muy entristecida y necesitaba incluirlo en mi blog.

Ayer decidí pasar un día con mi madre y mi hermana en Barcelona capital para pasar “un día de chicas”. Estuvimos parte del mediodía y de la tarde recorriendo las calles de Barcelona, unas calles que son unas viejas conocidas para nosotras, pero había algo diferente. Cuando nos adentramos en el Portal de l’Àngel mi mente ya había empezado a planear una buena idea para convencer a mi hermana y a mi madre para entrar en una de mis librerías favoritas e imprescindibles de Barcelona: Happy Books – La Formiga d’Or. Justo cuando estaba a punto de abrir la boca para decirles (o más bien rogarles) si podíamos entrar en la librería para echarle un vistazo me di cuenta de que ésta ya no estaba. En su lugar, había un grupo de trabajadores tirando todo lo que había dentro del edificio y como resultado, ya no quedaba nada de lo que yo recordaba. Me quedé blanca, muda y vacía. No me lo podía creer. “¿Adónde iré ahora?” Esta es la pregunta que me hice una y mil veces cuando vi lo que estaba sucediendo. A muchos les parecerá una tontería pero fue como si una parte de mí ya no existiera. Me dolió mucho ver su estado actual (por lo que he podido leer está previsto que se convierta en una ampliación de la tienda Mango) pero lo que más me dolió fue ver que las letras que anunciaban el nombre de la librería habían sido arrancadas.

Nada más llegar a casa me puse a investigar y descubrí que Happy Books – La Formiga d’Or cerró sus puertas el pasado mes de mayo debido a la crisis en el sector del libro. Esta librería era una de las más antiguas de Barcelona al contar con más de 100 años de historia a sus espaldas, pero parece que la crisis ha podido con ella. Me da mucha pena ver que la crisis y el éxito cada vez más mayor del libro electrónico propicien el cierre de estos lugares. Porque… ¿es posible un mundo sin librerías? Ya sé que a simple vista muchos pensaréis que esto es una exageración, pero me da miedo pensar que a largo plazo esto se pueda convertir en una realidad. Ya sé que hoy en día es muy cómodo comprar libros por internet, yo misma lo he hecho para la universidad ya que los libros que me pedían solían ser muy específicos y en las librerías no los solían traer. Sin embargo, cuando tengo que buscar libros que realmente quiero, libros que escojo por elección propia, me gusta ir a una librería y rodearme de todos ellos. Me gusta sentir el olor a libro nuevo (o viejo), tocar sus páginas, echarle un ojo a algunos fragmentos y finalmente, irme a casa con la bolsa que contiene el libro que quería y un par más que sin tenerlo planeado han decidido venirse conmigo.


Desde mi propia experiencia, una librería es un lugar muy especial, para mí es una segunda casa, donde me gusta perderme durante unos minutos y desconectar del estrés y de los problemas. Por ejemplo, cuando voy a mi librería favorita me gusta intercambiar algunas palabras con los dueños, son viejos conocidos ya que me conocen desde que era una niña, y cotillear todas las novedades (y no tan novedades) literarias. Si pedimos un libro por la red todo es automático y muy frío. No hay emoción por ningún lado.  Sin embargo, las librerías son lugares que tienen un encanto y un romanticismo muy especiales que puede llegar a ser nostálgico si poco a poco van desapareciendo. 


Mi entrada de hoy la he escrito para poder transmitir lo que me ocurrió ayer cuando vi que una de mis librerías había dejado de existir. Me enfadé por su triste final y me sentí muy vacía. Ahora ya no tengo muchas excusas para pasar por el Portal de l’Àngel. La última vez que estuve allí fue el pasado Sant Jordi (si queréis leer dichas entradas haced click aquí y aquí y los libros que aparecen en las fotos pertenecen a Happy Books – La Formiga d’Or) y recuerdo que cuando salí de la librería cargada de libros pensé en volver el año que viene para volver a repetir mi hazaña. Ya no podrá ser.


Ojalá no hubiese escrito esta entrada. Todos nosotros estamos acostumbrados a tener una librería en nuestro pueblo o en nuestra ciudad y espero que finalmente no terminen siendo lo que muchos de sus libros contienen en su interior: un simple sueño, una simple ficción.

Nos vemos en unos días...



Comentarios

  1. Entiendo esa sensación perfectamente, como bien dices te quedas vacío y desamparado.

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    1. ¡Hola, Chechu!

      Vaya, veo que no soy la única que tiene esta sensación...

      ¡Un saludo!

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  2. Hola.

    Pues sí es una pena, desde luego, ver que tu librería favorita se esfuma de la noche a la mañana como si no hubiera existido para ser sustituida por una tienda de ropa. Coincido contigo: el libro electrónico es una amenaza más seria de lo que parece para con el libro tradicional de toda la vida. Siempre me ha parecido curioso comprobar que, cuando hablo con personas (y son muchas) aficionadas al electrónico los adquieren de tres en tres o de cinco en cinco, reconociendo que los dejan almacenados en la memoria del Ipad hasta que se acuerdan de ellos. Como bien dices, esa sensación de coger un libro, pasar las páginas, olerlo (esto suena friki pero a los que nos encantan los libros de siempre saben a qué me refiero) no tiene comparación. Esperemos que los tiempos cambien y las cosas vuelvan a ser lo que eran.

    Ánimo y un saludo.

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    1. ¡Hola, Israel!

      Coincido en todo lo que has dicho. Esperemos que la cosa cambie, pero el panorama se presenta bastante negro...

      ¡Saludos para ti también!

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  3. Me fastidia que se cierren librerías. Me da mucha pena cuando esto pasa. En fin, que sigamos, leyendo a pesar de todo. Besos.

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    1. ¡Hola!

      A mi también me da mucha pena. Espero que todo se solucione poco a poco.

      ¡Besos para ti también!

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  4. Hola!
    Vi que habían cerrado hará un par de semanas cuando pasé por delante. Aunque no me gustaba mucho esa librería, me dio penica que hubiera cerrado. Me gustaba dar una vuelta de vez en cuando, a veces encontrabas cosas curiosas. Me supo más mal cuando cerraron la que había en la calle Pelai. Cada vez van quedando sólo las cadenas y franquicias. ¡Qué poco encanto tienen y qué poco me gustan!
    ¡Besos!

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    1. ¡Hola, Raquel!

      Siempre que iba a Bcn me gustaba pasarme por allí a ver qué podía encontrar, era como una tradición :) La verdad es que tienes toda la razón con respecto a las cadenas y franquicias. Parece que todas son iguales y carecen de personalidad propia...

      ¡Besos para ti también!

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  5. Te entiendo, yo también necesito ir a una librería y estar rodeado de libros, y leer un libro electrónico no es lo mismo.

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    1. ¡Hola, Ismael!

      Por los comentarios que estoy leyendo parece que todos nos lamentamos por lo que está ocurriendo con las librerías. En ocasiones, he leído algún libro electrónico (sobre todo obras de teatro para la universidad), pero no es lo mismo ya que no consigo meterme en la historia y no disfruto con su lectura.

      ¡Gracias por pasarte!

      ¡Saludos!

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  6. Conozco a una ex-trabajadora ya de Happy Books que casi considera una bendición que cerraran y poder cobrar el paro. Que llevaban muchos meses de cobrar el sueldo con un gran retraso. No es sólo la crisis del sector, sino un modelo de negocio que es insostenible estos días, y muy mala gestión. Me temo que no era un lugar tan idílico, siento ser un grinch en este caso. ¡Un abrazo!

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    1. ¡Hola, Jen!

      jajaja no te preocupes por lo de "ser un grinch" xD Yo también he oído cosas y sé que todo influye. Más que nada lo que me sabe mal es que las que pagan el precio son las librerías y eso hace que nos quedemos sin ellas.

      ¡Muchas gracias por pasarte!

      ¡Un abrazo para ti también!

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  7. Hola, te he nominado a hacer un Liebster Award, la información en http://porqueamamosloslibros.blogspot.com.es/

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  8. Me ha encantado el artículo. En mi pueblo también cerraron la única librería hace poco. Aparte de que pueda haber mala gestión o no, como señala algún comentario, es cierto que las librerías está en el ojo del huracán. Se abate sobre ellas la tormenta perfecta: un país donde (comparativamente con otros de Europa) se lee poco, la irrupción del negocio online y el libro eléctronico (y la piratería, o sea, libros gratis, que va aparejada) y la crisis económica, de la que no salimos y una clase media muy tocada, además de miles de jóvenes formados, potenciales lectores que emigran al extranjero.

    En fin, creo que con las librerías pasará como con las tiendas de discos. A pesar de irreductibles como nosotros. Por eso veo de mucho valor los blogs literarios, me parecen auténticos diques de contención. Desde que tengo el mío y frecuento otros, compro más libros y me intereso por títulos que ni soñaba. Hay que impulsar el hábito de leer y todos los que amamos los libros tenemos que concienciarnos de que la piratería puede acabar con ellos, los libros gratis están en las bibliotecas o se pueden intercambiar, hacer bookcrossing, qué se yo, hay mil opciones. Pero no la descarga ilegal.

    Bueno, perdona todo el rollo. Me ha llegado el tema.
    Te sigo a partir de ahora.
    Saludos!!

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  9. Me ha encantado el artículo. En mi pueblo también cerraron la única librería hace poco. Aparte de que pueda haber mala gestión o no, como señala algún comentario, es cierto que las librerías está en el ojo del huracán. Se abate sobre ellas la tormenta perfecta: un país donde (comparativamente con otros de Europa) se lee poco, la irrupción del negocio online y el libro eléctronico (y la piratería, o sea, libros gratis, que va aparejada) y la crisis económica, de la que no salimos y una clase media muy tocada, además de miles de jóvenes formados, potenciales lectores que emigran al extranjero.

    En fin, creo que con las librerías pasará como con las tiendas de discos. A pesar de irreductibles como nosotros. Por eso veo de mucho valor los blogs literarios, me parecen auténticos diques de contención. Desde que tengo el mío y frecuento otros, compro más libros y me intereso por títulos que ni soñaba. Hay que impulsar el hábito de leer y todos los que amamos los libros tenemos que concienciarnos de que la piratería puede acabar con ellos, los libros gratis están en las bibliotecas o se pueden intercambiar, hacer bookcrossing, qué se yo, hay mil opciones. Pero no la descarga ilegal.

    Bueno, perdona todo el rollo. Me ha llegado el tema.
    Te sigo a partir de ahora.
    Saludos!!

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    1. ¡Hola, Gerardo!

      No te disculpes por nada, al contrario, me ha encantado tu comentario :)

      Ahora mismo las librerías son el rival más débil y como tú bien dices son el objetivo número uno. También lo comparo con la música y las películas. Ahora ya todo se basa en descargas legales e ilegales. La gente ya no va a comprar un CD o un DVD. Por este motivo, la única tienda de música que había en mi pueblo cerró hace de poco después de estar toda la vida ahí. Por otro lado, hace unos meses abrieron una tienda de películas (a muy bien precio) que me encanta. Lo malo es que, como puedes suponer, casi siempre está desierta.

      A mi también me encantan los blogs literarios y gracias a ellos he descubierto títulos que ni siquiera sabía que existían y que han supuesto una gran sorpresa para mi :)

      Pero volviendo al tema principal espero que todo esto sea una crisis y que al final podamos ver un poquito de luz al final del túnel.

      ¡Muchas gracias por pasarte y por tu fantástico comentario! Ahora me paso por tu blog :)

      Saludos!!

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  10. Hola, Laura

    ¡Qué pena! En la fotos se ve una librería estupenda, llena de magia. Donde yo vivo siguen estando las mismas de siempre, sin embargo, no ha abierto ninguna nueva, ¿es curioso no? Yo, compro de todo, libros electrónicos y en papel, también voy mucho a la biblioteca.
    Lo que sí que están haciendo las librerías de aquí es traer de ven en cuando a algún escritor para firmar ejemplares y también, los viernes o sábados llevan a cuenta cuentos para los niños y dinamizar un poco el negocio. Ya veremos a ver qué tal les va.

    Un gran abrazo

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    1. ¡Hola, Mari Carmen!

      A ver qué tal va la cosa porque el otro día por la tele se quejaban de que muchas librerías de toda la vida estaban cerrando y eso es algo que no tendría que suceder. En las de mi pueblo no llevan a escritores y los cuenta cuentos se pueden encontrar en la biblioteca. Leo poco en libro electrónico y lo hago cuando veo que hay libros imposibles de conseguir y, bueno, en la biblioteca me tienen muy vista jejeje

      ¡Un beso y un abrazo muy grandes!

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  11. Happy books se fué de Madrid hace varios años,muy triste , la pequeña librería que tenían en la calle Goya era una parada obligatoria en su momento...y ahora también han cerrado la Books-Center de la calle Princesa, el cerco se estrecha y los últimos románticos, los no milennials y los que somos de otra época y a mucha honra, lo tenemos cada vez más dificil, nuestras ciudades se están convirtiendo en parques temáticos para turistas ( que no viajeros) donde sólo hay franquicias rentables sin personalidad que hacen rentables los caros alquileres con sus IVAS incluidos, cada vez que cuesta más acercarme al centro de Madrid a practicar una de mis aficiones favoritas: "pasear" y disfrutar, al regresar se confirma el desastre y parece que no hay remedio. El tiempo perdido es una flor blanca de orquídea en mi solapa que mis pensamientos acarician mientras sonrío.
    Más libros, más libres.

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    1. ¡Hola!

      Me entristece saber que las librerías de otras ciudades están corriendo la misma suerte que la Happy Books de Barcelona.

      Yo entro dentro de la generación conocida como milennials, pero siempre me he considerado una persona de otra época, muy melancólica y para mí las librerías son un lugar romántico perfecto para perderte durante unos minutos (u horas). La literatura es algo fundamental, pero parece que hay otros intereses que no quieren potenciarla y es una verdadera pena. Esperemos que las librerías sigan dando guerra durante mucho tiempo.

      ¡Muchas gracias por tu comentario!

      ¡Un abrazo!

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  12. Hola Laura, he encontrado por casualidad tu blog, cuando intentaba encontrar qué había pasado con Happy Books. Ver cómo convertían la librería de Princesa en otra tienda de ropa me ha roto el corazón. Me gusta mucho el libro electrónico, pero cada vez estoy más convencida que no sustituirá jamás al papel. Tanto mi marido como yo, tras varios ebook, acabamos añorando el tacto, el olor, la sensación de un libro físico. Y creo que se siente igual la inmensa mayoría, el problema es que los millennials no leen nada que no provenga de internet. Eso, y no otra cosa, llevará a esta sociedad a una distopía de la que solo nos salvarán los extraterrestres , los zombies o una explosión solar.

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    1. ¡Hola!

      Como he dicho en el anterior comentario (y prácticamente en todos) es una pena lo que está ocurriendo con las librerías. Actualmente, todo está dominado por la tecnología y las librerías son un lugar perfecto para los más nostálgicos y románticos y es una pena ver como van desapareciendo. Es como si ya no tuvieran lugar en la sociedad y eso me entristece mucho. Habrá que buscar una solución porque no podemos permitir que desaparezcan.

      ¡Muchas gracias por pasarte!

      ¡Un abrazo!

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