Conferencia: Por qué funciona Jane Austen (Parte I)

¡Hola, chic@s! Hoy he asistido a la charla mensual dedicada a Jane Austen y ha sido genial. Me ha encantado por la manera en la que ha sido expuesta y por el contenido presentado ya que ha sido muy completa. La conferencia del mes de mayo se ha titulado Por qué funciona Jane Austen y Entender a la verdadera Jane Austen y se han encargado de ella Elena Truan y Miguel Ángel Jordán, la presidenta y el vicepresidente de la Jane Austen Society España. La charla ha tenido dos partes: la primera ha estado presentada por Elena y en ella nos ha hablado de por qué Jane Austen sigue funcionando doscientos años después y finalmente, Miguel Ángel ha cogido las riendas de la conferencia para hablarnos de las claves que definen a Austen. Como os he dicho ha sido una charla muy completa, con mucha información, y por este motivo la entrada de hoy la voy a dividir en dos partes: hoy os redactaré cómo ha sido la exposición de Elena y la próxima semana haré lo mismo con la de Miguel Ángel Jordán. ¡Empezamos!

Elena ha sido la encargada de mostrarnos por qué las novelas de Jane Austen han conseguido ir más allá de su contexto histórico y social y funcionar en pleno siglo XXI ya que muchos lectores se sienten identificados con sus personajes.

Durante muchos años, Austen ha sido calificada como una escritora conservadora que escribía “novelas de modales” para jovencitas y se tardó mucho en ver que esta imagen no le hacía justicia y no la representaba en absoluto. La autora de novelas como Orgullo y Prejuicio y Persuasión no se corresponde con esta imagen de mujer dócil que algunos han intentado atribuirle ya que nuestra querida Jane era mucho más que eso. Las novelas de Jane Austen son mucho más que el matrimonio. Son un estudio de la naturaleza humana y estos aspectos los mostró a través del sarcasmo y una fina ironía. Sus novelas no siguen el patriarcado y han sobrevivido al feminismo. Hoy en día sus historias son tan populares porque las situaciones que viven sus personajes, aunque cueste creerlo, también las vivimos nosotros y un ejemplo bien claro es la serie web The Lizzie Bennet Diaries, que traslada Orgullo y Prejuicio a la actualidad con notable éxito. 

Para que los que estábamos allí entendiéramos cómo Austen se ha convertido en una autora atemporal, Elena ha dividido su charla en cuatro puntos que os resumo a continuación.

PRESIÓN PARENTAL

Para hablar de este tema, Elena ha usado como ejemplo a la señora Bennet, de Orgullo y Prejuicio. La madre de Lizzie es presentada como una caricatura y su mayor preocupación es que sus cinco hijas contraigan matrimonio ya que si no lo consigue pueden quedarse literalmente en la calle porque las mujeres sin un hombre no podían poseer nada y sus vidas, si no pasaban por el altar, podían ser muy complicadas. Por lo tanto, podemos ver la tragedia que la autora nos presenta y el lado oscuro que ésta tiene. Jane Austen siempre se ha caracterizado por contar sus historias con humor y sarcasmo. En todo momento evita ser tremendista y oscura, pero eso no significa que se tome a la ligera la situación de la mujer en aquella época, al contrario. Sin embargo, para no perder el juego creado para sus historias denunciaba las dificultades por las que pasaban las mujeres a través de esa ironía y ese sarcasmo tan característicos y por eso muchas veces no somos conscientes de lo seria que es la situación. Las mujeres sentían la presión social y parental en todo momento ya que tenían que casarse si querían llevar una vida digna. Tenían que dar lo que se esperaba de ellas y en este caso, la señora Bennet intenta por todos los medios que sus hijas cumplan con las normas para evitarles el sufrimiento que les espera si éstas no lo hacen. En otras palabras, debían ser mujeres casadas para tener una estabilidad en todos los sentidos y aunque la señora Bennet nos dé más de un quebradero de cabeza, siempre busca el bien para sus hijas.

En pleno siglo XXI, la mujer ya no necesita a un hombre para tener una estabilidad sin embargo, si cuando se llega a una cierta edad una mujer no está casada o no es madre la sociedad se hace muchas preguntas y de alguna manera nos sentimos presionadas ya que “no estamos haciendo” lo que el resto de personas creen que es lo correcto. Por lo tanto, actualmente la presión hacia la mujer todavía existe.

PRIMERAS IMPRESIONES

Tanto Jane como Elizabeth Bennet son dos hermanas que se basan en las primeras impresiones a la hora de juzgar a los demás y por este motivo se han llevado más de una decepción. Por un lado, Jane es una mujer que siempre ve el lado bueno de las personas, muchas veces en exceso, pero en el caso de Lizzie es más bien todo lo contrario. La protagonista de Orgullo y Prejuicio se caracteriza por tener impresiones negativas, lo contrario que Jane, por lo tanto, son dos polos opuestos que deben encontrar un equilibrio.

Los prejuicios que tiene Lizzie le juegan más de una mala pasada y ésta finalmente se ve obligada a reconocer sus errores y rectificar. Su actitud y su decisión de corregir sus fallos es algo que pasa hoy en día y muchos de nosotros en algún momento hemos tenido que actuar como ella.

LA CONSTRUCCIÓN DE UNA RELACIÓN

En las novelas de Austen vemos cómo algunos personajes se conocen, se gustan y ya concretan su boda. Sin embargo, la escritora defiende que una relación se debe construir y este punto lo aplica a todas sus heroínas. Para Austen es muy importante el tiempo para que la pareja se conozca en profundidad y las heroínas de sus novelas, en algún momento de la historia, sufren un desengaño que hará que se replanteen las cosas. Por otro lado, también es muy importante la casa, el ambiente en el que se mueve la otra parte de la pareja, ya que es un símbolo del lugar que ocupa en la sociedad y gracias a su entorno se pueden descubrir muchas cosas de la persona en cuestión. En el caso de Orgullo y Prejuicio, Lizzie queda encantada cuando visita Pemberley, la casa del señor Darcy, ya que descubre lo respetado y querido que es por las personas que viven allí.

BÚSQUEDA INDIVIDUAL

Las protagonistas de las novelas de Austen muchas veces no siguen el patrón que dicta la sociedad y ella defiende las decisiones de sus heroínas ya que para la escritora es muy importante la libertad individual y ser fiel a una misma. Como he dicho anteriormente, sus decisiones pueden tener consecuencias ya que la presión de la sociedad puede ser letal, pero su atrevimiento a desafiar las normas las ayudan a crecer de manera independiente y encontrar su propia voz.

Lydia Bennet, un personaje que no despierta muchas simpatías entre los lectores y que desde mi punto de vista está bastante infravalorado, es un claro ejemplo de mujer que desafía las reglas impuestas por la sociedad y hace lo que realmente quiere, aunque luego los resultados que ella había imaginado no sean los esperados.

Con este último punto Elena da por finalizada su charla, pero antes de despedirse nos vuelve a confirmar que los libros de Jane Austen se centran en la naturaleza humana y puede que a lo largo de los años las cosas vayan cambiando, pero las relaciones humanas no lo hacen y por eso nos sentimos identificados con sus historias. Por lo tanto, se podría decir que Jane Austen, doscientos años después, sigue siendo traducible a nuestra época porque nos reconocemos en sus personajes y las situaciones que tienen que vivir.

Lo he dicho unas líneas más arriba pero lo vuelvo a repetir: ha sido una conferencia maravillosa. He salido muy contenta y voy a guardar un gran recuerdo de ella. La próxima semana colgaré la entrada dedicada a la charla de Miguel Ángel Roldán.

¡Hasta la próxima!

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