Especial Halloween: Drácula, de Bram Stoker




¡Hola, chic@s! Hoy, en el ciclo especial de Halloween, os traigo una novela considerada para muchos como uno de los pilares de la literatura de terror: Drácula, de Bram Stoker. El vampiro es una figura universal que todos conocemos. El cine y la literatura se han encargado durante décadas de mostrarnos a este misterioso y aterrador personaje, pero durante los últimos años hemos visto cómo estos dos medios le han hecho un flaco favor al robarle toda su esencia. Ya no estamos ante una figura a la que deberíamos temer, al contrario, se le ha humanizado de tal manera, que actualmente justificamos sus actos, sin nombrar la adjudicación de un gran atractivo físico y la etiqueta de héroe romántico torturado que despierta en nosotros una gran empatía y atracción. Hoy en día, no huimos del vampiro, lo que queremos es tenerlo pegado a nuestro cuello. Y cuanto más cerca esté mejor.

Como podréis pensar esta nueva interpretación del mito del vampiro no me gusta mucho ya que una figura perteneciente al mundo del terror debe causar miedo y desasosiego y no mostrar ni una pizca de humanidad. Si reunimos estos tres puntos entonces tenemos a un oscuro depredador, la maldad en estado puro, y esto es lo que me he encontrado mientras leía esta novela.


Bram Stoker

Stoker nos traslada a la Inglaterra del siglo XIX para que conozcamos a una serie de personajes que intentarán dar caza a Drácula, un peligroso vampiro que les acechará desde las sombras y que irá destruyendo poco a poco el mundo que les rodea. Esta novela está narrada a través de cartas y diarios que están protagonizados por los diferentes personajes de la novela y esta narración epistolar me ha gustado mucho ya que cada personaje nos lleva a un escenario y una trama diferentes haciendo que la narración no se haga pesada o monótona en ningún momento. Curiosamente, leí varios comentarios que aseguraban que Drácula era una novela bastante densa y que la parte más anodina era la que estaba narrada por Mina y Lucy, sin embargo a mí me produjo el efecto contrario. Las cartas y los diarios narrados por estas dos mujeres transmiten al lector lo que yo llamo el síndrome de (la película) Tiburón: crear miedo y angustia sin mostrar al monstruo en cuestión, pero su invisible presencia es una amenaza constante. Todos los seres humanos tenemos miedo a lo desconocido y Stoker juega muy bien a este juego. Los efectos producidos por el vampiro en la joven y dulce Lucy son aterradores y Stoker lo narra de una manera tan detallada, que la narración se torna muy visual y la historia cobra vida con una gran facilidad. A través de sus palabras accedemos a un mundo oscuro y macabro en el que todo el mundo está en peligro y esa tensión se traslada al lector ya que desconoces cuando va a aparecer Drácula y no bajas la guardia porque quieres estar preparado ante una posible aparición.

Otro de los puntos que me han gustado mucho son los personajes que se nos presentan ya que me han parecido fascinantes, en especial Van Helsing y el doctor Seward (su trama con Renfield es una maravilla), porque no solamente van tras el vampiro sino que también cada uno de ellos arrastra su propia historia o tragedia y esto les da más profundidad. Por otro lado, Drácula me ha demostrado que la película que dirigió Francis Ford Coppola basándose en esta novela es muy diferente en cuanto al vampiro se refiere porque en el film el conde Drácula es retratado no sólo como un vampiro sino también como un héroe romántico en busca de su amor perdido. Como he dicho al principio de esta entrada estos atributos hacen que simpaticemos con él y no lo veamos como un villano. Sin embargo, en la novela esto no sucede ya que nos muestra a un ser sin sentimientos que disfruta con el dolor ajeno. Sin duda alguna, ha sido una gran sorpresa encontrarme con un vampiro sin alma que disfruta matando y con el que no se crea ningún tipo de conexión.

El último aspecto a destacar es que la novela de Stoker también nos ofrece una descripción del concepto que se tenía de la mujer en plena época victoriana. La mujeres del siglo XIX debían ser cándidas y virginales para considerarse dignas y aquellas que no poseían estas cualidades tenían connotaciones negativas. En el primer punto irían Mina y Lucy. Mina es tratada como una heroína debido a su profunda bondad y lucha constante contra la corrupción que Drácula quiere ejercer sobre ella. Es simplemente perfecta. Lucy también es como Mina antes de ser mordida por el vampiro, parece un ángel debido a su dulzura, pero cuando al final ésta se convierte en una criatura de la noche vemos cómo Lucy rebosa sensualidad y sexualidad (al igual que las tres vampiras que habitan en el castillo del conde) y esto está muy mal visto. El nuevo estado de Lucy podría leerse como una crítica acerca de las mujeres que querían vivir su sexualidad libremente y por eso estas cualidades se le atribuyen a la amiga de Mina cuando se convierte en vampira para que la veamos como algo maligno. En cambio, la novela también ofrece otra parte muy interesante y que también era muy típica de la sociedad victoriana: la hipocresía. Todos eran muy puritanos, pero de puertas para dentro no lo ponían mucho en práctica y en Drácula podemos ver que personajes como Arthur o Jonathan no pueden evitar sentir una gran tentación cuando una femme fatale como las vampiras o Lucy ya convertida se plantan delante de ellos.

Mina, la bondad y dulzura personificadas

Drácula es una novela que atrapa debido a su gran villano, su atrapante atmósfera gótica y terrorífica, su maravillosa prosa y sus magníficos personajes. Es un libro que lo tiene todo y que merece ese lugar honorífico que posee no solo como clásico de la literatura de terror sino también como obra imprescindible de la literatura universal. Si queréis pasar miedo la noche de Halloween Drácula es vuestra novela.

¡Hasta la próxima!


Si queréis acceder a mi página de Facebook haced click aquí

Imagen principal: Casa del Libro
Segunda imagen: Wikipedia
Tercera imagen: Pinterest

Comentarios

  1. ¡OOOOHHHHH....! Ya he perdido la cuenta de las veces que he leído esta maravilla. Cuando lo leí por primera vez, me quedé muy sorprendido de su estructura en forma de diarios (bestial ese momento en que Seward apunta en el suyo que Rendfield ha vomitado las plumas de un pajarillo) Además, lo momentos de Lucy, las vampiras o ese en el que vemos a Drácula como un reptil escalando por los muros del castillo... ¡Brutales! Esta es y será LA novela de vampiros (o la novela DEL vampiro...)

    Genial la entrada y... ¡directos a Halloween!

    Nos leemos...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Israel!

      Es un gran libro y la trama de Seward con Renfield me tenía de lo más intrigada. Esta parte junto cuando Lucy se va consumiendo son mis favoritas. También me gustó mucho la parte en la que Van Helsing y compañía van a visitar a Lucy al cementerio. Cuando leí esta parte no pude evitar acordarme de la versión de Coppola.

      Como tú bien dices es LA novela DEL vampiro ;)

      ¡Gracias y nos leemos!

      Eliminar
  2. Hola, Laura!
    Te ha quedado una reseña muy completa, me ha encantado.
    Coincido totalmente, en especial con el párrafo introductorio. Hace unos meses, cuando leí "Entrevista con el vampiro", comentaba precisamente que Anne Rice me había enseñado que en las últimas décadas le hemos perdido el respeto a los vampiros. Los hemos convertido en criaturas patéticas, que muchas veces dan más risa que miedo; los hemos hecho protagonistas de dramas cursilones crepusculeros y los hemos dotado de más sentimentalismo del que deberíamos. Vamos, que como bien dices, los hemos humanizado más de la cuenta.
    En cuanto a la lectura, a mí me gustó muchísimo, aunque bien es cierto que sí se me hizo algo denso en algunos pasajes. Por otra parte, creo que es muy interesante ese "Síndrome Tiburón" del que hablas, pues es un método muy eficaz para estimular las emociones del lector sin mostrar por completo la figura de la terrorífica criatura.
    Sin duda, "Drácula" es una pieza fundamental de Halloween.
    Un besazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Sofía!

      ¡Gracias por recordarme Entrevista con el vampiro! La leí hace unos años y también la puedo considerar como una gran novela acerca del mito del vampiro. ¡Vi la película con 14 años y me dio muchísimo miedo! La pena es que con los años se ha distorsionado tanto la figura del vampiro, que ya no se le tiene ningún respeto. Es genial leer estas novelas en las que este personaje aparece en todo su esplendor.

      ¡Muchas gracias por tus palabras!

      ¡Un besazo, guapa!

      Eliminar
  3. Drácula.... una de mis favoritas!!! No puedo estar más de acuerdo contigo en cuanto al tratamiento de este personaje actual, y lo que ha perdido por el camino como consecuencia. El verdadero Dracula, inhumano, letal y cruel, es fascinante, y la atmósfera opresiva de la novela inigualable. Gracias por la reseña! Ahora pienso volver a leerla, jajajaja

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Maite!

      Muchas gracias por tu comentario. ¡Siempre son tan certeros! Esperemos que algún día el vampiro vuelva a su esencia porque no es justo lo que se ha hecho con este personaje tan potente.

      ¡Gracias por pasarte!

      ¡Un beso!

      Eliminar
  4. Absolutamente maravillosa. Una historia de terror. O tal vez una historia de amor. Seguramente una historia de amor, eterna, imposible, condenada.

    ResponderEliminar
  5. Hola Laura!
    Esta novela me encanta! Es una de mis novelas de terror favoritas. La estructura en forma de diario me sorprendió y me gustó mucho. Has explicado la novela de una forma estupenda, yo no lo habría hecho mejor. Gran reseña, felicidades!
    Un beso!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Mari Carmen!

      ¡Muchas gracias por tu comentario! Es una gran novela, que he descubierto tarde, pero más vale tarde que nunca ;) ¡Ha sido una gran lectura!

      ¡Un besazo!

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares