The Disaster Artist (2017): Oh, hi Mark

¡Hola, chic@s! Hoy, he podido ver The Disaster Artist, película basada en el libro homónimo de Greg Sestero y Tom Bissell, en la que el primero relata cómo fue su experiencia rodando el film The Room. ¿Qué tiene de especial este libro para que se haya hecho una película sobre él? The Room está considerado como uno de los peores filmes que ha dado el cine, así que James Franco adquirió los derechos del libro de Sestero y Bissell y de la peor película del mundo ha hecho un bonito homenaje que muchos ya catalogan de obra de arte.

Personalmente, os recomiendo ver antes The Room (la podéis encontrar en YouTube), el film original, para que de esta manera podáis apreciar mucho mejor todas las referencias que se hacen de ella en la cinta de James Franco. Yo la he podido ver hoy y, aunque esté considerada una película de culto, os aseguro que es un auténtico esperpento. No se salva la mires por donde la mires. La trama es ridícula, aunque ya os confieso que a estas horas todavía me pregunto cuál es su argumento, el guion es hilarante, la incoherencia está presente durante los noventa minutos de duración, la cutrez es una de las grandes protagonistas y las interpretaciones son horribles. Es tan sumamente mala que no podía parar de mirarla para ver cómo se desarrollaba todo. He pasado momentos de vergüenza ajena y otros en los que no podía parar de reír. ¡Ha sido toda una experiencia! Sin embargo, el que se lleva todos los premios es su protagonista, productor, guionista y director: Tommy Wiseau. En serio, no he visto a un actor más malo en mi vida y no me extraña que goce de una reputación dudosa debido a su falta de talento a la hora de interpretar... y también de escribir, producir y dirigir.

The Disaster Artist se centra en el desastroso rodaje de esta película, pero también nos muestra cómo nació la amistad entre Wiseau y Sestero, y cómo muchas veces la ilusión que tenemos a la hora de hacer nuestros sueños realidad (en este caso ser parte del mundo del cine) no viene acompañada por el talento. Debido a las circunstancias que rodean a The Room muchos pensaréis que la cinta es una parodia de aquel rodaje, desde luego sería la opción más cómoda para abordarla, pero aunque es una gran comedia me ha sorprendido el excelente trabajo que ha hecho Franco tras las cámaras (luego hablaremos de sus dotes como actor) ya que nos ha traído una historia divertida con momentos dramáticos, honesta y hacia su recta final emotiva, que sin duda se ha convertido en un perfecto homenaje. The Disaster Artist nos muestra la cara menos amable de Hollywood, ésa que te ignora y te arrincona si no eres una copia de los demás. Las personas que son diferentes deben sufrir ese calvario y Tommy Wiseau lo sabe muy bien. Por eso éste decide crear su propia película para cumplir su sueño, aunque luego el resultado no sea el esperado, y en este sentido la película también le rinde un homenaje a los soñadores, esas personas que luchan por lo que creen y persiguen su objetivo de manera incansable hasta que éste se convierte en realidad.

La historia está muy bien contada y los actores lo bordan en sus respectivos papeles. Dave Franco se convierte en un gran coprotagonista dando vida a Sestero, el contrapunto de Wiseau y el que representa la parte más sensata de esta particular dupla. Resulta de lo más interesante ver la interacción entre Sestero y Wiseau porque son como el día y la noche y a pesar de vivir momentos realmente complicados su amistad se fortalece y consiguen seguir adelante cuando parecía que todo estaba perdido. The Disaster Artist es la historia de un rodaje, pero también tenemos que tener en cuenta que es la historia de una amistad. Si Dave Franco hace un gran papel como Sestero, su hermano James ofrece una interpretación de matrícula de honor. Tommy Wiseau es un hombre que puede parecernos a simple vista ridículo e incluso espeluznante, pero es más complejo de lo que podríamos llegar a imaginar. No se sabe cuál es su verdadero nombre, ni dónde ni cuándo nació y se desconoce de dónde procede todo el dinero que posee. Parece que ha creado una leyenda a su alrededor y prepararse este personaje debe de ser de lo más complicado. Sin embargo, Franco consigue mimetizarse a la perfección con Wiseau. Su personalidad, sus gestos y su voz (hay que verla en versión original) son prácticamente iguales y en ningún momento ves al actor. Franco aporta grandes momentos cómicos debido a las peculiaridades de Wiseau y su interpretación debería ser recompensada con una nominación al Oscar.

El clímax de la película es precisamente la recreación del estreno de The Room y lo que tiene de especial esta escena es que las reacciones del público que aparece en pantalla son las mismas que las nuestras. Al principio vemos la película con cierta vergüenza ajena, pero al final todos nos rendimos a ella ya que es tan mala que no podemos evitar disfrutarla a través de numerosas carcajadas. Irónicamente, Wiseau consigue un público entregado gracias a la pésima calidad de su producto y queráis o no esto tiene su mérito ya que su fracaso se ha convertido en todo un éxito.

The Disaster Artist nos trae una historia humana sobre el fracaso, la amistad y los sueños en los que hay momentos cómicos llenos de cachondeo que son geniales, pero también hay lugar para la emoción. James Franco es un artista de lo más especial que consigue una interpretación excelente, la mejor de su polifacética carrera, que nos maravillará de principio a fin porque no interpreta a Wiseau, ES Wiseau. Sin duda, estamos ante una gran película que da el pistoletazo de salida en la carrera hacia los Oscar. ¡No os la perdáis!

¡Hasta la próxima!

Si queréis acceder a mi página de Facebook, haced click aquí

Fotografías: FilmAffinity, El Confidencial, A24Films