1917 (2019)

¡Hola, chic@s! El pasado 6 de enero la película 1917, dirigida por Sam Mendes, se proclamó como la gran (y para muchos inesperada) vencedora en los Globos de Oro al ganar en las categorías de Mejor Película y Mejor Dirección. Esto significa que su carrera hacia el Oscar está más que asegurada y, en muy pocos días, se ha convertido en una de las grandes favoritas para levantar la preciada estatuilla. 1917 nos sitúa en la Primera Guerra Mundial y nos trae una historia basada en hechos reales en la que dos soldados, Blake y Schofield, deben entregar un mensaje en un corto periodo de tiempo si quieren evitar una gran tragedia. La premisa, a primera vista, es de lo más sencilla pero lo que el espectador no sabe es que está a punto de embarcarse en una dura y conmovedora epopeya en la que la figura del soldado no será la única que quedará marcada.

1917 está rodada en un largo plano secuencia que te ayuda a meterte de lleno en la historia y gracias a esto sientes la travesía de los soldados como si fuese la tuya propia. Esto es todo un acierto ya que nosotros, desde la butaca del cine, acompañamos a los protagonistas y sentimos su misión como algo cercano y real. El horror de la guerra se va destapando a medida que Blake y Schofield avanzan sobre el terreno y no puedes evitar sobrecogerte por las monstruosidades que estos nos van mostrando. Por otro lado, en algunas producciones la figura del soldado queda despersonalizada ya que lo que manda es el triste espectáculo que nos ofrece un conflicto bélico, pero aquí el lado humano es el que se irá imponiendo poco a poco cuando las capas de los protagonistas vayan cayendo y veamos las historias que portan con ellos. Es una cinta repleta de pequeños detalles y símbolos que van surgiendo durante el metraje, y al final todas las piezas del puzle cobran sentido completando, de esta manera, la dura travesía.

Los dos actores principales, George MacKay y Dean-Charles Chapman, están magníficos, pero querría destacar a MacKay en el papel de Schofield, porque él es la estrella de la película regalándonos un personaje que dice más por sus silencios que por sus palabras. Junto a este inolvidable protagonista viviremos un viaje de superación y transformación y, una vez más, veremos la inutilidad de la guerra al ver cómo esta se lleva miles de vidas que esconden millones de historias humanas que nunca serán contadas. Me extraña que el trabajo de MacKay no esté dando más que hablar, pero mañana se anuncian las nominaciones a los Oscar, así que a lo mejor aquí nos pueden dar una alegría.

Por último, me gustaría destacar su extraordinaria fotografía y su sublime banda sonora que ayudan a que esta historia sea todavía más épica. Como anécdota me gustaría contaros que durante una escena crucial de la película me emocioné no sólo por su significado sino porque esta representa lo que llamamos Séptimo Arte y cuando este surge es imposible que no te conmuevas. El film de Sam Mendes es un logro cinematográfico y una obra maestra (y de arte), pero en esta escena se juntan todos los elementos posibles que convierten una película en CINE y cuando esto ocurre no puedes evitar que se te salten las lágrimas. Lo desgarrador se vuelve a la vez bello y gracias a cintas como esta te das cuenta de que las películas son algo más que un entretenimiento; tienen alma y pueden tocar el corazón de las personas.

1917 es una película extraordinaria que, si no lo ha hecho ya, se convertirá en un clásico de nuestro cine. Estamos ante una cinta de carácter bélico que nos expone lo horrible e inservible que son estos conflictos y cómo millones de vidas quedan segadas por ellos. La figura del soldado se humaniza de tal manera que, a pesar de conocer solamente las historias de los dos personajes principales, no puedes evitar preguntarte por las vidas de todos los otros combatientes que se van encontrando por el camino y cuestionarte la biografía que cada uno de ellos esconde. Si tenéis la oportunidad de verla, hacedlo, porque es de esa clase de películas que dejan huella y te remueven por dentro. Es una gozada para todos los sentidos que hay que ver sí o sí en el cine para ser testigos de su grandeza y vivir una experiencia inmersiva inolvidable.

¡Hasta la próxima!

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Fotografía: IMDB