Un abril prodigiós, de Elizabeth von Arnim

 

¡Hola, chic@s! Actualmente hay gente a la que le cuesta mucho coger un avión debido a la crisis sanitaria que estamos viviendo por culpa de la pandemia, así que hoy os propongo viajar, y sin movernos en ningún momento de casa, a San Salvatore, una región costera de Italia que hospedará a las protagonistas de la novela Un abril prodigiós (en castellano Abril encantado), de la australiana Elizabeth von Arnim.

Llevaba bastante tiempo detrás de este libro y en la pasada Diada de Sant Jordi decidí incluirlo en mi particular botín literario. La premisa de la historia no podía pintar mejor: cuatro mujeres muy diferentes entre sí deciden dejar atrás el frío y lluvioso Londres, y con él a los maridos de dos de ellas, para pasar juntas todo el mes de abril en un castillo medieval italiano que les hará ver la vida con otros ojos. La base, vuelvo a decirlo, es fantástica, pero lo que realmente me impactó fue que, además de tener lugar a principios del siglo XX, la obra fuera publicada en 1922; por lo tanto, imaginad lo que tuvo que suponer que un libro de estas características viera la luz.

Para mí la novela se compone de dos partes: la primera nos habla de las protagonistas y de cómo estas deciden dar el gran paso hacia una independencia temporal, y la segunda se centra en su estancia en el castillo. La primera mitad me ha gustado mucho más que la segunda ya que esta tiene el potencial del que carece la última. Esto se debe a que la premisa revolucionaria que presentaba se va desinflando poco a poco cuando las protagonistas llegan a Italia y la presencia masculina va ganando terreno de manera progresiva. Entiendo que es un producto de su época, pero la idea de que cuatro mujeres de principios del siglo pasado lo dejen todo para disfrutar de unas más que merecidas vacaciones me parecía maravillosa. En el libro vemos que todas han sido educadas para satisfacer a los demás y su felicidad personal nunca ha sido tenida en cuenta; así que dejar sus vidas convencionales y monótonas a un lado durante 30 días era algo de lo más valiente. Puede que mi mentalidad del siglo XXI me haya jugado una mala pasada, aunque suelo entender y justificar el contexto histórico en el que se ha escrito una obra, pero creo que gran parte de la culpa la tienen las expectativas que me había creado alrededor de la trama, ya que yo iba por un determinado camino, pero la autora me ha sacado de él para reconducirme por otro muy distinto (aunque en el fondo siempre supe que no podía haber otra manera de desarrollar la trama; pero bueno, como se suele decir: de ilusión también se vive).

Eso sí la prosa de von Arnim (que, por cierto, fue una mujer avanzada a su tiempo) me ha parecido una delicia porque contiene un humor y una ironía muy sutiles que me han gustado mucho. Los personajes también son maravillosos, pero su estancia en Italia no acabó de satisfacerme porque poco a poco el convencionalismo vuelve de nuevo a sus vidas. Es curioso porque ellas consiguen sentirse finalmente plenas, pero personalmente a algunas de ellas las hubiera dejado más tiempo solas para ver cómo hubiera sido el desarrollo de su libertad. Creo que, en este sentido, ha sido una oportunidad perdida.

Un abril prodigiós es una lectura feel good perfecta para el verano que consigue meterte de lleno en un castillo medieval italiano situado junto al Mediterráneo, y durante la lectura parecerá que estamos paseando por sus jardines llenos de color mientras que al mismo tiempo el sol roza nuestra piel. La autora crea una atmósfera excelente y unos personajes muy potentes, pero estos se desinflan en la segunda mitad ya que la trama no decide arriesgarse un poco más. Aun así, recomiendo su lectura ya que, como he dicho antes, me parece extraordinario publicar una historia en 1922 sobre cuatro mujeres de principios del siglo XX que deciden romper con las normas impuestas por la sociedad con el único objetivo de alcanzar la felicidad y plenitud.

¡Hasta la próxima!

 

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