Twisters (2024)

 

Fuente: TMDB

¡Hola, chic@s! Twister (1996) es ese tipo de película que siempre veo cuando algún canal se anima a emitirla. Me encanta porque es un cine hecho para entretener y disfrutar y cumple su objetivo con creces; además, el reparto es otra de sus grandes virtudes porque este se gana al espectador debido a su naturalidad y carisma, en especial sus maravillosos personajes secundarios.

El actual mundo del cine vive de la nostalgia, es un hecho que a nadie le sorprende y que se ha comentado antes en el blog, así que no es de extrañar que Twister se convirtiera en una potencial candidata para tener una nueva entrega. ¡Así que dicho y hecho! El pasado 17 de julio llegó Twisters, la secuela del clásico de 1996, una película que me ha encantado porque, al igual que su predecesora, te da lo que promete: cine de aventura y acción.

Twisters nos presenta a Kate, una cazadora de tormentas que decide cambiar su vida después de un brutal encuentro con un tornado. Años después de este suceso, descubrimos que la protagonista no se ha alejado de ellas, pero ahora las estudia desde un sitio mucho más seguro: una oficina de Nueva York. No obstante, su pasado volverá a llamar a su puerta y a pesar del dolor y el miedo que este le produce la joven deberá salir una vez más a la carretera. En este retorno conocerá a Tyler Owens y su equipo, unos aventureros que pecan un poco de insensatez y que persiguen tormentas para posteriormente publicar sus hazañas en redes sociales. Kate y Tyler son la noche y el día, pero tendrán que trabajar juntos ante la inminente aparición de una peligrosa serie de tornados, una descomunal amenaza que promete destruir las vidas de cientos de personas.

Twisters tiene la misma estructura que su predecesora y repite algunas dinámicas, pero es una historia que puedes ver perfectamente sin haber visualizado antes la película de 1996 porque no hay ninguna conexión entre ellas. Por lo tanto, funcionará para los nostálgicos del cine de los 90, pero también para aquellos nuevos espectadores que buscan una historia entretenida para pasar un buen rato. Las escenas de los tornados están muy bien hechas y consiguen ponerte al límite gracias a sus fenomenales efectos especiales. Asimismo lo que también me ha gustado mucho es que más allá de su espectacularidad, los personajes tienen una historia que contar, así que la combinación es perfecta porque tenemos un poco de todo.

Los actores están geniales y me han encantado. Sigo a Daisy Edgar-Jones desde la pluscuamperfecta Normal People y su Kate es el corazón de esta historia. Consigues empatizar con ella desde los primeros minutos y su personaje es el hilo conductor de todo. Por otro lado, tenemos a Glen Powell, un actor que está de moda en Hollywood y mi opinión sobre él cambió a medida que avanzaba la película. La primera vez que vi a Powell fue en la comedia romántica Cualquiera menos tú, un film que entusiasmó a todo el mundo, pero que a mí me gustó y punto. Al mismo tiempo la actuación de Powell me pareció de lo más normal, así que no tenía muchas expectativas en Twisters, pero su evolución me ha parecido de lo más interesante porque empieza cayendo mal – o al menos a mí – pero poco después se convierte en el otro héroe de la historia mostrando una cara totalmente diferente y haciendo que conectes al 100% con él. Aquí Powell me ha gustado mucho y ha demostrado tener carisma; además, las entrevistas que está dando para promocionar la película están ayudando mucho porque es un hombre encantador y reconozco que en Twisters me ha ganado. Seguiré su carrera con atención. Por último, los secundarios cumplen con su papel y lo que me ha sorprendido bastante es ver a David Corenswet entre ellos, ya que el año que viene estará en la gran pantalla protagonizando la nueva película de Superman.

Twisters es cine palomitero con esencia de los 90 y disfrutas mucho con ella porque ofrece entretenimiento y adrenalina, pero también corazón. Es la película perfecta para una tarde o noche de verano, así que desde aquí os animo a verla porque os lo vais a pasar en grande.

¡Hasta la próxima!

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