El retrato de Dorian Gray: El inolvidable clásico de Oscar Wilde
El genial Oscar Wilde (1854-1900) quiso hacer
de la belleza un refinamiento de la inteligencia, y para ello creó a uno de sus
personajes más famosos Dorian Gray, un hombre que encarna el mal y su castigo. El
retrato de Dorian Gray es una de las piedras angulares en los debates
entre la ética y la estética, el bien y el mal, el arte y la vida. Un clásico
de la literatura que sigue asombrando a todo tipo de lectores.
¡Hola
a tod@s! A la gente que le guste la literatura conocerá muy bien el nombre de
Oscar Wilde aunque no haya leído nada de él. Recuerdo que cuando era pequeña
uno de mis cuentos favoritos era El
fantasma de Canterville pero no sabia quién era su autor. Años más tarde,
cuando empecé a leer sus obras de teatro, descubrí que Wilde era el autor de esos
cuentos que me habían acompañado durante mi infancia y no pude evitar sonreír
ya que había estado ahí todo el tiempo y no me había dado cuenta. Wilde es
uno de esos autores de los que a veces me da miedo escribir ya que no sé si le
haré justicia con mis palabras. Todo lo que quiero decir de él lo tengo en mi
cabeza pero en ocasiones no encuentro las palabras adecuadas. Además, si leéis
algunas de mis entradas anteriores veréis que con algunos autores me pasa
exactamente lo mismo. Pues bien, la entrada de hoy está dedicada a la única
novela de Oscar Wilde: El retrato de
Dorian Gray. Mi hermana me regaló esta novela hace ya algunos años y hace
unos días decidí releerla con motivo de esta entrada. Para mí esta novela es
una obra maestra que ha logrado perdurar en el tiempo y sigue cautivando como
el primer día. El retrato de Dorian Gray
nos presenta un argumento muy interesante: vender tu alma al diablo a cambio de
la eterna juventud. Esto ya lo hemos visto antes gracias al mito del Fausto
pero Wilde decide adaptarlo e incluirlo en su novela. En esta ocasión, el
protagonista de la historia es Dorian Gray, un chico que posee juventud y
belleza a partes iguales además de inocencia. Un buen día el pintor Basil Hallward
pinta un retrato del joven y éste último influenciado por su amigo lord Henry
Wotton, el cual recalca la importancia de la juventud y los placeres que
esto conlleva, expresa su deseo de ser eternamente joven y que el cuadro
envejezca por él. Por arte de magia su deseo se cumple y Dorian conserva su
rostro de niño durante muchos años pero su retrato experimenta justo lo
contrario. Sin embargo, el retrato no solo refleja el paso de los años sino también
las malas acciones cometidas por el joven. Dorian cree que la juventud le da el
poder para hacer lo que quiera y poco a poco ese chico inocente se va
corrompiendo a pasos agigantados.
Cómo
podéis ver la historia es muy interesante pero también lo es la manera en la
que está narrada. Hay personas que encuentran la narración de esta novela un
poco lenta y aburrida. Sin embargo, a mí me maravilló la primera vez que la leí
y también en esta última lectura. Oscar Wilde sabe expresarse muy bien y esta
novela está llena de reflexiones filosóficas acerca de muchos temas sobre la
moralidad que te hacen reflexionar a medida que vas leyendo. Esto me gustó
mucho ya que mientras leía iba sacando mis propias conclusiones. La lectura de este
libro nunca se me ha hecho pesada, al contrario, ha sido muy fluida y nunca me
he aburrido. La prosa de Wilde es elegante y sofisticada y leerle es un
auténtico placer. Otro de los puntos fuertes de la novela es la atmosfera en la
que está envuelta. Hay un halo de misterio y romanticismo a su alrededor que
hace que esta novela sea aún más atractiva, pero lo que a mi me
gusta realmente es ese punto gótico que tiene que hace de ésta una historia
redonda.
El retrato de Dorian
Gray fue muy polémica en su
momento ya que las resonancias homosexuales en esta historia son constantes y
en la época victoriana la homosexualidad era un pecado. De hecho, Wilde fue condenado
a trabajos forzados y encarcelado en la cárcel de Reading cuando se descubrió
su relación con el joven Alfred Douglas. Cómo anécdota se dice que Dorian Gray
está inspirado en este joven.
Oscar Wilde |
Si
hablamos de los personajes, todos son más que interesantes. Por un lado está
Henry Wotton, el hombre que descubre a Dorian los placeres de la vida y que va
corrompiendo al joven y por otro lado, está Basil Hallward. Este personaje es lo
opuesto a Wotton e intenta que Dorian vaya por el buen camino pero lo tendrá
muy difícil. Y por último, está el personaje que pone nombre a esta novela:
Dorian Gray. Siempre me ha fascinado este joven pero en mi segunda lectura me
he dado cuenta de su gran complejidad y es un personaje digno de estudio. No
voy a analizarlo porque no sabría por donde empezar y porque hay para escribir un libro, pero no se puede cuestionar
que en esta novela encontramos personajes brillantes y de una gran complejidad
que no hacen más que cautivar al lector.
(…) Dorian, tú no sabes las cosas que se dicen sobre ti. No
puedo decir que no pretenda sermonearte. (…) Yo sí quiero sermonearte. Quiero
que lleves una vida que haga que la gente te respete. Quiero que tengas un
nombre digno y una buena reputación. Quiero que te libres de las personas
espantosas que te rodean. No te encojas de hombros. No te muestres tan indiferente.
Tienes una maravillosa influencia. Que sea para hacer el bien, no para hacer el
mal. Dicen que corrompes a todas las personas con las que intimas, y que basta
que entres en una casa para que ocurra algo deshonroso al poco tiempo. (…) ¿Y
te conozco? ¿Será verdad que te conozco? Para poder saberlo, tendría que
contemplar tu alma.
- ¡Mi alma! – murmuró Dorian Gray, levantándose del sofá y
palideciendo de terror.
- Sí – contestó Hallward gravemente y con un tono de tristeza en
la voz -, tu alma. Pero eso es algo que solo puede ver Dios.
Una amarga carcajada salió de los labios del joven.
- ¡Tú también la puedes ver! ¡Esta noche! – exclamó, cogiendo una
lámpara de la mesa - . Ven, se trata de tu propia creación- ¿Por qué no ibas a
poder contemplarla? Después puedes contárselo al mundo entero si quieres. Nadie
te creerá. Y si lo creen, me tendrán aún más cariño que antes. Conozco nuestra
época mejor que tú, aunque cuentas unas historias tan aburridas sobre ella.
Ven, te digo. Ya has hablado bastante sobre la corrupción. Ahora la vas a ver
cara a cara.
El retrato de Dorian Gray
es una novela imprescindible en cualquier biblioteca y en ella podemos ver la
mente brillante de Oscar Wilde. Un genio que fue maltratado en su momento, pero
gracias a esa justicia que a veces llega tarde, podemos decir que a día de hoy
Wilde es uno de los grandes autores universales y los lectores que le descubren
se rinden a sus pies. Por cierto, una parte de esta novela fue censurada en su día ya que,
como he dicho antes, para la sociedad victoriana era escandalosa (por ejemplo,
la naturaleza homosexual de los sentimientos de Basil Hallward hacia Dorian es
uno de los motivos entre otros) pero en 2011 salió la versión sin censura y en
ella podemos ver las caras ocultas de esta novela. Wilde es una de mis
inspiraciones y para mí estamos ante un hombre auténtico, único, inolvidable y
maravilloso. Su personalidad arrolladora encandilaba a todo el mundo y nos ha
dejado frases para la historia. Precisamente quiero cerrar esta entrada con una
de ellas:
"Todos estamos en las alcantarillas, pero algunos miramos a las estrellas." - Oscar Wilde
¡Hasta la próxima!
10/10
"Todos estamos en las alcantarillas, pero algunos miramos a las estrellas." - Oscar Wilde
¡Hasta la próxima!
10/10
Te he hecho caso: Me he pasado por tu blog, ¿y qué me encuentro? ¡El retrato de Dorian Grey! También lo leí de pequeña, aunque con la primera lectura no logré entenderlo del todo.
ResponderEliminarEl personaje es complejo en toda su naturaleza, tienes toda la razón. Es un libro recomendable al cien por cien, aunque yo meditaría profundamente sobre el hecho de recomendárselo o no a un niño.
El Fantasma de Canterville, es el cuento de Oscar Wilde que más me gusta, siempre me pareció precioso: con su toque misterioso y dramático y su pizca de romanticismo victoriano, ¡lo tiene todo!
¡Un saludo! :)
¡Hola, Lu!
EliminarMuchas gracias por pasarte por aquí :) El retrato de Dorian Gray es una de mis novelas favoritas y lo que más me gusta es como escribe Wilde :) La prosa del irlandés es maravillosa y luego ofrece reflexiones que dan que pensar. Recuerdo que fue un libro que me enganchó desde la primera página y no podía parar de leer. Yo tampoco se la recomendaría a un niño ya que primero de todo no la entendería y segundo, no es una historia para un niño pequeño. El fantasma de Canterville también es uno de mis cuentos favoritos y coincido contigo en la descripción que das de él :) Por cierto, me pasé por tu blog y es genial :)
Saludos!!
Una gran historia contada de manera magistral. Este libro hay que leerlo y, sobre todo, disfrutarlo. Algunas de las reflexiones acerca de la vida que contiene son brillantes.
ResponderEliminarMuy buen artículo, Laura.
¡Nos leemos!
¡Hola, Israel!
ResponderEliminarMuchas gracias!! Coincido contigo en que esta historia está contada de manera magistral. A mi lo que me gusta de Wilde es que se expresa muy bien y a medida que iba leyendo me maravillaban los diálogos y la facilidad con la que desarrollaba la historia. Ojalá yo pudiese hacer lo mismo!!
Nos leemos!!
Hola Laura!
ResponderEliminarMuy buena entrada, 'El retrato de Dorian Gray' ya es considerado un clásico moderno de la literatura occidental. Para mí es una de mis novelas clásicas de terror gótico favoritas. El eje principal del personaje protagonísta y su hedonismo, haciendo culto a su belleza y cómo O. Wilde lo describe de esa forma tan maravillosa, utilizando también algo de decadencia y también utilizando el arte como símbolo. Su estilo inglés refinado y la utilización de la paradoja y los diálogos son espectaculares. Me ha gustado mucho este post pues coincido contigo en muchas cosas.
¡Nos leemos!
Besotes!!
¡Hola, Mari Carmen!
ResponderEliminarCreo que no te has podido expresar mejor :) Coincido plenamente contigo. Me alegra verte por el blog :)
Nos leemos!!
Besos!!