Dawson Crece: cuarta temporada
¡Hola,
chic@s! La tercera temporada de Dawson
crece fue bastante rara ya que parecía que los guionistas navegaban sin
rumbo fijo y por este motivo, muchas de las tramas fueron bastante irregulares
y los personajes estaban fuera de lugar. Esta tercera entrega fue la primera
sin Kevin Williamson, el creador y showrunner de la serie, y eso se notó
bastante, pero cuando parecía que Dawson y compañía no iban a volver a su esencia la cuarta temporada ha hecho
acto de presencia y ha vuelto a recordarme a la serie de la que me enamoré.
Esta nueva tanda de capítulos ha vuelto a sus orígenes y nos ha ofrecido
episodios en los que la nostalgia y la madurez han estado muy presentes. Ha
sido una maravilla volver a verla y se ha colocado en el segundo puesto de mis
temporadas favoritas por detrás de la primera. Así que como siempre, coged
asiento, ¡porque volvemos a Capeside!
Joey y Pacey
Ya
sé que lo he repetido más de una vez, pero quién nos iba a decir lo lejos que
iban a llegar los personajes de Katie Holmes y Joshua Jackson. Si me lo dicen
al principio de la serie no me lo hubiese creído ya que todo giraba alrededor
de Dawson y Joey, pero ésta y Pacey funcionan como un reloj cuando están
juntos. Son dos polos opuestos que se complementan a la perfección y lo que más
me ha gustado es la comprensión y el respeto mutuo que se tienen. Tras estar
tres meses navegando, esa burbuja idílica finaliza con la entrada del nuevo
curso. Los enamorados vuelven a Capeside, lo que significa tener que enfrentarse a la rutina y lo hacen de diez. Ambos crecen
juntos como pareja y superan sus miedos e inseguridades, sobre todo los de Joey
ya que en esta entrega el personaje de Holmes decide perder su virginidad con
Pacey y esto marca un antes y un después en la serie porque rompe con todo lo
que, en teoría, nos esperábamos: que Dawson y Joey perdieran juntos su
virginidad. Joey y Pacey también lo piensan, porque aunque la joven lo niegue,
el fantasma de Dawson siempre está ahí. En una escena preciosa y de lo más
sencilla y emotiva, Joey decide decir adiós a Dawson para dar el gran paso con Pacey
y de esta manera, rompe con su pasado. Sin embargo, esta pareja indestructible
se tuerce de cara a la recta final de la serie porque queda poco para la season
finale y hay que crear nuevos conflictos. Debido a las inseguridades de Pacey al sentirse inferior y no merecedor de su novia, éste le echa en cara lo mal
que se siente a su lado, ¡Pacey tú no
eras así, qué han hecho contigo!, provocando la inevitable ruptura y llevando a
Joey, otra vez, junto a Dawson. No obstante, y a pesar de la gran bronca de
Pacey, ambos personajes logran superar la tormenta, pero está claro que no es su
momento para volver juntos. En el episodio The
graduate, el penúltimo de la temporada, tras despedirse, nos queda claro
que ambos se quieren con locura, pero de momento hay que poner un punto entre
ellos, aunque no sea aparte. Queda muy claro que a pesar de finalizar su
romance, lo suyo todavía no ha acabado (ya parezco Ryan Gosling en El diario de Noah) y es un final
completamente abierto para ellos.
Dawson y Joey
Puede
que este año Joey y Pacey hayan sido oficialmente la pareja central, pero para
mí lo han sido Dawson y Joey. El estado de su relación este año ha sido
perfecto. Tras el dolor que supuso para ambos el final de la tercera temporada,
esta cuarta entrega nos ha traído el renacer de su amistad y cómo ambos han
decidido continuar hacia adelante sin ningún rencor. En especial me ha
encantado Dawson ya que ha aceptado y respetado la decisión de Joey, al
principio tiene que hacerse a la idea como es normal, y esto demuestra lo mucho
que ha madurado. Dawson ha
dejado atrás al chico inmaduro e intenso que hacía un gran drama de su vida y
ahora se toma las cosas con mucha más calma. Los personajes de Holmes y James
Van Der Beek no funcionan como pareja romántica ya que cuando lo eran siempre ocurría algo entre ellos que hacía que no bajaras la guardia. ¡No tenían ni un capítulo de descanso! Entre que Dawson hacía una montaña de un grano de arena y Joey saltaba a la más
mínima… En cambio, esta temporada su relación ha sido perfecta ya que son dos
amigos que han dejado atrás los fantasmas del pasado y vuelven a construir una
relación de confianza y respeto, aunque esto nunca se perdió. Ha habido
momentos que me han emocionado, su reencuentro en el primer episodio está lleno de sentimientos y de una incomodidad muy realista y encantadora, que nos demuestra una vez más
que son la mitad del otro, aunque no sea de manera romántica. En el último
episodio titulado Coda, Dawson y Joey
cierran la temporada con un beso y creo que éste hubiese sido el final perfecto
para la serie porque tenemos a los dos protagonistas en el mismo escenario
donde empezó todo. Dawson y Joey juntos son lo mejor de esta temporada. ¡Qué
maravilla!
Dawson y Pacey
Se
habla mucho de las parejas románticas, pero Dawson y Pacey también se merecen
un apartado porque es otra de las grandes amistades de la serie. Crecieron
juntos y eran amigos del alma, pero la elección de Joey lo cambió todo entre
ellos. Su amistad parecía estar muerta y aunque se ha ido cociendo a fuego muy
lento al final han ido recobrando esa amistad que les unía. No es lo mismo que
antes, pero todo lo han ido construyendo de una manera muy sutil, poco a poco,
y en el último episodio, cuando Pacey deja Capeside para irse al Caribe en
barco la persona a la que éste llama es Dawson, su mejor amigo. La conversación
entre ellos es de lo más emotiva y termina con Dawson diciéndole a su amigo lo
orgulloso que está de él. Y así, con esta conversación a cientos de kilómetros de
distancia, queda finiquitada su gran disputa.
Jen, Jack y Andie
Este
año el personaje de Michelle Williams (Jen) se ha enfrentado a su pasado y se
ha visto las caras con su padre para superar los conflictos que han estado con
ella desde que llegó a Capeside. Las tentaciones también han vuelto en forma de
Drue Valentine (Mark Matkevich), una de sus malas compañías en
Nueva York, pero consigue desviarse de ese camino y no caer en los errores del pasado, aunque en algún momento de debilidad le cueste. Por otro lado, Jack se ve apartado
del fútbol por una lesión y termina siendo entrenador, pero sus decisiones revolucionarias
(decide que una niña sea la portera del equipo) provocan su despido. Parece que
el personaje de Kerr Smith necesita encontrar su sitio, se siente perdido, y
esto también se refiere a su sexualidad ya que le cuesta dar el paso. No
obstante, y tras algunas dudas, esta temporada Jack deja sus miedos atrás y
empieza una relación con Toby, abrazando todavía más quién es. Y Andie… Ay,
esta temporada Meredith Monroe se despide de la audiencia con un capítulo de
lo más emotivo y reconozco que solté alguna lagrimita. Este año Andie vuelve a ser la de antes, pero el personaje de Monroe
tontea con ciertas substancias que hacen que su vida corra peligro, así que
tras un golpe maestro de los guionistas, éstos deciden enviarla a Italia para
que se despeje de todo y vuelva a empezar. Su despedida sirve para que el grupo
vea la situación tan delicada en la que se encuentran tras una serie de
enfrentamientos y Andie consigue que Dawson y Pacey posen uno al lado del otro en
la foto de despedida. Andie dice adiós en el séptimo episodio, pero vuelve para
el penúltimo ya que es en el que los chicos se gradúan. De este capítulo me
quedo, entre otras cosas, con el reencuentro entre Andie y Pacey. Que sí que ahora
el verdadero amor de Pacey es Joey, pero entre estos dos siempre va a haber
algo. La química entre Jackson y Monroe es innegable y la relación que tuvieron
en la segunda temporada es mi favorita de toda la serie. Es una pena no haber
visto más recorrido entre Pacey y Andie porque en mi corazón siempre esperé que
acabaran juntos.
Las nuevas caras
La
tercera temporada trajo nuevos personajes que parecían prometer mucho, pero que
luego desaparecieron sin pena ni gloria. Sin embargo, esto ha sido muy diferente
en esta nueva entrega. Para empezar, tenemos a Gretchen (Sasha Alexander), la
hermana mayor de Pacey y la chica de la que Dawson estaba enamorado cuando era
un niño. Gretchen es simplemente genial. Es divertida, inteligente, comprensiva
y le pone las pilas a Dawson. Gracias a ella Dawson descubre que hay vida más
allá de Joey, y con Gretchen empieza una relación madura que le hace ver que
puede amar a alguien más que al personaje de Holmes. Con ella Dawson está más
relajado y éste acepta la ruptura entre ambos con una gran madurez. Me encanta
esta nueva versión de Dawson Leery y sin duda, es mi personaje favorito de esta
cuarta temporada.
Por
otro lado, tenemos a Drue Valentine (Mark Matkevich), el amigo/enemigo de Jen.
Drue es la versión masculina de la añorada Abby Morgan; un tipo que disfruta
metiendo en líos a la gente, pero Drue, al igual que Abby, me ha gustado mucho
ya que da vidilla al resto de personajes. Su evolución es de lo más interesante
porque empieza siendo un chico sin escrúpulos y termina siendo un canalla con
un gran corazón. Drue tendría que haber continuado en la serie.
Y
para acabar, tenemos al señor Brooks (Harve Presnell), un hombre huraño y
solitario al que Dawson le tiene que pintar la casa tras destrozar su barco
después de rescatar a Pacey y Jen de una tormenta que casi les cuesta la vida.
Al principio parece que es un personaje sin importancia, pero Brooks es un reflejo
de lo que Dawson puede llegar a convertirse si no perdona y sigue adelante.
Brooks era director de cine, ¡Dawson quiere ser cineasta!, y lo dejó todo
cuando su mejor amigo y su novia huyeron juntos. Esto lo convirtió en la
persona que es ahora y gracias a esto Dawson recapacita, y no sólo le hace
cambiar, sino que también vuelve a encontrar su pasión por el cine. La relación
entre ambos, a pesar de empezar fatal termina siendo de lo más entrañable, y al
final ese viejo cascarrabias es vital en la vida del protagonista.
Esta
cuarta temporada de Dawson crece me
ha cautivado porque consigue rescatar el espíritu de la serie. Los personajes
están en plena forma, en su punto más álgido, las historias son consistentes,
las nuevas caras son muy carismáticas y el episodio final está lleno de
nostalgia ya que la serie se homenajea a sí misma y con esto consigue cerrar el
círculo. Ahora toca dejar Capeside para aterrizar en Boston ya que los chicos se preparan para ir a la universidad y ante ellos se abren nuevas aventuras. Cuando finalice la
quinta temporada de la serie os traeré, como siempre, mis impresiones sobre ella.
¡Hasta
la próxima!
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Fotografías:
WB, Sony e Instagram de Mark Matkevich
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