The Handmaid's Tale: segunda temporada
Esta entrada contiene spoilers
¡Hola,
chic@s! El pasado año, llegó a la pequeña pantalla la adaptación en forma de
serie de The handmaid’s tale (El
cuento de la criada), basada en la novela homónima de Margaret Atwood. La historia
protagonizada por Defred nos mostraba como lo que antes era EEUU ahora se ha
convertido en una dictadura patriarcal teocrática bajo el nombre de Gilead. En
ella las mujeres han perdido todos sus derechos y las clasifican según la validez que tengan para procrear. En
la primera temporada de la serie dejamos a Defred dirigiéndose a un futuro incierto,
de hecho así acaba la novela, y sin saber si esto significaría su salvación o
su condena. Tras casi un año de espera este misterio ha sido resuelto y la
nueva temporada me ha encantado, pero no ha sido del todo redonda porque la
trama se está alargando más de la cuenta y esto hace que sea un tanto repetitiva.
Pero analicemos los puntos que nos ha dejado esta nueva entrega.
Un inicio de infarto
Los
primeros minutos de esta nueva temporada están llenos de angustia, por parte de
las criadas y también por la nuestra, ya que descubrimos el destino de June,
antes conocida como Defred. El personaje
de Elisabeth Moss se ve envuelto en una especie de carrera forzada a través de
un pasillo que apenas está iluminado y que la conduce, tanto a ella como a
otras criadas, a un lugar desconocido. Todas ellas llevan puestos unos bozales
mientras que los perros que van detrás para atacarlas en caso de cualquier acto
de rebelión van, irónicamente, sin ellos. Cuando llegan al destino, todas son
conducidas a la horca y es en este momento cuando la desesperación crece dentro
y fuera de la pantalla. No sabemos qué va a pasar, pero cuando parece que las
vidas de todas ellas van a concluir, nos damos cuenta de que todo ha sido un
castigo de tía Lydia por haberla desobedecido en el último episodio. Se trata
de un juego psicológico que pone a prueba a las criadas y al espectador, y que
nos indica el tono que va a adquirir la serie esta temporada. Sin ninguna duda,
este nuevo año ha sido más violento, cruel, sádico y ha sido muy angustioso de
ver, pero por otro lado, es una serie que crea adicción porque está muy bien escrita
e interpretada. Lo que más me ha gustado de este comienzo es que la serie
vuelve a jugar muy bien con las metáforas y los símbolos, ya que aquí las
criadas parece que van, literalmente, al matadero. Hay pequeños detalles
sensacionales como por ejemplo, cuando pasan por ese pasillo oscuro, pero en él
hay pequeños huecos que dejan pasar la luz del sol y que significa una libertad
que no van a conseguir.
Gilead
Esta
distopía, que para mí ya no tendría que llevar este título porque es una
historia con la que muchas personas se pueden sentir identificadas, nos lleva
de nuevo a Gilead, ese lugar oscuro y cruel, pero a la vez fascinante, en el
que June se encuentra atrapada. Este año hemos visto cosas muy interesantes
como la aparición de las economujeres, que son las esposas de los hombres más
pobres de Gilead, la revolución de las Marthas, las bodas entre los guardianes
y las niñas o qué piensan otros países, en este caso Canadá, de esta famosa república. Todos estos puntos son
muy atractivos, pero aparecen de repente y no se indaga en ellos.
Creo que sería muy interesante explorar los otros aspectos que conforman este
régimen pero esto no es posible porque la serie se basa mucho en June y su punto
de vista. Esto ya lo vimos en la primera temporada y me gustó mucho, pero
en la segunda puede llegar a cansar porque es como estar siempre
en el mismo lugar y por eso no descubrimos otros aspectos que ayudarían a expandir
mucho más la mitología y el universo de la serie.
Personajes secundarios
Aunque
no me guste decirlo porque es un gran personaje, este año he llegado a aborrecer
un poco a June. Le dedican muchos minutos, sé que es la protagonista, pero su
historia ya va mostrando síntomas de desgaste, y esto se puede ver tanto en el presente como
en los flashbacks. A medida que iba viendo la segunda temporada tenía muy clara
una cosa: los personajes secundarios son auténticas joyas y no los están
aprovechando como deberían. Empecemos por Emily (Alexis Bledel), ella es la que
nos enseña cómo viven las conocidas como Unwomen (no mujeres), esas mujeres que
son desobedientes o infértiles y que van a parar a las Colonias, un lugar
tóxico en el que deben realizar trabajos forzados hasta la muerte. Además de
esto, también vemos a través de flashbacks, que Emily era profesora
universitaria y estaba casada y tenía un hijo. Todo esto ocurre en el segundo
episodio y me quedé fascinada porque todo esto era completamente nuevo para mí
y por lo tanto, un soplo de aire fresco. Este capítulo lo protagonizan
básicamente Emily y June, y reconozco que cuando llegaban las escenas de esta
última me moría de ganas de ver a Emily de nuevo porque es un personaje bastante
desconocido y quería descubrir más de ella. El personaje de Bledel empieza
fuerte, pero a medida que la temporada avanza va perdiendo protagonismo, con
excepción del episodio final que me dejó con la boca abierta, y esto también le ocurre por desgracia a tía Lydia. Ann Dowd se llevó un Emmy el año
pasado por este papel, Bledel también lo ganó, y su presencia e interpretación
en el primer capítulo son magistrales y están llenas de fuerza, pero no sé por
qué pero su número de escenas baja considerablemente a medida que avanza la
trama. Tía Lydia es uno de los mejores personajes de la serie y no entiendo qué
ha ocurrido. De momento no hemos tenido ningún flashback del personaje de Dowd,
pero me encantaría ver cómo era antes de convertirse en la pesadilla de las criadas.
¿Cómo llegó hasta ahí? ¿Era antes así?
Si
hablamos de maltrato a ciertos personajes también tendríamos que incluir a Janine,
Luke y Moira. Janine (Madeline Brewer) me encanta, adoro su optimismo e
ingenuidad entre tanta oscuridad y siempre me arranca una sonrisa. Me hubiese
encantado ver algún flashback suyo esta temporada, pero no ha podido ser. Luke,
el marido de June, en la mayoría de ocasiones parece que está de paso y Moira,
con la fuerza y potencial que tiene, aparece de vez en cuando para
recordarnos que todavía sigue ahí. Los personajes de O.T. Fagbenle y Samira
Winley podrían ser el nexo perfecto a ese mundo que vive en libertad, pero que
se resisten en enseñarnos. Podrían mostrarnos la adaptación de Moira en Canadá,
cómo es su vida después de Gilead, la lucha de Luke… Pero hemos visto muy poco
o nada. La serie tiene personajes maravillosos, pero parece
que no se acuerdan de ellos.
Serena y Fred, los Waterford
Si
hablamos de personajes interesantes a los que se les ha sacado partido, este año este privilegio es para Serena (Yvonne Strahovski)
y Fred (Joseph Fiennes). El matrimonio Waterford son dos personajes de lo más
complejos y este año mi personaje favorito ha sido Serena. El personaje de
Strahovski es una mujer de luces y sombras, y hacia el final de la temporada
parece que su caparazón se rompe prácticamente del todo. Serena puede ser vista
como la mala de la película, pero las cosas no son tan simples como nos las
pintan, y en este caso parece que la víctima y la villana van entrelazadas y en
ocasiones, es difícil separar a la una de la otra. Hemos tenido momentos muy
positivos en torno a este personaje como cuando decide que una Martha vuelva a
ejercer su oficio de doctora para salvar a Ángela, o cuando su marido sufre un atentado
y para salvar a su familia se alía con June y trabajan juntas codo con codo a
espaldas de Fred o cuando decide, tras ver el final de Eden, que quiere un
futuro mejor para su hija y las niñas de las demás Esposas, aunque eso
signifique enfrentarse al Consejo y que le cueste, literalmente, un dedo. Por
otro lado, su viaje a Canadá nos enseña que anhela su vida pasada y las protestas contra Gilead hacen que despierte y que se dé
cuenta de que las cosas en su hogar no son tan bonitas y justas como ella pensaba. Al
final de la temporada, permite que June y su hija huyan mostrándonos a la
Serena más vulnerable y humana. No obstante, ha tenido momentos de crueldad imperdonables
como cuando organiza la violación de June a manos de su marido para que el bebé
nazca antes. Veremos cómo evoluciona Serena en la próxima temporada, pero ya os
digo que se ha convertido en mi personaje favorito, junto con Emily, por su
complejidad.
Y
si la señora Waterford es de lo más interesante, su marido, Fred, tampoco se
queda atrás. Este año el personaje de
Fiennes muestra su lado más cruel, pero al mismo tiempo tiene momentos de bondad, pocos
la verdad, como cuando permite que June vea a su hija Hannah. Sin embargo,
Fred tiene un lado muy egoísta y está cegado por las leyes de Gilead aunque él,
y de manera hipócrita, se salta aquéllas que le convienen. A través de esta
temporada me he dado cuenta de que, a lo mejor es una percepción mía, a Fred le
asusta lo que Serena puede llegar a ser, porque si ella quiere, y como se puede
ver en su flashback, tiene mucha más personalidad y fuerza que su marido. Gilead
es perfecta para Fred ya que de esta manera el hombre está siempre por encima
de la mujer y éstas no pueden hacer nada al respecto.
La trama se alarga
Cuando
se anunció una segunda temporada me dio un poco de miedo porque la serie ya no
iba a seguir a la novela. Iba a crear unas tramas completamente nuevas y las he
disfrutado, pero no tendrán que alargarlas mucho porque entonces los síntomas
de desgaste serán más que evidentes. Este año hemos visto cómo June intenta
escapar en tres ocasiones y en las dos primeras la atrapan, pero en la tercera decide
quedarse para salvar a Hannah. Por lo tanto, esto de las escapadas puede volverse
una rutina y eso es peligroso. Además, por otro lado la actitud de June me ha
desconcertado un poco porque en uno de los capítulos la familia que la acoge en una de sus huidas sufre las terribles consecuencias de sus actos, y a través del sentimiento de culpa parece que vuelven a programar a June bajo las leyes de
Gilead. Sin embargo, al final del siguiente episodio vuelve a mostrar una actitud
desafiante y estas contradicciones no me han convencido del todo ya que le quitan consistencia y credibilidad al personaje.
El poder del lenguaje y la
identidad
Los
habitantes de Gilead se rigen bajo diferentes códigos a la hora de expresarse,
pero esta temporada he visto dos momentos que me han encantado. El primero está
protagonizado por las criadas cuando en un capítulo todas deciden presentarse
entre ellas con sus verdaderos nombres, y de esta manera consiguen de nuevo esa
identidad propia que tanto les niegan. Por otro lado, en el capítulo en el que
June se encuentra desaparecida, Fred y Serena discuten sobre dónde puede estar
la criada. En esta discusión, Serena le recrimina a su marido que no le extraña
que June haya huido porque el día anterior la violó. Tenemos que recordar que las
llamadas Ceremonias en Gilead son en realidad violaciones, pero los Comandantes
y sus esposas parecen no verlo así ya que para ellos es un acto sagrado para concebir
vida. Sin embargo, en esta escena Serena llama a las cosas por su nombre y es la
primera vez que una de las Esposas dice la palabra violación y por lo tanto, reconoce
las agresiones sexuales que sufren todas las criadas.
The handmaid’s tale puede
presumir de poseer una de las historias más potentes y valientes que
tenemos en la actualidad, pero si no quiere caer en la monotonía debe dar un
paso al frente y arriesgar. Tiene que dejar de jugar en terreno seguro y
mostrarnos de una vez por todas la esperada revolución y cómo afectará a Gilead.
A pesar de esto, es una serie que hay que ver sí o sí por su excelente realización, por cómo cuida el más mínimo detalle y por su perfecto reparto. Te implicas en la historia por completo y una vez más nos
demuestra que este futuro lejano, que en teoría es imposible que ocurra, podría
producirse mañana mismo.
¡Hasta
la próxima!
Si
queréis acceder a mi página de Facebook, haced click aquí
Fotografías:
Hulu
¡Hola! Hace poco terminé la segunda temporada de la serie. Estoy de acuerdo en todo contigo, aunque a mi no se me ha hecho repetitiva. Vale que sí es cierto que en algunos aspectos lo es, pero no se´, me gusta tanto la serie y los personajes...
ResponderEliminarMis personaje preferidas son Serena (pienso que con el tiempo cambiará incluso de bando), por supuesto June y de las secundarias me encantan Janine y Emily. Y el final....
Estoy deseando una tercera temporada
Besos
¡Hola, Marian! A mí también me ha encantado y la he disfrutado mucho. Creo que es una serie apasionante, pero me da miedo que la alarguen demasiado y caiga en la rutina.
EliminarEsta temporada mi personaje favorito, al igual que tú, ha sido Serena. Este año le han dado más desarrollo y tiempo en pantalla y es, ahora mismo, el personaje más interesante de la serie. Está llena de luces y sombras, y la serie ha jugado mucho con esto ya que cuando bajabas la guardia con ella, de repente ocurría algo que hacía que la odiaras otra vez. Su final para mí está lleno de esperanza y espero que poco a poco deje su papel de villana. Serena es el ejemplo perfecto de lo que podría ser la víctima de una secta. Te lavan la cabeza y puedes llegar a cometer actos atroces, pero es aquí cuando la gente se pregunta si los has hecho por tu cuenta o porque te han cometido la cabeza. Sin duda, este sería un debate muy largo ;)
También adoro a Emily y Janine, son geniales. A ver qué les depara la tercera temporada. Y con respecto al final, si se deciden por la revolución, que espero que así sea, yo le daría a la serie, como mucho, dos temporadas más. Quiero que se despida por la puerta grande como la gran serie que es.
¡Ahora a esperar a la nueva entrega!
Ah, y si quieres debatir sobe la serie, aquí estoy ;)
¡Un beso!
Me pasa como a ti, que me da miedo que si la alargan demasiado, pierda su chicha. Yo ya tengo mi final perfecto, te lo cuento: hay revolución y por supuesto ganan los buenos, los oprimidos. Serena Joy se arrepiente de todo lo que ha hecho, se da cuenta de todo, de que ella es también una mujer y sa pasa al otro lado, al de los buenos, dejando a su marido con un palmo de narices (por supuesto su marido no sobrevive a la revolución, que le den...)
EliminarJune se reencuentra con sus dos hijas y por supuesto con su marido Luke y Moira y todo vuelve a ser como antes de la existencia de Gilead. Emily y Janine también sobreviven.
Nick, aunque yo creo que quiere a June, también muere en la revolución.
En fin, que a gusto me he quedado..., jeje y vaya rollo que te he echado.
Te he buscado por instagram por si estabas por ahi y poder debatir más cómodamente que por aquí
Un beso
¡Hola, Marian!
Eliminar¡Me encanta tu final! Y de hecho, es prácticamente calcado al mío. Espero que June sobreviva porque lo merece y en cuanto a Nick creo que también morirá. Es que si te lo pones a pensar June está enamorada de dos hombres. Si sobrevivieran los tres, ¿a quién escogería? Espero que Serena se rebele, el personaje lo merece.
Sí que tengo Instagram, me hice una cuenta hace unos días, pero todavía no he puesto nada. Es laura_lamiel ;)
¡Un beso, guapa!
Otra serie que me apunto. Santo Cielo, esto es un no parar...
ResponderEliminarMuy buena tu reseña.
¡Nos leemos!
¡Hola, Israel!
Eliminar¡Muchas gracias! Es una historia muy dura, pero merece la pena verla. Creo que es muy necesaria.
¡Nos leemos!