Especial Halloween: La Costa de Alabastro, de Victoria Álvarez

¡Hola, chic@s! Como ya sabéis este mes el blog se pone sus mejores galas para darle la bienvenida a Halloween y este año, mi primera propuesta para la noche del 31 de octubre es La Costa de Alabastro, la primera novela corta de Victoria Álvarez.

La Costa de Alabastro se sitúa poco tiempo después de la Segunda Guerra Mundial y en ella vemos cómo la señorita Baudin, una joven enfermera, llega a una ruinosa y aislada mansión para cuidar de la pequeña Sophie, una niña que se encuentra a las puertas de la muerte. Lo que en un principio iba a ser una estancia tranquila y rutinaria pronto se convertirá en una pesadilla para la joven enfermera ya que la mansión parece esconder más de un secreto en forma de inquietantes presencias que nos pondrán los pelos de punta. ¿Hay fantasmas en la famosa mansión conocida como Monjoie?

El octavo trabajo de Victoria Álvarez resulta de lo más novedoso para aquellos que la seguimos desde Hojas de dedalera allá por 2011 porque Victoria siempre nos ha tenido acostumbrados a novelas de larga extensión, pero en esta ocasión nos demuestra que también sabe desenvolverse en historias mucho más cortas y una vez más lo vuelve a hacer muy bien.

El primer punto que me gustaría destacar es cómo la salmantina sabe introducirnos en la historia desde la primera página y desde el principio ya ponemos todos nuestros sentidos en alerta porque se puede percibir la inquietante atmósfera que rodea a Monjoie. Esta atmósfera es un homenaje a los relatos góticos y lo que más me ha gustado es que este ambiente se vuelve cada vez más opresivo e inquietante a medida que avanza la trama. Reconozco que no me ha llegado a dar miedo, pero durante toda la lectura estuve en vilo porque no sabía lo que me iba a encontrar en la siguiente página y estuve atenta a cualquier pista, aunque fuera mínima, que pudiera indicarme qué estaba ocurriendo en la mansión. Victoria juega muy bien con la intriga porque vemos la historia desde el punto de vista de la protagonista y solo somos conocedores de lo que ven sus ojos. Por lo tanto, conocemos sus impresiones y sensaciones de primera mano haciendo que nos sintamos bastante involucrados en la historia ya que nosotros somos la enfermera Baudin.

Los personajes me han gustado mucho porque están, al igual que Monjoie, rodeados de un gran misterio y son de lo más enigmáticos. Sin embargo, quiero destacar a la joven enfermera Baudin, la gran protagonista de esta historia, una mujer que empieza de una manera y termina de otra, y es ella la que hace grande a esta novela corta porque es un personaje mucho más complejo de lo que yo esperé al principio. Cuando llegué al final tuve que reflexionar sobre ella y su historia ya que me di cuenta del componente dramático y macabro que hay detrás de la joven y por lo tanto, de la trama ya que ella es La Costa de Alabastro. Estamos ante una novela de fantasmas, pero como bien reza el inicio del libro los monstruos son reales, y los fantasmas también. Viven dentro de nosotros y, a veces, ganan. Estas palabras adquieren un gran significado cuando cierras el libro y le proporciona al relato una gran profundidad.

Si estáis buscando un libro para leer del tirón la noche de Halloween La Costa de Alabastro es la lectura perfecta ya que nos ofrece una gran historia de fantasmas que se disfruta de principio a fin. Los personajes tienen un magnetismo muy especial y la ambientación es magnífica. Cuando la enfermera Baudin entra en la casa nosotros lo hacemos con ella y desde ese momento tenemos que averiguar si lo que vemos es realidad o ficción. Monjoie es un lugar de lo más tétrico y si no nos andamos con cuidado puede llegar a engullirnos. Y ahora os pregunto, ¿estáis dispuestos a perderos en La Costa de Alabastro?

¡Hasta la próxima!

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