Los testamentos, de Margaret Atwood

 


¡Hola, chic@s! Margaret Atwood escribió El cuento de la criada en la década de los ochenta (se publicó en 1985) como respuesta a las protestas de diferentes sectores que no veían con buenos ojos que las mujeres fueran ganando presencia en terrenos que antes parecían estar reservados exclusivamente a los hombres. La historia de June/Defred se ha convertido en un clásico moderno, además de ser una lectura obligatoria, ya que a pesar de ser una distopía trata temas que, desgraciadamente, ya son una realidad. La obra de Atwood se reeditó en 2017 coincidiendo con su adaptación a la pequeña pantalla y ambas tuvieron un éxito arrollador. La primera temporada de la serie culminó prácticamente de la misma manera que lo hace la novela, pero esto no le impidió seguir adelante y crear su propio viaje; por lo tanto, las temporadas dos y tres (y las que puedan venir en un futuro) vuelan solas sin el soporte del libro, pero esto parece que podría cambiar. En 2019 Atwood decidió volver a la carga y contar la historia de Gilead desde tres puntos de vista diferentes. ¿La razón? Muchos creen que se debe al éxito de la serie, pero esto está lejos de ser verdad ya que si El cuento de la criada vio la luz por las protestas machistas que se produjeron en los ochenta, en esta ocasión Los testamentos, su segunda parte, aterrizó en las librerías como respuesta a Donald Trump y su ascenso al poder.

Los testamentos arranca 15 años después de la historia de June y en esta secuela comprobamos que Gilead todavía sigue en pie, aunque sobre ella se cierne la amenaza de un más que posible derrocamiento. Es un momento delicado para este régimen teocrático y para contarnos este momento tan crucial, Atwood escoge a tres mujeres, tres voces narrativas muy potentes y diferentes entre sí, que cruzarán sus caminos y nos llevarán a una trama completamente adictiva. Estas narradoras son muy interesantes porque dos de ellas son adolescentes y no podrían pertenecer a bandos más diferentes, ya que mientras una se ha criado bajo el sistema opresivo de Gilead; la otra lo ha hecho al otro lado, más concretamente en Canadá, un lugar lleno de libertad y de rebeldes que conspiran para acabar con el lugar en el que cientos de mujeres se encuentran prisioneras, algunas, sin ni siquiera saberlo. La tercera voz narradora es la de Tía Lydia, la famosa villana de El cuento de la criada, y que en esta entrega nos ofrece una cara muy diferente.

La llegada de este libro a las librerías estuvo llena de comentarios buenos y otros malos, porque muchos creyeron que esta secuela era innecesaria y probablemente empañaría el recuerdo de su antecesora. Al principio tuve mis dudas, pero al mismo tiempo quería saber cómo continuaba la historia. Menos mal que le di una oportunidad porque este nuevo capítulo que nos trae Atwood me ha encantado; me leí la novela en un abrir y cerrar de ojos y su pluma me emocionó una vez más.

Puede que este libro no tenga el valor literario de El cuento de la criada ya que en la primera entrega descubrimos un mundo impactante y totalmente nuevo con unos personajes sublimes que dejaron huella en los lectores; por lo tanto, en esta secuela ya estamos familiarizados con el entorno y sabemos con qué nos podemos encontrar, pero esto no tendría que quitarle mérito porque es una historia fascinante y emocionante. Por un lado, tenemos la trama, que nos vuelve a sumergir en Gilead y este regreso permite a la autora expandir la mitología de dicho lugar; y por otro, tenemos unos personajes que conectan con el lector porque están muy bien construidos y por toda la historia que tienen detrás. Personalmente, me ha encantado que la Tía Lydia sea una de las narradoras ya que esta villana es mucho más que eso y su complejidad es una maravilla. Es una gozada leer sobre ella porque no sabes con qué te vas a encontrar, pero al final podemos ver si esta villana continúa siéndolo o, finalmente, la balanza se decanta hacia el otro lado.

Los testamentos es una secuela brillante, llena de fuerza e intriga, en la que Atwood no desperdicia ningún capítulo llenándolos de una gran emoción y un ritmo trepidante. Sus tres maravillosas protagonistas traen con ellas un mensaje y una denuncia muy potentes donde vemos cómo las mujeres son reducidas a la nada y cosificadas debido a una estructura social patriarcal. Este mensaje de lucha tiene mucha fuerza e impacta porque las escenas que narra Atwood también han ocurrido (y siguen ocurriendo) en la vida real. Por eso conectamos tanto con esta historia, porque nos sentimos identificados y sabemos reconocer muchas de las situaciones que la autora canadiense plasma en las páginas. Por otro lado, la gran revelación de este libro es que no se olvida de June, y su historia, de manera indirecta, está presente en toda la trama. Creo que esta secuela debería incluirse en la serie de El cuento de la criada porque le daría un cierre muy satisfactorio a la producción. Ha superado mis expectativas y me ha dejado con muy buen sabor de boca. La espera, sin ninguna duda, ha valido la pena.

¿Habéis leído Los testamentos?

¡Hasta la próxima!


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Comentarios

  1. ¡Hola Laura! De acuerdo contigo en todo lo que dices sobre Los testamentos, ya sabes que la leía hace unos meses y que me gustó mucho (también soy seguidora incondicional de la serie que me tiene embelesada, ojalá siga por los derroteros de esta secuela. No sabía lo de que vio la luz como respuesta a Donald Trump y su ascenso al poder, que interesante, al final será lo único bueno que nos podría haber traído el mandato de este señor.
    Lo que más me gustó de la novela fue sin duda conocer más al personaje de Tía Lidia, que es tan especial y ha dado tanto de sí, es un personaje que no tiene desperdicio y me ha encantado conocerla más a fondo, saber más acerca de su anterior vida, antes de Gilead.
    Me alegra que como yo, la has disfrutado
    Besos

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    Respuestas
    1. ¡Hola, Marian! Esta secuela ha superado mis expectativas. Pero por completo. Recuerdo que fue empezarla y no poder parar de leer. Muchos dicen que el ritmo de la prosa de El cuento de la criada es bastante lento y eso es lo que ha hecho que no se animen con esta segunda parte, pero aquí el ritmo es trepidante. Me han gustado mucho las tres protagonistas, pero Tía Lydia es la número 1 por las características de su personaje, ya que es una villana, pero tras esta imagen se esconde mucho más. Espero que el final de Los testamentos sea también el de la serie.

      ¡Un beso!

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