Dune (2021)

 

Fuente: Warner Bros

¡Hola, chic@s! Dune, la película basada en la novela homónima de Frank Herbert, era una de las grandes citas cinéfilas de 2020, pero la pandemia hizo que su llegada a los cines se retrasara hasta septiembre de 2021. El año pasado, y ante la incertidumbre de si se iba a estrenar o no, decidí leerme el libro y la verdad es que me gustó mucho ya que el autor crea un mundo fascinante lleno de personajes muy potentes que hizo que me quedara pegada a sus páginas. La mitología de Dune es muy grande y en un par de horas no se puede abarcar toda la historia porque esto haría que muchas cosas se quedaran fuera y no sería justo para la narración y todo el contexto que la rodea; por lo tanto, y si las cosas se quieren hacer bien, una adaptación de estas características debería tener una duración de entre 4 y 5 horas. Denis Villeneuve, su director, parece habérselo tomado muy en serio y ha decidido dividir la novela de Herbert en dos partes (la segunda aún no se ha rodado, pero ya se encuentra en producción) haciendo que su primera entrega sea la encargada de presentar y consolidar las bases de la historia para que cuando lleguemos a su esperado clímax el espectador ya haya asimilado bien todo su universo.

Dune nos presenta a los Atreides, una casa pseudo-feudal que, junto al resto de otras casas, dirige el imperio intergaláctico. El patriarca, el duque Leto, y su familia han sido los escogidos por el Emperador para gobernar Arrakis, un planeta desértico que pondrá en peligro la continuidad de los Atreides debido a las conspiraciones que se urden a su alrededor. Sin embargo, y a pesar de que estos conflictos marcarán el trayecto del argumento, el epicentro de la historia es Paul, el primogénito del duque, un joven que parece ser el elegido para cambiar el rumbo de los acontecimientos al estar destinado a convertirse en una figura a la que miles de personas seguirán como si de un Mesías se tratara. ¿Estamos ante un inminente y poderoso profeta?

Dune es una odisea espléndida dividida en dos actos que nos ayudan a conocer los escenarios y los personajes que se encuentran en él, al mismo tiempo que presenta los conflictos y los miedos a los que se tendrán que enfrentar sus protagonistas. Uno de los hándicaps a la hora de adaptar esta novela es precisamente el complejo e inmenso mundo que la conforma, por eso me parece fantástico que la película esté dividida en dos partes para poder exponer bien todo el contenido que es necesario y de esta manera definir de manera notable todos los aspectos de la obra y que el espectador no se pierda en ella. Al principio de este párrafo he dicho que la película nos presenta los dos primeros actos, pero más bien sería el primer acto en su totalidad y parte del segundo, ya que el joven Paul Atreides aún tiene que continuar aprendiendo y evolucionando para poder llegar al conflicto principal y darle una resolución.

Una de las grandezas de esta obra es precisamente el destino que le aguarda al hijo del duque Leto, ya que tanto en la novela como en la película te van dando pinceladas de cómo será y este enfoque, además de añadirle épica, también infunde emoción en el espectador ya que no puedes esperar para ver cómo quedará representado. No obstante, y antes de llegar a ese punto, aún queda un largo camino por recorrer que tampoco está falto de espectacularidad y heroicidad y que no decepciona en absoluto.

Semanas antes de su estreno se recalcó que esta era una película que debía verse en el cine y no en casa, y no podría estar más de acuerdo. La épica de Dune reside en una gran potencia visual (la fotografía de Greig Fraser es inmejorable) que viene acompañada de la magnífica banda sonora compuesta por Hans Zimmer. En esta película puedes sentir el calor y la sed que sus personajes sienten en el desierto y las escenas de acción hacen que te quedes pegado a la butaca conteniendo la respiración. El sonido es impecable y en algunos momentos parecía que el suelo del cine temblaba. Es una experiencia muy gratificante y por eso os recomiendo encarecidamente verla en pantalla grande. Merece mucho la pena.

Dune es una adaptación bastante fiel al libro y personalmente pienso que han preparado muy bien el terreno para lo que aún está por venir. Como he dicho antes, estamos ante un universo complejo y grande en el que la política, la filosofía, el esoterismo, la religión o la ecología juegan un papel importante y la película de Villeneuve ha sabido introducir muy bien todos estos aspectos. Uno de los personajes, al final de la película, dice que esto es solo el comienzo, y no podría estar más de acuerdo. La grandeza de Dune aún no ha acabado y tengo muchas ganas de ver el camino que le queda por recorrer a Paul Atreides. ¿Se confirmarán las sospechas y se convertirá en un líder a seguir o será todo lo contrario? Esto puede recordar mucho a Star Wars, pero no olvidemos que Dune se escribió mucho antes de que la saga de George Lucas aterrizara en los cines, más concretamente en 1965, así que se podría decir que los Skywalker han bebido de esta novela.

¡Hasta la próxima!

 

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