Spencer (2021)

 

Fuente: Neon

¡Hola, chic@s! En 2016 el cineasta de origen chileno Pablo Larraín retrató en Jackie a una de las figuras más importantes del siglo XX: Jackie Kennedy. No contento con esta labor, el director vuelve a los cines para analizar a otra figura femenina que, además de ser otro gran personaje de dicho siglo, roza el estatus de icono, mito y leyenda: Diana de Gales. La malograda princesa fue una mujer que acaparó millones de portadas y todos llegamos a conocerla muy bien (o eso creemos). Se ha escrito muchísimo sobre ella y se la ha personificado en cine y televisión, pero Larraín nos ofrece un punto de vista renovador ya que, y como ya ocurrió con Jackie, este no se apoya en una narrativa convencional y nos regala una nueva cara de Diana que deja huella.

Spencer transcurre durante 3 días, más concretamente durante las últimas fiestas navideñas que la princesa pasó en Sandringham junto a la Familia Real Británica. En ese momento, Diana ya sabía que su matrimonio con Carlos estaba más que roto y su situación personal y salud mental no eran buenas, y Larraín nos mete dentro de su dolor y desesperación de manera excelsa.

Esta película es toda una experiencia que te descoloca e impacta porque el cineasta nos expone esta historia desde la perspectiva de Diana y lo hace a través de elementos líricos, oníricos y de cuento de terror. El cuento de hadas no es el que ella había soñado y su dolor y soledad la aprisionan por completo. El espectador siente en primera persona esta angustia y hay momentos de claustrofobia y tensión que se te graban en el cuerpo. La protagonista es analizada a través de sus miedos y gracias a esto eres consciente del punto tan frágil en el que esta se encuentra.

La encargada de dar vida a Lady Di es Kristen Stewart, una actriz odiada y amada a partes iguales, que aquí hace un trabajo espléndido al conseguir mimetizarse por completo con el personaje. Nunca había visto una película de Stewart, Spencer ha sido la primera, y creo que he entrado por la puerta grande con esta actriz. Muchos ya la sitúan como una de las firmes candidatas para hacerse con el Oscar y creo que sería una injusticia no nominarla. Por otro lado, la actriz lleva prácticamente todo el peso de la película, ya que los actores que la acompañan tienen apariciones pequeñas y breves interacciones con ella, que ayudan a acentuar la soledad que la princesa vive. Diana está rodeada de personas que la vigilan (o acechan) a cada momento, pero al mismo tiempo se desentienden de ella porque es diferente, es la oveja negra de la familia, la descarriada, y este sentimiento se plasma a la perfección.

Spencer es una película que te arrastra al dolor y la angustia de una mujer que lucha por salir de una familia y una institución que la oprimen y no la dejan volar. Diana quiere amar y ser amada, pero esto se le niega de manera reiterada. Sus hijos son el ancla que la mantienen en la realidad y los que también le permiten sentir ese amor que tanto busca una y otra vez. Cuando ves esta película, o cualquier otra historia centrada en la Princesa de Gales, siempre vuela a su alrededor un aura de tristeza y tragedia por el destino que le aguardaba. Pienso que fue un personaje trágico desde su niñez, ya que nunca pudo disfrutar realmente de la felicidad, y estuvo sentenciada desde el principio. La película de Larraín transmite muy bien todo esto y, una vez llegas al final, no te la puedes quitar de la cabeza. No creo que sea apta para todos los públicos debido al enfoque tan íntimo y especial que tiene, pero esto también es un aliciente para ir al cine y descubrirlo por vosotros mismos.

¡Hasta la próxima!

 

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