The Morning Show Temporada 2

 

Fuente: Apple TV+

¡Hola, chic@s! La primera temporada de The Morning Show bajó el telón con Alex Levy (Jennifer Aniston) y Bradley Jackson (Reese Witherspoon) revelando ante millones de espectadores el ambiente de acoso que se vivía en su programa y denunciando el comportamiento depravado de Mitch Kessler (Steve Carell), la estrella del matinal, y sus cómplices. El personaje quedó sentenciado y se hizo justicia, y para mí fue un final redondo ya que con él se dio un gran paso a la hora de destapar y denunciar unas actitudes que hasta ahora se tenían muy normalizadas. La primera temporada fue concebida como una comedia, pero, durante su desarrollo, el movimiento MeToo estalló y al tratarse de una serie sobre la actualidad, ¿qué mejor manera de empezar que retratando lo que estaba ocurriendo en el mundo real? Por lo tanto, la serie se reformuló y mostró una historia que luchaba contra las dinámicas de poder y ponía sobre la mesa comportamientos machistas que la gente, hasta ese momento, aceptaba. Como consecuencia de estos sucesos, muchos personajes experimentaron una especie de despertar que los obligó a replantearse muchas cosas y a ver la vida de otra manera. El final de la serie fue esperanzador y a partir de ahí el espectador podía imaginar cualquier tipo de continuación, pero esto no ha sido posible porque la serie ha vuelto con una segunda temporada que nos muestra qué ocurre después de ese final feliz y nos enseña que la realidad no es tan bonita como nosotros la imaginamos.

Parece que esta serie va ligada a la palabra reformulación, ya que cuando la segunda temporada ya estaba en marcha ocurrió algo que todos conocemos muy bien: la llegada del coronavirus. Debido a ello, la serie volvió a cambiar su trama para adaptarse a la actualidad y en esta segunda entrega vamos a ver los efectos de la pandemia, pero también otros temas que nos acompañan en nuestro día a día.

Os voy a ser sincera: me ha encantado esta temporada. La he disfrutado muchísimo porque es una serie que no da respiro. Su ritmo es trepidante y sus tramas y personajes tienen una ambigüedad que te obliga a no bajar la guardia con ninguno de ellos. Por lo tanto, se puede decir que la esencia de la primera temporada sigue intacta. La serie empieza con la última noche del 2019 y todo el mundo está ansioso por empezar 2020, un año redondo que ilusiona a muchos, pero lo que no sabemos (o a estas alturas son ellos los que todavía no lo saben) es que los siguientes 366 días (no hay que olvidar que fue bisiesto) serán un annus horribilis que nos marcará. Creo que ha sido un gran acierto retratar esto porque inevitablemente te sientes reflejada en la historia. Compartes la misma ilusión y expectación que los protagonistas, pero sabes que la bomba está a punto de explotar. Muchos de nosotros pensamos que la pandemia pasaría sin hacer mucho ruido y esto también se ve en la serie, ya que mientras los personajes están luchando contra sus propios conflictos, el coronavirus se va acercando de manera silenciosa hasta que al final estalla. Os reiréis con lo que os voy a decir, pero esto me recordó un poco a Juego de Tronos y los Caminantes Blancos, ya que mientras los personajes estaban muy ocupados orquestando traiciones, batallas y conspiraciones, el enemigo se acercaba sin hacer ruido. Pues aquí ha pasado lo mismo. Ha sido duro volver a ver cómo el coronavirus se apoderaba de nuestras vidas y cómo tuvimos que cambiar nuestra manera de vivir para poder seguir hacia delante. La serie lo retrata muy bien y desde aquí les doy mi enhorabuena. Sin embargo, este no es el único tema que veremos porque el racismo, la homofobia o la cultura de la cancelación también tendrán un papel muy importante. Hoy en día, las redes sociales gozan de un poder abrumador y sabemos que con un solo click podemos encumbrar o hundir a una persona.


Julianna Margulies interpreta a Laura, un personaje que me ha encantado. Fuente: Apple TV+

Los personajes son fantásticos porque son claroscuros y te ofrecen una de cal y otra de arena, y en este punto me gustaría destacar a Alex Levy, el personaje de Aniston. La actriz, al igual que el resto del reparto, vuelve a ofrecer una interpretación excelente, pero su personaje me desconcierta. Al final de la primera temporada, Alex no solo denuncia lo que ha ocurrido en el matinal, sino que también asume su responsabilidad por no haber hecho nada por impedirlo. Sus declaraciones la encumbran a lo más alto y muchos la definen como una nueva líder feminista (incluso como la Novia de América, que, por cierto, es un paralelismo interesante con Aniston), pero la realidad es otra ya que en la segunda temporada su personaje da un paso atrás y su único objetivo es desligarse de Mitch y todo lo que a este le rodea para así poder salvar su propia imagen. Alex es un personaje que quiere gustar, y los de su alrededor fingen que la quieren, pero la realidad es más bien distinta. Ella cree que si no cae bien a alguien entonces la culpa es de esa persona y nunca asume su responsabilidad en el asunto. Además, y aunque Alex saque de quicio hasta a sus seres más cercanos, si esta se encuentra en apuros todos acuden al rescate a pesar de su más que cuestionable comportamiento. Ahora mismo Alex está en el mismo punto que en el que se encontraba al final de la primera temporada: a un paso de la redención. Y ahora mi pregunta es: ¿conseguirá continuar por este camino o volverá a descarrilar? Por último, y en lo que a los personajes se refiere, me gustaría decir que he empatizado mucho con Bradley, personaje al que da vida Reese Witherspoon. Bradley tiene una vida profesional de éxito, pero esta difiere mucho de su inestable vida familiar. La joven, sin quererlo, se ha convertido en la matriarca y su familia, tanto para lo bueno como para lo malo, la hace responsable de todo. Debido a ello, Bradley no tiene libertad para volar sola y trazar su propio camino ya que todos dependen de ella. La periodista se encuentra en una encrucijada ya que quiere ser libre pero, por otro lado, los sentimientos que tiene por los suyos la atan por completo (aunque estos sean destructivos para ella y su familia la vea como la gallina de los huevos de oro). Esto es algo que he vivido de cerca y podía sentir su frustración, rabia y tristeza.

La serie, a pesar de ser fantástica, tiene dos puntos que no me han convencido del todo. El primero se centra en su amplio reparto, ya que siento que hay demasiados actores y debido a esto hay algunos que están desaprovechados. Y el segundo punto se centra en la trama de Mitch Kessler, el principal antagonista de la primera temporada. En esta segunda entrega vemos qué ocurre con la antigua estrella del matinal y con él se exponen temas como el perdón y la autorreflexión. Su historia ha transcurrido alejada de la del resto del reparto y por eso sus escenas me han desconectado un poco de la trama principal. Además de esto, creo que han perdido una oportunidad de oro con este personaje porque se han quedado a medio gas y no han sabido darle una conclusión que esté a la altura. No voy a revelar nada porque sois vosotros los que debéis ver y juzgar, pero para mí el personaje de Steve Carell debería de haber acabado su viaje al final de la primera temporada debido al impacto que tuvo y la denuncia que hubo hacia el tipo de comportamiento que representaba.  En cuanto a esto, el movimiento MeToo vuelve a estar presente, pero siento que la trama está inacabada y espero que continúen con ella en la tercera temporada porque todavía hay mucho que decir y no sería justo zanjarla de esta manera.

La segunda temporada de The Morning Show me ha gustado muchísimo porque es una serie que consigue captar tu atención desde el primer minuto. Cada capítulo es una carrera a contrarreloj que no te quieres perder por nada del mundo y la verdad es que merece mucho la pena. Esta serie fue concebida como una miniserie, pero tanto Aniston como Witherspoon se han tomado al pie de la letra el famoso the show must go on y han vuelto para mostrar el lado bueno y malo de unos personajes que viven por y para la actualidad. La tercera temporada ya está confirmada y me muero de ganas por saber cómo continuará porque estos personajes, a pesar de no ser perfectos y moralmente ambiguos, consiguen que te quedes enganchada a ellos y con ganas de más. ¿Con qué nos sorprenderán en la nueva entrega?

¡Hasta la próxima!

 

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Comentarios

  1. ¡Hola de nuevo, Laura!
    aquí estoy para contarte lo que me ha parecido la segunda temporada que acabo de terminar. Uffffff, todavía estoy con el alma en un puño, menuda final de temporada..., me ha flipado. Los dos últimos capítulos son fascinantes y el tema covid, lo ha hecho todo más perturbador aún. Por cierto, ¿te acuerdas cuando te comenté que yo pensaba que Cory estaba enamorado de Bradley?, si es que no suelo equivocarme, jeje y también pensé desde el principio que Chip lo estaba de Alex y creo que no andaba desencaminada (ya sabes ese último giro que te deja ojiplática cuando le llaman para hacerse el test covid). Coincido contigo en lo que no te ha convencido de la serie, en lo de los muchos personajes y en lo de la trama de Mitch. Quedo como tú ansiosa por ver esa tercera temporada. ¡Qué ganas...!
    Besos y muchísimas gracias por la recomendación de la serie

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    Respuestas
    1. ¡Hola, Marian! Creo que no puedo añadir nada más porque coincido en todo lo que has dicho. Y sí me acuerdo de cuando me dijiste que creías que Cory estaba enamorado de Bradley jajajaja Cuando leí tu comentario me reí porque habías dado en el clavo pero no te dije nada porque aún no habías visto la segunda temporada.

      ¡Qué ganas de ver la tercera entrega! Tengo mucha curiosidad por ver por dónde tirarán. Me alegra mucho que te haya gustado tanto <3

      ¡Un beso!

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