El Ocupante (The Little Stranger), de Sarah Waters

¡Hola a tod@s! Tras un mes de febrero de lo más cinéfilo decidí darle una semana de descanso al blog ya que el mes pasado me emocioné bastante publicando críticas de las películas que optaban a los premios Oscar y acabé agotada. Tras este pequeño parón hoy os traigo la reseña de un gran libro que, sin embargo, me dejó un poco fría y ahora sabréis la razón.

La entrada de hoy está dedicada a El ocupante (The Little Stranger), de Sarah Waters, una novela que leí cuando cursé la asignatura de Crítica de la literatura en inglés el año pasado. La premisa que nos trae Waters es muy atractiva ya que la historia empieza con la llegada del doctor Faraday a Hundreds Hall, una mansión venida a menos, al igual que los Ayres, la familia que habita en ella, para atender a Betty, la criada. Cuando Faraday llega a la mansión, una aterrorizada Betty le confiesa que una extraña presencia habita en la casa y a partir de este momento, el lector será testigo de los diferentes sucesos con tintes paranormales que ocurrirán en el interior de esta. Porque… ¿hay fantasmas en Hundreds Hall?

A simple vista podríamos decir que estamos ante la típica historia de fantasmas, pero esta novela es mucho más compleja de lo que en un principio podemos llegar a pensar. Veamos, El ocupante nos traslada a la Inglaterra de la posguerra, cuando el Imperialismo Británico llegaba a su fin y con él la decadencia de las viejas clases. Muchas de las familias que vivieron una época dorada observan ahora como sus días de gloria quedaron atrás al mismo tiempo que el auge de la clase obrera es cada vez más evidente. Por lo tanto, Waters nos adentra en una época que muchos de nosotros podemos desconocer y la analiza gracias a los protagonistas de esta historia.

Los personajes principales que encontraremos en ella serán el doctor Faraday, Betty y la familia Ayres, que está compuesta por la señora Ayres, una mujer que intentará mantener las apariencias, y los dos hijos de esta: Roderick, que ha vuelto de la guerra con estrés postraumático y Caroline, una chica un tanto excéntrica. Los personajes están muy bien perfilados, muestran una gran complejidad y gracias a ellos el misterio que habita dentro de la mansión será más complicado de lo que pensamos ya que cada uno aportará su propio punto de vista. Por un lado, tenemos el punto de vista racional de Faraday y por otro, la opinión de Betty basada en las supersticiones y precisamente esto es lo que hace de El ocupante una novela tan interesante ya que Waters juega con el lector durante toda la lectura al no mostrar de una manera explícita lo que ocurre en la mansión. Mientras iba leyendo no paraba de hacer teorías y llegué a un punto en el que vi claramente lo que la autora estaba haciendo conmigo: me estaba manipulando. En primer lugar, me mosqueé un poco ya que no conseguía encontrar una explicación, pero por otro, me encantaba ya que estaba siendo retada. Por lo tanto, lo que en un principio parecía ser la típica historia inglesa de fantasmas, al final acaba siendo mucho más porque Waters juega contigo y puedes llegar a pensar que hay una línea muy fina que separa lo paranormal de la locura. Así que id al tanto si os animáis a adentraros en Hundreds Hall.

Hasta aquí podéis ver que El ocupante es una novela de lo más interesante que reta al lector y los puntos aportados pueden ser más que suficientes para darle una oportunidad. Sin embargo, el único pero que le pongo a este libro es la manera en que está narrado. Waters narra esta historia usando a Faraday como narrador, por lo tanto conocemos este cuento de terror desde su punto de vista, y lo hace a través de una prosa sencilla, elegante y detallista, pero en ocasiones, la lectura se me ha hecho un poco pesada y lenta porque se recrea en muchos detalles que entorpecen el ritmo de la lectura. En este sentido, ha sido muy irregular ya que cuando pensaba que la historia se iba a poner interesante de repente ocurría algo que impedía su desarrollo y la monotonía se apoderaba de la historia. Esto, para mí, ha sido el único pero de la novela ya que en muchos aspectos tendría que haber ido más al grano para no entorpecer la agilidad y el encanto de este cuento

En resumen, podríamos decir que El ocupante es una novela que cuenta con una ambientación y unos personajes excelentes, pero el único punto negativo es que la lectura puede ser un poco densa. La autora juega con nosotros y aun así no queremos dejar de leer para descubrir finalmente qué o quién se esconde dentro de esas paredes. La casa es un símbolo de esa época decadente y en su interior se esconden muchos misterios que invitan a ser descubiertos. Aun así, me gustaría acabar esta entrada con las siguientes palabras:

¿Realmente hay alguien dentro de la casa? Cuando lleguéis al final, y al igual que sus personajes, tendréis vuestro propio punto de vista.

¡Hasta la próxima!

8/10

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