Penny Dreadful: Tercera temporada (2016)

Esta entrada contiene spoilers

¡Hola, chic@s! Hoy os traigo mi crítica de la tercera y última temporada de Penny Dreadful, la serie de Showtime que ha sabido irse por la puerta grande. Muy pocos sabíamos que este iba a ser el último año de la serie y su final ha generado polémica ya que algunos no están contentos con el desenlace que se le ha dado a Vanessa Ives y a sus aterradores, pero maravillosos amigos.

Penny Dreadful es una habitual de mi blog y los que me leéis ya sabéis que su historia y atmósfera están inspiradas en los relatos góticos y la trama transcurre en un Londres victoriano de ultratumba. Durante las dos últimas temporadas hemos sido testigos de las terroríficas criaturas que se esconden en la oscuridad de la noche esperando en cualquier sombra a su próxima víctima, pero también hemos conocido a la maravillosa heroína de esta historia: Vanessa Ives, esa mujer maldita que lucha contra esa oscuridad que la quiere apartar de la luz. Durante dos años hemos visto (y también padecido) el interminable conflicto que sufre la protagonista y en esta tercera entrega Vanessa ha encontrado, por fin, la solución a su tormento.

El tercer año de Penny Dreadful ha sido, simplemente, soberbio ya que las tramas de la serie han conseguido llevar al límite a muchos de sus protagonistas y gracias a esto hemos visto diferentes matices de cada uno de ellos que los han enriquecido todavía más. En ningún momento esta tercera temporada ha mostrado signos de desgaste, al contrario, ya que ha creado fantásticas historias para sus personajes que nos han mantenido pegados al televisor y su ritmo no ha decaído ni un solo minuto. Por otro lado, también hemos visto la llegada de nuevas incorporaciones que han formado parte de este tenebroso mundo y en esta ocasión, me gustaría destacar a dos de ellos: Drácula y el doctor Jekyll ya que para cualquier amante de la literatura decimonónica estos dos personajes son un auténtico regalo.

Frankenstein y Hyde

Este año hemos visto como muchos de los protagonistas se han corrompido y han acariciado el lado oscuro. Han combatido muchos fantasmas y han abrazado su verdadera naturaleza comprendiendo quienes son y para algunos de ellos se deja un final abierto (aunque el final de Hyde me supo a poco) que invita a especular que será de ellos. Todo esto ha sido representado por un reparto en estado de gracia que nos ha ofrecido unas interpretaciones magníficas y gracias a esto hemos sentido su dolor y angustia. Me quito el sombrero ante ellos. A medida que iba avanzando con la serie me daba cuenta de que las tramas de los personajes estaban avanzando con mucha fuerza y esto era algo que agradecía, pero al mismo tiempo pensaba que era un problema ya que si, en un hipotético caso, la serie renovaba por otro año no sé qué más podían inventar para todos ellos. Tenía miedo de que se perdiese la frescura y la originalidad ya que si Vanessa conseguía desprenderse del villano de esta temporada seguramente otro igual de peligroso la acecharía en un futuro no muy lejano. Por lo tanto, tenía miedo de que la serie se convirtiera temporada tras temporada en “veamos quién es el vil personaje que acecha ahora a la pobre Vanessa”. Desde mi punto de vista, esto no hubiese funcionado ya que sería una fórmula repetitiva que restaría interés y credibilidad a la historia, sin nombrar el estancamiento de los personajes. Menos mal que esto ya lo había pensado su creador y nos estaba llevando a un desenlace que todavía no había sido anunciado, y que por lo tanto desconocíamos, y es aquí donde paso a hablar del tan “polémico” final.

Penny Dreadful finalizó su andadura el pasado domingo con un doble capítulo de infarto en el que el bien y el mal se vieron las caras y en el que la luz venció a las tinieblas. El desenlace que tuvo nuestra protagonista es el que vaticiné hace un tiempo y es el más coherente para el personaje ya que Vanessa muere para encontrar por fin esa paz interior que tanto tiempo se le ha negado. Sin embargo, el trágico desenlace sucede gracias a Ethan, el verdadero amor de Vanessa, que la asesina porque ella se lo ruega. Su muerte vuelve a traer la luz a un mundo que había sido dominado por las criaturas de la noche y tras su marcha sus leales compañeros deben seguir sus respectivos caminos sin ella. La escena final resume muy bien lo que ha sido esta serie: una carta de amor a la literatura gótica y a esas historias decimonónicas que nos trasladan a mundos grises y melancólicos donde las letras sanaban los corazones solitarios. Dos personajes son los encargados de representar todas estas ideas y ambos, durante los últimos instantes de la serie, se reencuentran por última vez en situaciones totalmente opuestas, pero no hay que olvidar que hasta hace poco eran dos almas que vivían en un mismo tormento de soledad y sufrimiento y solamente conseguían encontrar la paz cuando estaban el uno junto al otro. Se podría decir que son dos almas gemelas sin ningún vínculo romántico y es a través de estos dos personajes, y todo el significado que estos transmiten, cuando nos toca decir adiós. Desde mi punto de vista, la serie ha acabado en el momento justo y le ha dado un final maravilloso y emotivo que me emocionó muchísimo. No se puede pedir más.

Ethan y Vanessa

Desde aquí me gustaría decir que agradezco que una serie como esta haya llegado a la pantalla ya que es muy inusual que una historia de estas características encuentre su sitio en un medio visual. Por desgracia, las historias góticas con homenajes a la literatura no suelen despertar a las grandes masas, pero Penny Dreadful es y ha sido un regalo para los que nos consideramos unos amantes de este mundo.

Sin duda alguna, es una serie que me enamoró desde el primer momento y aunque su final ya ha sido desvelado mi idilio con ella continúa. Se ha ido en el momento ideal, en lo más alto, y dejando a sus seguidores con ganas de más. Os echaremos de menos.

10/10

¡Hasta la próxima!

Penny Dreadful: Primera temporada

Penny Dreadful: Segunda temporada

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