Harry y Meghan: Un romance real (2018)
¡Hola, chic@s! Ayer se celebró la boda de
Enrique de Inglaterra con Meghan Markle, y para muchos fue el acontecimiento
del año. Muchos os preguntaréis por qué estoy hablando de los recién estrenados
duques de Sussex en el blog, pues bien desde aquí os confieso que siento una
gran debilidad hacia la Casa Real Británica, aunque creo que esto ya lo he
comentado antes en alguna de mis entradas dedicadas a la magnífica The
Crown. Me fascina su historia, sus miembros, sus escándalos e intrigas, sus
romances e infidelidades… ¡Todo! Y ayer, obviamente, me planté delante
de la televisión para ver el enlace. Me emocioné y me pareció
precioso, además los hijos de la princesa Diana siempre me han caído genial y
esto era un plus. Sin embargo, no os voy a hablar de la boda sino de la
película que el canal de televisión Lifetime rodó cuando se anunció el
compromiso y que nos muestra el romance entre el príncipe y la actriz
estadounidense.
No os voy a engañar, Harry y
Meghan: Un romance real, no es ninguna obra maestra ni pretende serlo,
está hecha para aprovechar el tirón del momento y le da al espectador lo que
este quiere: romance y salseo. Es un film de sobremesa que cuando lo ves ya
sabes lo que te vas a encontrar: una historia un tanto cursi plagada de tópicos, la mención de datos que todos sabemos para crear una complicidad con la audiencia y su trama es de lo más
previsible. ¿Entonces por qué la he visto? La respuesta es simple: ¡estas
películas me encantan! No ocultan lo que realmente son, saben que no son
ninguna obra de arte y les da igual, por eso son buenísimas en lo suyo. Son
casi dos horas de entretenimiento para desconectar y a continuación os dejo los
puntos que más me han llamado la atención.
La pareja protagonista
No sé vosotros, pero a mí estos Meghan
(Parisa Fitz-Henley) y Enrique (Murray Fraser) me han encantado. Ambos son
encantadores, muy carismáticos y atractivos. Hace que conectes muy rápido con
ellos porque además son, en cierto modo, dos outsiders que han tenido
dificultades para encontrar su lugar en el mundo y debido a esto los dos se
entienden y se complementan a la perfección. Parece que ambos son la pieza que
le faltaba al otro para sentirse completos. ¡Ay, qué romántico e ideal es todo!
Lady Di se ha reencarnado en un león
Sí como lo leéis. Literalmente. Hace un
tiempo los medios de comunicación comentaron que el príncipe Enrique estuvo
años sin expresar el dolor que le provocó la muerte de su madre y fue en su
edad adulta cuando todo esa rabia y sufrimiento salieron fuera. La película
comienza con un viaje a Botsuana, creo que a todos nos suena este nombre, que
Carlos hizo con sus dos hijos poco después del funeral de la que un día fue su
esposa. Tras una pelea que el pequeño tiene con su padre, al que le recrimina
haberle obligado a caminar detrás del féretro de su madre, este se encuentra
con un león que le observa fijamente. Es entonces cuando el príncipe Carlos
decide poner fin a esta inminente amenaza apuntándole con un arma para acabar
con él, este hecho se podría leer entre líneas porque tiene una simbología de lo
más interesante, pero Enrique se lo impide salvando de esta manera al pobre
animal. Cuando es ya un adulto, Enrique vuelve a tener otro momento de crisis
ya que se acerca el veinte aniversario de la muerte de Diana y es en ese
momento cuando se vuelve a encontrar con un león que lo vuelve a mirar a los
ojos para acto seguido marcharse. ¿Está la llorada princesa reencarnada en este
animal y aparece cuando su hijo muestra signos de flaqueza? No sé, no sé...
Kate Middleton y Guillermo de Inglaterra
Kate y Guillermo me encantan pero el
enfoque que le han dado a ambos en este telefilm es de lo más… interesante, por
decirlo de alguna manera. Por un lado, Guillermo dice cuatro palabras contadas,
es un secundario de los secundarios, y la que gana protagonismo es Kate, aunque
esta no sale muy bien parada. Al principio Kate es una mujer estirada,
clasista, prejuiciosa y conservadora, sí todo lo bueno se lo queda ella, y esta
imagen me asustó un poco. Antes de conocer a Meghan, Kate la pone a caer de un
burro porque se trata de una actriz que además es americana, mestiza y
divorciada. Pero esto no acaba aquí ya que Meghan tiene sus propias ideas y
esto no es conveniente. ¡Madre mía, pero dónde se ha visto esto! Vamos, que se
queda a gusto. ¿Qué te han hecho Kate? ¡Te tenía en un pedestal! No obstante,
esta Kate tan remilgada da paso a otra mujer mucho más cercana y humana cuando
conoce a su futura cuñada. Es en este momento cuando Kate acoge y apoya a
Meghan y por eso le perdono su comportamiento previo. Eso sí Guillermo no
cambia y sigue estando de paso.
Meghan Markle, una mujer del siglo XXI
Meghan es un personaje revolucionario
desde el principio. Cuando es solo una niña escribe una carta a los
responsables de un anuncio de un famoso detergente para quejarse del mensaje
machista que estos transmiten e inconscientemente la niña inicia un camino feminista que dictará su vida. Cuando conocemos a la
Meghan adulta vemos que quiere que la valoren por sus ideas y no por su físico.
Adora su trabajo, tiene varias metas en su vida, es independiente, colabora con
diferentes causas humanitarias y como dice ella ningún hombre me define. Además
de esto, la actriz ha tenido que luchar contra los prejuicios durante toda su
vida por el color de su piel y esto hizo que durante un tiempo le costara encontrar su identidad.
La fortaleza y determinación de Meghan son admirables, pero cuando conoce a
Enrique parece que muchos de sus valores deberán ser sacrificados ya que no son
compatibles con lo que supondría ser parte de una de las dinastías reales más
antiguas del mundo. ¿Cómo lo soluciona la película? ¿Es compatible un final
feliz? Tenía miedo de que traicionaran al personaje, pero Meghan decide casarse
con Enrique por amor y sabe que su presencia en Buckingham Palace
marcará la diferencia además de mandar un mensaje positivo a la gente. Su incorporación a la familia es revolucionaria y esto ayudará a que
la monarquía se modernice y no se quede estancada en el pasado. Su vida da un paso nuevo y empieza
otra etapa en la que se marcará nuevos objetivos.
¿Esto no es un poco teatral?
Estas son las palabras que pronuncia Enrique cuando Meghan va a buscarlo al aeropuerto en una carrera que recuerda a la que se pegó el niño de Love actually para declararle su amor. Y sí tiene toda la razón. La escena es cursi, pero estas cosas me chiflan y me quedo embobada viéndolas. Como os he dicho es un momento empalagoso, pero marca un antes y un después en la relación ya que el príncipe decide marcharse después de que Meghan vea que su relación va a estar en boca de todos y le da pavor el acoso a la que la están sometiendo los paparazzi. Ha perdido el control de su vida y esto es algo que la joven no puede permitir. Necesita su libertad e independencia y por eso la relación debe llegar a su fin. Sin embargo, su madre le hace recordar lo que Enrique tuvo que pasar caminando tras el féretro de su madre y como este la ha protegido de los paparazzi, aquellos que causaron la muerte de Diana. El pequeño de los Windsor se ha enfrentado a todo el mundo por ella y esto hace reaccionar a Meghan que va con su madre al aeropuerto y allí ambos se declaran sus miedos e inseguridades, para finalmente reconocer que se quieren. ¡Que viva el amor!
Los secundarios reales
En una historia como esta no podían faltar
el príncipe Carlos, Camilla o la mismísima Isabel II, entre otros. El príncipe
Carlos es un tanto tradicionalista, pero cae simpático porque al final
comprende a su hijo y no tiene malas intenciones. Lo mismo ocurre con Camilla,
mujer polémica donde las haya porque muchos la culpan a ella y también a
Carlos de la desgracia de Lady Di, pero aquí Camilla me ha caído genial,
reconozco que la de verdad tampoco me desagrada y la encuentro simpática, y en
cierto modo, aunque su presencia sea muy breve, ella es la que mejor entiende a
Meghan por las circunstancias que la ahora duquesa de Cornualles también tuvo
que pasar. Por otro lado, tenemos a Bella, una amiga de Kate Middleton, que se
ha ganado el título del personaje más odioso de la película. No sé si Bella
está basada en alguna persona, pero esta encarna a la perfección todos esos
prejuicios a los que tuvo que enfrentarse Meghan. Espero que Kate corte su
relación con ella pero ya. ¡Es insoportable! Sin embargo, la mención especial
es para ella, la inigualable e indiscutible Reina de Inglaterra. Siempre he
visto a Isabel II como una mujer muy fría y no sé si será muy afectiva con los
suyos, pero aquí es una abuelita adorable que te dan ganas de achuchar. Si
Isabel II es así, por favor, me encantaría concretar una reunión con ella.
Menciones de lo más interesantes
En esta película hay menciones al pasado
de la familia real entre las que se encuentran, por ejemplo, el romance entre Wallis Simpson y Eduardo
VIII, el matrimonio entre la princesa Margarita y Antony Armstrong-Jones, las
dudas sobre quién es el padre de Enrique, detalles de la vida de Lady Di (el
recuerdo de la princesa de Gales está muy presente), pero a mí lo que me ha
entusiasmado es la citación de The Crown. Adoro la serie y la mismísima
Reina le pregunta a Meghan en un momento de lo más surrealista si ha participado en dicha producción, pero esta le
dice que no y el alivio de la monarca es notable:
¿Ha participado en la serie The Crown?
No, señora.
Oh, bien. Así no tendré que enviarla a la
torre… Es broma.
¡Qué sentido del humor tiene la Reina! Porque esta versión de Isabel II me ha
caído realmente bien, que sino no le perdono su rechazo a la serie de Claire Foy.
Harry y Meghan: Un romance real es una película de sobremesa rodada para que nosotros, los espectadores,
pasemos un grato agradable. Es una historia sin pretensiones y nosotros debemos
verla como tal.
En serio, me lo he pasado genial
escribiendo esta entrada. No estaba planeada y no es el tipo de producciones
que suelo poner en el blog, pero esta película era un caramelo que no podía
dejar pasar, un pequeño capricho que me ha encantado incluir aquí.
¡Que vivan los novios!
¡Hasta la próxima!
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Fotografías: Lifetime, Hollywood Life
Qué buena entrada, Laura. Da igual que la peli sea un telefilm, te has entregado a analizarla con el buen saber de siempre. Confieso que a mi también me chiflan estas pelis (por ejemplo la de la vida de J.K.Rowling la veo cada vez que la echan), y esta de Harry y Meghan la tengo pendiente.
ResponderEliminarQué preciosa fue la boda ayer, por favor, con cuánto amor se miraban ambos... ❤️❤️Ains...
Un abrazo, Laura
¡Hola, guapa! ¡¡Muchas gracias!! La peli contiene una trama muy idealizada, ¿pero a quién le gusta un romance? ¡A mí! jajaja La de Rowling también me gusta pero la vi en YouTube. ¿La han echado por la tele? Reconozco que la peli de Harry y Meghan me ha gustado más que la de William y Kate. ¡Y la boda fue tan bonita y romántica! Bueno, ya lo sabes, la retransmitimos juntas en directo ;)
Eliminar¡Un abrazo muy grande, Ana!