CINE: 12 años de esclavitud, de Steve McQueen

Basada en un hecho real ocurrido en 1850, narra la historia de Solomon Northup, un culto músico negro -y hombre libre- que vivía con su familia en Nueva York. Tras compartir una copa con dos desconocidos, Solomon descubre que ha sido drogado y secuestrado para ser vendido como esclavo en el Sur en una plantación de Louisiana. Renunciando a abandonar la esperanza, Solomon contempla cómo todos a su alrededor sucumben a la violencia, al abuso emocional y a la desesperanza. Entonces decide correr riesgos increíbles y confiar en la gente menos aparente para intentar recuperar su libertad y reunirse con su familia.

¡Hola a tod@s! El próximo domingo se entregan los siempre esperados Premios de la Academia (los Oscar de toda la vida), así que esta tarde he visto una de las películas que aspira a ser la mejor del año: 12 años de esclavitud, del director Steve McQueen.

He oído hablar mucho de esta película. Unos la califican como un excelente film que retrata sin tapujos como fue la esclavitud en los Estados Unidos, otros dicen que es la típica historia creada para hacer llorar al espectador y para otros, estamos delante de la película definitiva que relata este período tan oscuro de los Estados Unidos.

Veamos, os confieso que en mi cara aún se reflejan los signos de la llorera que me he pegado viendo esta película. He intentado mantenerme fría durante toda la proyección (os aviso que es larga, son 134 minutos aproximadamente), pero cuando faltaban veinte minutos para el final no he podido evitarlo. La película de Steve McQueen refleja con realismo, crudeza y brutalidad como era la vida de cientos de esclavos en las famosas plantaciones que hemos visto reflejadas en tantas películas de este tipo. Este film refleja muy bien lo que puede llegar a ser la maldad humana y las injusticias que se pueden llegar a cometer. Porque, ¿quién tiene derecho a destruir la vida de otras personas? ¿Quién es mejor y quién es peor? Siempre he pensado que las buenas personas, tarde o temprano, tienen su recompensa, pero cuando ves películas de este tipo te das cuenta de que a lo mejor tienes una visión un poco idealizada al respecto.

Solomon Northup con su familia antes de ser vendido como esclavo

 

En este film nos encontramos con villanos y héroes de carne y hueso. Son reales, han existido y no siempre ganan los buenos. Algunos consiguen su final feliz, pero otros se quedan en el camino. El gran tesoro de esta película radica en sus historias humanas y, a través de todas ellas, se nos manda un mensaje de fuerza, esperanza, valor y constancia y que tiene un único objetivo: vivir. O más bien sobrevivir para llegar otra vez a esa vida de antes y que tan injustamente se ha cortado de raíz. Steve McQueen lo muestra todo con una gran humanidad, emotividad, pero también con una gran crudeza. Es una película que te vuelve a mostrar que injusta puede llegar ser la vida y que la maldad del ser humano es muchísimo peor que la de esos monstruos que no existen en la vida real y que han sido creados para asustar a la gente.

Las interpretaciones son excelentes. Chiwetel Ejiofor (Solomon Northup), Michael Fassbender (Edwin Epps) y Lupita Nyong’o (Patsey) aspiran a alzarse con la estatuilla este domingo. No sé si lo lograrán, pero están fantásticos en sus papeles. Ejiofor encarna al héroe principal de la película y su interpretación es desgarradora. A través de su mirada transmite el sufrimiento y la tristeza que su personaje padece. Me ha emocionado muchísimo. Nyong’o ofrece otra de las interpretaciones estelares del film. Su personaje me ha causado muchas lágrimas. Es un personaje de apariencia frágil, pero muy fuerte. La relación que se crea entre Patsey y Solomon es preciosa. Se crea un vínculo fuerte y ese ha sido el causante de mi llorera, sobre todo en los últimos 25 minutos de película. Y Michael Fassbender (Edwin Epps)… Me encanta este actor e interpreta fantásticamente bien a este esclavista y de la manera más cruel posible. Es la maldad personificada. El gran villano. Un personaje que cada vez que aparece en pantalla te pones a temblar y deseas que alguien le dé su merecido. Por otro lado, los secundarios como Benedict Cumberbatch, que interpreta a Ford, el primer amo de Solomon, y Sarah Paulson, como la mujer de Epps, están sensacionales. Con Cumberbatch y Fassbender creo que nos podemos encontrar con un estereotipo ya que el primero es el amo compasivo, un personaje con el que llegas a conectar, y luego está Epps que es todo lo opuesto. Paulson nos muestra a otro personaje odioso Es una mujer fría, calculadora y tan mala como su marido. Su presencia en pantalla no es tan amplia como la de Fassbender, pero es uno de esos personajes importantes en la historia.

Nyong'o, Fassbender y Ejiofor optan a la dorada estatuilla

 

Hans Zimmer es el compositor de la película y su banda sonora plasma perfectamente esa tristeza y melancolía que los personajes de la película experimentan durante las más de dos horas de duración.

¿Es la película definitiva sobre la esclavitud? No lo sé. Sin embargo, es una de estas películas de este género que con el tiempo se convertirá en un clásico y que será un referente a la hora de enseñar sobre estos temas. Hace un par de años tuve que ver la película Mandingo (1975), de Richard Freiser, para mi clase de Historia de los Estados Unidos, ya que trataba el tema de la esclavitud, y estoy más que segura que la película de McQueen hará lo mismo si no lo está haciendo ya.

12 años de esclavitud es una película brutal, cruel pero inmensamente humana. Nos mostrará lo injusta que puede llegar a ser la vida y como el ser humano tiene todavía mucho que aprender. Os la recomiendo muchísimo ya que está muy bien narrada y el reparto es maravilloso. Una gran película que nos hace reflexionar sobre muchas cosas.

Para acabar y para dejar un poco atrás la maldad que sale reflejada en el film, os dejo con una foto de Benedict Cumberbatch y Michael Fassbender (el esclavista bueno y el esclavista malo, por decirlo así) en la pasada ceremonia de los Globos de Oro, en la que 12 años de esclavitud se alzó como mejor película dramática. Creo que había que acabar esta entrada con una sonrisa. Además, la gente que me conoce sabe que esto era inevitable ya que estos dos me encantan ;)

¡Hasta la próxima!



8,5/10