Outlander: Segunda temporada
Esta entrada contiene spoilers
¡Hola,
chic@s! A medida que pasa el tiempo me vuelvo más exigente con las series y
ahora prefiero aquéllas que tienen temporadas cortas y no las que están
compuestas por 22 episodios a no ser que las siga desde sus comienzos. Me he vuelto muy selectiva y ahora mismo las tres
series que sigo de manera religiosa son Penny Dreadful, Juego de Tronos y Outlander.
De las dos primeras escribí una review explicando lo mucho que me habían
gustado sus últimas temporadas y ahora llega el momento de Outlander, la tercera joya de la corona de esta gran año seriéfilo.
La serie del canal Starz se caracteriza por su gran nivel de producción ya que
la saga literaria de Diana Gabaldón, y en la que se basa la serie, no es precisamente fácil de
adaptar debido a la complejidad de sus tramas y los lugares en los que estas
transcurren. Outlander supone un reto
y un año más la serie ha vuelto a salir victoriosa.
La
primera temporada nos presentó a Claire, una mujer que, tras acabar la Segunda
Guerra Mundial, se reencuentra con su marido Frank y ambos deciden recuperar todo
el tiempo que la guerra les ha quitado. Para ello deciden viajar a Escocia y celebrar una segunda luna de miel, pero el proyecto de vida en común que
quieren empezar ambos personajes se evapora cuando Claire es arrastrada por un
enorme círculo de piedras antiguas en Craigh na Dun (sé que suena muy
inverosímil pero es así). Estas piedras
la llevarán a la Escocia del siglo XVIII y con este viaje a través del tiempo
no sólo conoceremos la nueva vida que la protagonista tiene que empezar sino
que también seremos testigos de las tradiciones y la cultura de aquel tiempo
ocurrido hace más de 200 años. Además de los elementos históricos y fantásticos
que presenta la serie su gran reclamo es la historia de amor que nace entre
Claire y Jamie Fraser, un amor contra el que la protagonista intentará luchar
debido a Frank, pero sus esfuerzos serán en vano ya que el amor que Jamie
siente por ella es correspondido. Su historia de amor tendrá momentos de
felicidad, pero también situaciones bastante duras que los pondrán a prueba y
fortalecerán su relación. Tras un final de temporada oscuro y muy dramático
Claire le advierte a Jamie de la rebelión jacobita que tendrá lugar y que será la
causa de la muerte de cientos de escoceses y de la desaparición de los clanes
y por este motivo, la pareja decide
abandonar Escocia y viajar a Francia para poder evitar la catástrofe.
La
segunda temporada de Outlander se centra en los intentos de Jamie y Claire para impedir la Batalla de Culloden,
¿pero serán capaces de cambiar la historia? Y si así lo hacen, ¿cómo afectará
al futuro? A continuación, os destaco los puntos más importantes de esta
segunda temporada.
La novela, la serie y un inicio prometedor
Como
he dicho anteriormente, la saga de Outlander
es difícil de adaptar debido a su complejidad y este año ha sido más
desafiante que el anterior ya que, entre otras cosas, el segundo libro juega
con diferentes líneas temporales y esto podría provocar algún que otro dolor de cabeza en los espectadores. La novela no comienza donde lo dejamos sino que
se inicia en la Escocia de 1968 con Claire, Roger y Brianna, la hija de la primera.
Para muchos lectores esto supuso un gran cambio ya que nos teníamos que
habituar a una nueva rutina y teníamos que conocer a nuevos personajes con
excepción de Claire, que es el vínculo que lo une todo. Sin embargo, la
historia que todos conocemos y los personajes que tanto amamos vuelven a
aparecer un poco más avanzada la trama. Este inicio suponía todo un riesgo ya
que los que nos habíamos leído los libros sabíamos el desarrollo del argumento,
pero creo que para aquéllos que no han tenido la oportunidad de hacerlo los
productores crearon otro comienzo para no provocar tantas confusiones y para mí
fue muy acertado ya que logra captar la atención de la audiencia y te pone en
alerta de lo que va a ocurrir. El primer episodio de esta segunda entrega
arranca con Claire en Craigh na Dun y vistiendo ropas del siglo XVIII. La joven
está desesperada y desorientada. De repente, un hombre baja de su automóvil y tras
preguntarle ésta en qué año se encuentran el conductor le comunica que están en
1948. ¿Qué ha ocurrido? El espectador está en shock, pero no será el único ya
que cuando Claire le pregunta al desconocido quién ganó la Batalla de Culloden, y éste le dice que lo hicieron los británicos, el rostro de la protagonista muestra
horror y angustia.
Este
primer episodio me pareció excepcional ya que gran parte de él se centra en la
vuelta de Claire a ese mundo que había sido su hogar hasta hace un par de años y con él,
inevitablemente, nos volveremos a encontrar con Frank Randall, su primer
marido, y todo lo que esto supone. Esta parte recrea perfectamente la atmósfera
de los años cuarenta a través de su vestuario y su música. Caitriona Balfe como
Claire está espléndida, pero Tobias Menzies como Frank está soberbio. Por un
lado, sientes compasión por este personaje porque para el primer marido de
Claire esto también supone un shock pero por otro, hay algo que te hace desconfiar
de él. La parte dedicada
a los años cuarenta está llena de nostalgia porque Claire añora su vida junto a
Jamie y consigue que tú también sientas este sentimiento ya que es muy doloroso
pensar como todas esas personas que tanto has querido y con las que has
convivido hasta hace solo unos días ahora son personas que murieron hace más de
dos siglos.
La
parte más esperada del episodio es sin duda ver de nuevo a Jamie y la
transición que se produce para pasar de Frank al escocés es simple, pero a la
vez preciosa. Este primer episodio hizo que, una vez más, me enamorara de los
personajes y me di cuenta de lo mucho que los había echado de menos.
En
definitiva, el primer episodio volvió a lo grande porque con él me emocioné, sentí
tensión (durante la escena en la que Claire está a punto de quitarse la
alianza que Jaime le hizo me encontré a mí misma diciéndole que no se la quitara) y la magia de la historia seguía ahí. Desde luego, este primer
episodio nos indicó que estábamos ante una entrega llena de cambios que
pondrían a prueba a los protagonistas.
Francia y Escocia
La
primera temporada tuvo lugar en la verde Escocia, pero este año las Highlands han tenido que compartir protagonismo con Francia. La recreación del país de La Ciudad de la Luz ha sido excepcional ya que ha retratado de manera sobresaliente la Francia del lujo y la elegancia pero también nos ha mostrado la hipocresía y el peligro que este lugar esconde. Es aquí donde Claire y Jamie intentarán truncar los planes del
príncipe Carlos para hacerse con el trono de Gran Bretaña y mientras llevan a
cabo su plan también tendrán que lidiar con diferentes conspiraciones que
rondan a su alrededor. Es verdad que disfruté de la parte que transcurre
en Francia ya que saca a los personajes de su zona de confort, pero reconozco
que fue muy emocionante ver como regresaban a casa ya que para mí Escocia
es el corazón de la serie. Esta vuelta estará marcada por una fantástica banda sonora que transmite a la perfección el patriotismo e identidad de los escoceses. En esta segunda parte volvemos a reencontrarnos con
viejos conocidos y es aquí cuando ya vemos de primera mano cómo se gestan las batallas
que los llevarán al fatídico 16 de abril 1746. En el décimo episodio se produce
el primer enfrentamiento y no puedes evitar observarlo con un nudo en la
garganta. Se vive con mucha tensión y sentí la angustia de Claire cuando ésta
espera la vuelta de Jamie porque no se sabe si el escocés regresará vivo o muerto. Como
podéis ver este año la política juega una parte importante así que la serie se
puede volver un poco densa para aquéllos a los que no les gustan las historias
de este tipo. En mi caso, esta parte se me hizo un poco pesada, al igual que en el libro, y para mí este es el único punto negativo que ha tenido la serie este año.
Los Fraser
Claire
y Jamie son una pareja que encandiló al público en su primera entrega y en esta
segunda temporada vuelven a demostrar la conexión que tienen. Su relación en
este segundo año se ve fortalecida por los eventos que ocurren a su alrededor y
demuestran que, tanto en las buenas como en las malas, son un equipo imparable. La
fortaleza de esta pareja se debe sobre todo a los momentos complicados que
tienen que vivir, pero en especial esto se acentúa con los acontecimientos ocurridos en el séptimo
episodio. Caitriona Balfe y Sam Heughan están fantásticos como Claire y Jamie,
pero Balfe es una intérprete maravillosa (mañana jueves 14 de julio se anuncian las
nominaciones a los Emmy y espero que consiga una candidatura) y dará que hablar. Siempre he dicho que hay un antes y un después en Claire después de
este capítulo. A la Claire de antes siempre se le veía una mirada llena de
brillo que transmitía una gran fuerza y un gran orgullo. Sin embargo, después del
suceso del séptimo capítulo, y tras regresar otra vez a tierras escocesas, vemos
que su mirada ha perdido brillo y transmite un deje de tristeza y cansancio
emocional. Ella continúa siendo una mujer fuerte, pero París le pasa factura y
Balfe transmite todas estas emociones de manera brillante demostrando una vez
más que ella es el ancla emocional de la serie. Por otro lado, Jamie también
tiene que vivir su particular vía crucis debido al trauma que arrastra por
culpa de la tortura física y psicológica ejercida por Jack Randall (Tobias Menzies) y que
pudimos ver en el desenlace de la primera temporada. Jamie tendrá que hacer
frente a sus demonios internos ya que estos pondrán en peligro su relación con
Claire.
Un reparto a la altura
No
puedo hacer esta entrada sin mencionar a los actores que acompañan a Balfe y Heughan
en este viaje. En el último episodio por fin conocimos a Roger (Richard Rankin)
y Brianna (Sophie Skelton), la hija de Claire y Jamie. A partir de ahora estos
dos personajes tendrán un papel fundamental en la historia y aunque Roger
despierta muchas simpatías, Bree produce más bien lo contrario. Su personaje mantiene
divididos a los lectores, así que me muero por ver qué enfoque le darán al
personaje. Tanto Roger como Brianna eran el gran reclamo de este año y, de
momento, no han decepcionado. En esta temporada hemos conocido a nuevos
personajes pero también hemos vuelto a reencontrarnos con caras conocidas a las
que echábamos de menos como Ian (Steven Cree) o Jenny (Laura Donnelly) entre
otros, pero por otro lado, también nos hemos vuelto a ver las caras con personajes
como Jack Randall, que despierta nuestro odio más profundo. Sin embargo, me
gustaría destacar a dos personajes. Por un lado, quiero felicitar al pequeño
intérprete que da vida a Fergus (Romann Berrux) ya que su personaje me despertó
mucha simpatía cuando leí el libro y su versión en la pequeña pantalla no ha
hecho más que reafirmar mi cariño hacia él. Y por otro lado, quiero reivindicar
mi amor incondicional hacia Murtagh (Duncan Lacroix), ese personaje reservado y callado, y al que nadie le daba importancia al principio, pero que finalmente
se ha convertido en el más fiel defensor y cómplice de Jamie y Claire. Esta
temporada, Murtagh ha sido un secundario de lujo y se ha convertido, de manera
merecida, en uno de los favoritos por parte de la audiencia.
Un desenlace muy esperado
El
último episodio de Outlander es algo
que hemos estado esperando desde que ésta arrancara el pasado mes de abril ya
que el destino era Culloden y muchos querían descubrir qué ocurría con los personajes.
Su desenlace ha sido un evento especial de 90 minutos de duración y la verdad
es que no ha decepcionado. En él hemos visto cómo ese 16 de abril de 1746 se ha
intercalado con la Escocia de 1968 mostrándonos a una Claire veinte años más mayor y con Roger y
Bree al lado. Éste ha sido un episodio que, aunque te hayas leído el libro, se
vive con mucha emoción ya que supone la despedida de ciertos personajes y el
inicio de una nueva aventura. Uno de los
puntos con los que más me emocioné fue, obviamente, con la despedida entre Jamie y
Claire ya que el primero decide renunciar a la mujer que ama y llevarla de vuelta al mundo del que proviene con tal de salvarla de la catástrofe que está a punto de ocurrir, aunque esto signifique
decir adiós. Ésta es una escena que viví entre lágrimas, pero hay una parte que no me gustó y el motivo se debe a que en la serie han decidido suprimir el instante en el que Claire y Jamie marcan en sus dedos las iniciales del otro. Es un momento
que, no os voy a engañar, muchos fans hemos echado en falta.
Dragonfly in Amber, título
que lleva el último episodio de la temporada, te mantiene en tensión en todo
momento y tanto las lágrimas como las sorpresas están aseguradas. Su escena final me
conmovió ya que Claire descubre gracias a Roger que su amado Jamie sobrevivió a
la Batalla de Culloden, por lo tanto esta revelación devuelve al espectador la
esperanza de un posible reencuentro. Los segundos finales al cierre de esta
segunda entrega son maravillosos ya que las piedras de Craigh na Dun, esas que
hicieron viajar a Claire, poco a poco se van bañando con los rayos del sol
transmitiendo un canto de esperanza porque, y aunque hayan pasado 20 años, tras
ellas, Jamie está esperando. Con esta escena se cierra un círculo ya que es en este lugar donde empezó todo.
La
segunda temporada de Outlander mantiene
su excelente nivel y una vez más vuelve a enamorar a su audiencia. Ahora nos
toca esperar un año para ver de nuevo a su pareja protagonista y descubrir qué
fue de todos aquéllos que lucharon en Culloden. Hace unos meses leí la tercera
parte y, aunque ya sé de antemano todo lo que ocurrirá, no puedo esperar para ver
cómo recrean los escenarios de Viajera.
Fácil no va a ser, os lo aseguro, pero Outlander puede con todo.
A
continuación, os dejo los enlaces que le dediqué, en entradas anteriores, a la saga de Gabaldón:
¡Hasta la próxima, sassenachs!
9/10
Las imágenes pertenecen a Pinterest.
Ya tengo el libro (Forastera) jejejejejeje...
ResponderEliminar¿En serio? ¿Pero es para ti? A mí me gustó mucho, aunque creo que por las entradas ya lo puedes haber percibido jajajaja
Eliminar¡jajajaja! Sí, es para mí. Y me ha parecido notar que te gusta un poquito la historia que cuenta, ¿verdad?
EliminarPues sí me has pillado jajajaja
EliminarEl libro mezcla la parte fantástica con la histórica y también hay romance... Espero que esta última parte te guste jajaja
¡Feliz semana!
Entrada perfecta!! ;)
ResponderEliminar¡Muchas gracias, sister! ;)
ResponderEliminarNo te había leído aún porque no había podido ver el final, pero me gustó mucho.Me dio pena la falta de Frank y estoy muy intrigada por esa Claire de vuelta 20 años después, ¿también habrá pasado el tiempo para Jaime?
ResponderEliminarBesotes
¡Hola, Minea!
ResponderEliminarA mí también me gustó mucho el episodio y es cierto que se echó en falta a Frank. Pero quien sabe... ;)
Con respecto al aspecto de Jamie solo te diré que el escocés no es Dorian Gray y ya no te digo más, aunque me encantaría jajaja A ver con lo que se encuentra Claire en la tercera temporada ;)
¡Un beso!
Tu reseña sobre la segunda temporada de Outlander es realmente apasionante y captura muy bien la esencia de la serie. Has hecho un gran trabajo al abordar los elementos clave, como la complejidad de la adaptación de la novela y la evolución de los personajes, especialmente Claire y Jamie.
ResponderEliminar¡Muchas gracias por tus palabras! Las aprecio mucho.
Eliminar¡Un saludo!