¡Cine para las noches de verano!
¡Hola,
chic@s! ¿Qué tal las vacaciones? La semana que viene los libros volverán a ser
los protagonistas del blog (ya de paso os diré que me he hecho una lista de todas las
lecturas de este verano para no olvidarme de ninguna e incluirlas aquí), pero
hoy quiero hablaros de dos películas que no podrían ser más diferentes. Por un lado, tenemos Nunca apagues la
luz (Lights out), una película de terror que se estrenó el pasado viernes
en los cines y por otro, está Pride, una
comedia británica que llegó a las pantallas en 2014.
Estas
películas, en un principio, iban a tener su propia entrada cada una, pero he pensado
en ponerlas juntas ya que son ideales para pasar una noche de cine (en la sala o en casa) en la que no
tienes nada que hacer y lo único que quieres es distraerte con una película.
Son cintas muy opuestas entre si no solo por el género sino también por la
calidad del producto final. ¡Empecemos!
Nunca
apagues la luz (Lights Out),
de David F. Sandberg (2016)
En 2013, David F. Sandberg aterrorizó a más de
uno (entre esas personas me encuentro yo) con un corto de poco más de dos
minutos en el que podíamos ver como una siniestra criatura acechaba a sus víctimas
en la oscuridad. La única solución que había era encender la luz para que esta
desapareciera, aunque no iba a ser nada fácil…
Sandberg
realizó un corto de lo más efectivo que volvía a sacar a la luz (y nunca mejor
dicho) todos esos temores relacionados con la oscuridad. Seguro que más de uno,
mientras está durmiendo en su cama, ha escuchado un ruido que lo ha alterado
y lo primero que nos viene a la cabeza es la imagen de una figura amenazante que se
mueve en la sombras. Os suena, ¿no? El director lleva a la pantalla estos
miedos que todos hemos experimentado en más de una ocasión, pero reconozco que
el resultado no ha sido el esperado.
El
gran reclamo de la película, esa tétrica figura con forma de mujer llamada Diana,
va de más a menos. Os confieso que cuando veía los tráilers y los posters su
presencia me impactaba (y mucho) y esto es lo que ha ocurrido durante la
primera mitad del film ya que estaba muy tensa y esperaba con nerviosismo el
susto de turno que sé que me iba a llevar. Sin embargo, cuando ya me he
habituado a la historia me he dado cuenta de que los sustos y las apariciones
de Diana ya no me impactaban y se volvían predecibles, y es una pena porque
durante los primeros minutos el factor sorpresa funciona bastante bien.
Respecto a este personaje, hay otro punto que no me ha convencido y este es la
historia de su origen. ¿Quién es Diana? Es cierto que su historia es poco
original y puedes llegar a deducirla, pero lo que me ha decepcionado es su
desenlace ya que es muy simple y una vez llegado a él he sentido que se le
debería haber sacado más partido a su historia. Ha sido más bien una promesa
que no llega a despuntar.
Por
otro lado, si Diana no es un personaje redondo el resto del reparto sigue su
misma estela. Los personajes son muy planos y con la única que simpaticé es con
Rebecca (Teresa Palmer), la heroína de la cinta. Atención a Bret (Alexander
DiPersia), un personaje que no sabría calificar ya que su papel
en la película me ha confundido bastante.
Por
lo tanto, si los personajes han sido planos esto se debe a que el guion no está
bien desarrollado y básicamente esta historia está hecha para mantener en
tensión al espectador. Esto es algo que está bien cuando se trata de una película de
terror, pero también me gusta ver una buena historia.
En
definitiva, Nunca apagues la luz es
una película hecha para entretener y para que se te escape algún grito o esa risa nerviosa que este tipo de películas, en ocasiones, produce. Personalmente prefiero el corto
en el que está basado (y que podéis ver aquí) ya que durante los dos minutos de
metraje estás en tensión y funciona muy bien. Puede ser que aquí esté el problema de este film ya que han intentado estirar una historia que al final carece de fuerza y
Diana va perdiendo ese halo misterioso y macabro que tenía en el corto y que conseguía ponernos los pelos de punta. Ah, por cierto, si algún día os encontráis con una criatura parecida en casa no os quedéis en ella, ¡simplemente huid! Nunca entenderé como en las películas (y en este caso también en los cortos) la gente no abandona la casa. ¡Yo antes de gritar y de morir de un paro cardíaco ya estaría corriendo por la calle!
Pride, de Matthew Warchus (2014)
Si
la película de Sandberg no me ha convencido, la siguiente cinta provocó en
mí el efecto contrario. Pride, para
muchos la comedia británica de 2014, fue mi salvación al inmenso calor que se
ha apoderado de las noches de verano. Pero lo que empezó siendo una película
para pasar el rato acabó convirtiéndose en algo más.
Calificar
a este film como una simple comedia sería simplificarlo mucho ya que no solo
encontraremos momentos cómicos sino que también nos meteremos de lleno en el
drama social de una historia de lo más interesante que está basada en hechos reales y que muy pocos
conocemos.
En
el verano de 1984, y en pleno mandato de Margaret Thatcher, el Sindicato
Nacional de Mineros decide convocar una huelga, pero lo que estos no saben es
que en la otra punta un grupo de gays y lesbianas decidirán recaudar
dinero para ayudar a los mineros y a sus familias en su lucha. Pride nos muestra como dos sectores tan diferentes
entre si, pero tan maltratados por la sociedad, unirán fuerzas, aunque al
principio los prejuicios sobre la comunidad gay pesarán un poco, y como
resultado se creará un vínculo de lo más especial.
Pride es
una película que te engancha desde sus primeros minutos y mucho de esto se debe
a los personajes que encontraremos en esta cinta. En un abrir y cerrar de ojos
conectas con todos ellos debido al carisma que desprenden y también por sus desbordantes
y diferentes personalidades, y es una auténtica gozada ser testigo de cómo los
mineros, una sociedad muy conservadora, consigue establecer lazos con la
comunidad gay. Es un proceso muy bonito en el que se vivirán buenos y malos
momentos, pero al final de la cinta te das cuenta de que si los seres humanos
no tuviéramos tantos prejuicios seríamos absoluta y completamente maravillosos.
El
reparto coral de la película es una auténtica maravilla y en pocos minutos
pueden ofrecerte una escena en la que no puedes evitar reír por las ocurrencias que tienen (atención a Menna Trussler e Imelda Staunton) para inmediatamente dar paso a una escena con un trasfondo dramático. Las interpretaciones que ofrecen son muy humanas y
no puedes evitar enamorarte de cada uno de ellos. Otro punto que no quiero
olvidar es la banda sonora ya que es simplemente genial y se
te van los pies con ella. Su efecto se nota aún más cuando las notas suenan
durante las escenas en las que aparece la comunidad de mineros ya que aportan
color y vida a una sociedad gris.
Pride es
una de esas películas que denominan feel
good ya que transmite buen rollo, te deja con una sonrisa en la boca, te
emociona y tiene encanto la mires por donde la mires. Cuando ya llegaba al
final quería que durara un poco más. ¡No quería que acabara! Sin duda alguna,
es una película genial, una joyita inesperada, que todos deberíais ver porque
además de todo lo que os he dicho estoy segura de que su historia inspirará a
más de uno.
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Nunca apagues la luz parece palomitera, pero me gustaría verla... pero eso si, Pride tiene que ser imperdible, tiene tan buena pinta!
ResponderEliminarUn beso!!
¡Hola, Rocío!
EliminarEs cierto que Nunca apagues la luz es palomitera, pero eso no quita que la película sea un pelín mala jajaja No sé me la esperaba con más fuerza.
Y Pride tienes que verla porque es de estas películas que adoras por ser tan encantadora y tener unos personajes que inspiran. ¡Tienes que verla!
¡Un beso, guapa!!
¡Hola!
ResponderEliminarNo sabía lo del corto pero, desde luego, parece muy potente. La peli caerá tarde o temprano.
Por cierto, siempre me he hecho la misma pregunta que tú: "Por qué la gente no se va de la casa maldita/museo de cera del horror/cementerio de animales/psiquiátrico/castillo tenebroso..?" Supongo que no se marchan para gozo, alegría y alborozo de los espectadores jejejejeje.
¡Saludos!
¡Hola, Israel!
EliminarTienes que ver el corto, ¡es genial! Y ahora que pienso creo que en las películas de terror los personajes se resisten a abandonar la casa para gozo y deleite del espectador jajaja Nos están haciendo un favor para que haya película y yo aquí criticando jajaja Pero aún así el comportamiento es un tanto irracional xD Yo huiría y quemaría la casa. Eso sí tendría que tenerla asegurada jajajajaja xD
¡Nos leemos!
Hola, Laura!
ResponderEliminarNo he visto ninguna, pero la de terror tenía buena pinta hasta que el boca a boca va haciendo su efecto, y, la verdad si es tan floja, creo que pasaré.
En cuanto a Pride, la apuntaré en la lista para verla, porque no sé si aquí la pondrán en cartelera, que me da que no.
Un beso!
¡Hola, Mari Carmen!
EliminarLa peli de terror está bien para asustar (durante la primera parte no bajé la guardia en ningún momento) pero se nota que está hecha para hacer precisamente eso y ya está. No se han preocupado por la calidad. Y Pride me gustó mucho porque es una historia con corazón. Ya no está en cartelera. La vi en DVD, lo cogí de la biblioteca, y la verdad es que ha sido un bonito descubrimiento :)
¡Un beso!