Frankissstein: una historia de amor, de Jeanette Winterson

¡Hola, chic@s! La muerte es un tema universal que siempre nos ha fascinado. ¿Qué ocurre cuando morimos? ¿Todo acaba ahí? ¿Somos algo más que nuestros cuerpos? ¿Es posible engañar a la muerte? Estos temas tan controvertidos siempre han sido carne de debate y, tarde o temprano, llegará alguien que pueda burlar a la Parca; pero mientras este momento llega, o no, todos seguiremos especulando sobre ello.

El pasado mes de noviembre llegó a España Frankissstein: una historia de amor, de Jeanette Winterson, una novela que se mueve en dos líneas temporales muy diferentes entre sí, pero ambas se encuentran conectadas ya que tienen en común la misma obsesión: la inmortalidad. En la primera línea temporal veremos a Mary Shelley y, además de hacer un repaso de su vida, seremos testigos de cómo se gestó su célebre obra Frankenstein profundizando asimismo en los temas que envuelven a esta historia. En la segunda, viajaremos a una Inglaterra post-Brexit, como lo oís, y en ella veremos que la inteligencia artificial está ganando terreno sobre las personas. ¿Están los humanos a punto de perder su liderazgo en el mundo a favor de los robots?

El libro de Winterson es de lo más especial porque se mueve muy bien entre la comedia y el drama y dibuja unos personajes de lo más especiales y polémicos que no dejan indiferente a nadie. Al mismo tiempo su tono es provocador y nos ofrece en bandeja un futuro lleno de especulaciones con el que no podemos evitar ver una realidad que sabemos que, tarde o temprano, llegará. ¿Podremos vivir después de la muerte gracias a nuestro cerebro y a través de una vida alternativa? ¿Los hombres y las mujeres preferiremos un robot que se adapte a nuestras necesidades antes que intentarlo con otra persona? Estos temas nos indican que nos estamos dirigiendo hacia un futuro lleno de posibilidades ilimitadas en el que el hombre jugará a ser Dios, pero al mismo tiempo nos degradaremos como personas al no ser capaces de sacar nuestro lado más humano. Además, nuestras habilidades sociales se verán cada vez más mermadas porque los robots nos ofrecerán todo lo que queremos y esto supondrá un hándicap a la hora de entablar una relación, del carácter que sea, con otra persona.  Pero todo esto… ¿no lo estamos haciendo ya?

No es que nos hayamos lucido como amos y señores del universo, ¿no? Cambio climático, extinción masiva de fauna y flora, destrucción de hábitats y entornos naturales, contaminación atmosférica, incapacidad para controlar la superpoblación, violencia desmedida, la estupidez diaria de nuestras emociones pueriles… (…) Y recordad que la ciencia trata con realidades, no con el pensamiento mágico, prosigue. La ciencia ya no está convencida de que el Homo Sapiens sea un caso especial.

Además de esto, la novela también trata el tema del feminismo y se cuestiona el papel que las mujeres tendremos en el futuro ya que en la novela no tomamos parte activa en el juego de la vida y la muerte. Sin embargo, los discursos feministas surgirán en el pasado gracias a una implacable Mary Shelley:

Ninguno de los dos parecía considerar que el hecho de que te nieguen una educación, ser legalmente propiedad de un pariente varón, ya se trate del padre, el marido o el hermano, no tener derecho a votar, ni dinero propio una vez que te casas, y que te prohíban desempeñar cualquier oficio salvo el de institutriz, o niñera, y que nieguen cualquier utilidad salvo la de ser madre, esposa o criada, y que vistas ropa que te impide caminar o montar a caballo pudiese limitar el principio de una fémina.

Frankissstein es una novela original, divertida, aguda, crítica y provocadora que nos muestra una distopía que pronto dejará de serlo si no nos desviamos del camino que hemos tomado. Jeanette Winterson tiene una prosa que engancha ya que es muy directa y no se anda con rodeos, y al mismo tiempo te fascina e incomoda por los temas que pone sobre la mesa. Estamos ante un libro del que no se está hablando mucho, así que os animo a darle una oportunidad porque os hará pensar, y mucho.

¡Hasta la próxima!