Carol (2015)

¡Hola a tod@s! En dos semanas se celebrará una nueva edición de los Premios de la Academia de Hollywood y su cercanía está quedando más que evidente en la cartelera española ya que la mayoría de las películas nominadas está ocupando nuestros cines. Esta semana le ha tocado el turno a Carol, dirigida por Todd Haynes, que cuenta con seis nominaciones a los Oscar e inexplicablemente ninguna de ellas es para coronarse como mejor película del año. Este film está basado en la novela homónima de Patricia Highsmith (cuya reseña podéis encontrar aquí) y ha sido muy interesante ver su adaptación cinematográfica para poder comprobar las similitudes y diferencias que guarda con la novela.

Carol nos traslada a la Nueva York de los años cincuenta para presentarnos a Therese Belivet, una joven dependienta que sueña con dedicarse a la fotografía, y Carol Aird, una sofisticada y elegante mujer que parece tenerlo todo, aunque la realidad es otra muy diferente. La atracción que sienten Therese y Carol nada más verse es más que evidente y poco a poco esta atracción dará paso a una gran historia de amor.

El guión de Carol se parece muchísimo a la narración de la novela en la que se basa esta película ya que ambas te van envolviendo poco a poco en la historia y lo hace de una manera tan sutil, que sin darte cuenta quedas atrapada por ese magnetismo tan especial y  a la vez extraño que irradian sus dos protagonistas. Es un guión delicado, pero a la vez verosímil que te hace sentir y creer en la historia que estás viendo. 

Si el guión es una maravilla, la fotografía que os vais a encontrar en ella es una auténtica delicia porque recrea sin ningún tipo de problema el Nueva York de los años cincuenta y lo hace de una manera tan elegante y sofisticada,  que por algunos instantes recuerda al más puro cine clásico. No cabe duda de que estéticamente, Carol es una preciosidad y en determinados momentos algunos de sus planos son auténtica poesía en imágenes. Además, a todo esto, hay que añadirle una banda sonora llena de anhelo y nostalgia que encaja perfectamente con el tono de la historia.

Sin embargo, lo que hace de Carol una película ganadora son sus dos actrices protagonistas. En la novela, la protagonista es Therese ya que la historia gira alrededor de este personaje y Carol tenía, en comparación con la joven, un rol más secundario. En su adaptación cinematográfica esto no ocurre ya que Carol y Therese comparten el mismo protagonismo e incluso podemos ver aspectos de la vida de Carol que no aparecen en el libro y que nos ayudan a conocer mejor a su personaje. Cate Blanchett da vida a la mujer que le pone título a la película y su interpretación es excelente ya que consigue convertirse en esa mujer de apariencia fría y frívola, para más tarde descubrir a una mujer rota que se siente atrapada en una sociedad llena de normas y convencionalismos que no la dejan ser quién realmente es. Por otro lado, Rooney Mara como Therese se pone a la misma altura que Blanchett al ofrecer un personaje de carácter ingenuo y de apariencia frágil, que se tiene que enfrentar a unos sentimientos que no esperaba y a medida que la historia se va desarrollando su personalidad se hace más fuerte. Blanchett es una actriz como la copa de un pino y quien diga lo contrario miente, pero Mara es una actriz que hay que tener en cuenta porque se apodera de cada escena en la que sale y tiene un aire muy enigmático que atrae la atención del público. La química entre ambas actrices es más que evidente y esa atracción vibrante, pero a la vez sutil consigue traspasar la pantalla y llegar al espectador. Carol y Therese consiguen conectar con el público a través de sus diálogos y esas miradas que se dedican la una a la otra y que expresan más que las palabras y, sin darnos cuenta, nos convertirnos en cómplices de su amor prohibido.

Carol es una película alabada por su magnífica realización, pero muchos olvidan una parte importante de esta historia, que se basa en ese trasfondo humano que tiene el film y que nos muestra la represión que millones de personas sienten a la hora de expresar sus sentimientos. Es cierto que Carol cuenta un relato de amor lésbico en plena década de los años cincuenta del siglo pasado y las personas no tenían la libertad que tenemos ahora. No obstante, eso no significa que hayamos dejado de ser una sociedad hipócrita y llena de prejuicios que no ve con buenos ojos que dos personas de un mismo sexo puedan tener una relación. Por lo tanto, Carol es una película que, a pesar de situar su historia a mediados del siglo pasado, podría ser un relato actual de muchas relaciones homosexuales.

Carol es un film que, y a pesar de haber leído la novela hace unas semanas, me ha sorprendido gratamente y mucha de esta culpa la tienen las fantásticas y desgarradoras interpretaciones de sus dos actrices principales. Su guión es una maravilla que te envuelve a fuego lento y lo hace de la mano de una fotografía elegante y poética. Sin duda alguna, la película de Haynes ofrece una historia inolvidable que merece ser recordada por esa belleza que irradia en todos los sentidos y que atrapa al espectador de manera inesperada. En serio, no sé si he conseguido captar con mis palabras la magia que hay en esta película que es, sin ninguna duda, una joya cinematográfica. Tenéis que verla.

¿Alguno de vosotros ya ha sido testigo de este amor prohibido? Si es así, ¡espero vuestros mensajes!

¡Hasta la próxima!

10/10

Podéis ver el tráiler AQUI

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