Expediente Warren 2: El Caso Enfield (2016)

¡Hola, chic@s! El verano de 2013 nos trajo a las carteleras la película Expediente Warren, un film que nos narraba uno de los casos a los que se tuvieron que enfrentar los Warren, un matrimonio dedicado a los fenómenos paranormales y que me puso los pelos de punta al tratarse de un caso real. La cinta tuvo un gran éxito tanto de público como de crítica y, tres años después, los Warren vuelven a aterrizar en las salas con otro caso real conocido como el poltergeist de Enfield, un suceso que ocurrió hace casi cuarenta años y que a día de hoy sigue envuelto en una gran polémica.

Este poltergeist dio comienzo durante el verano de 1977 en Enfield, un barrio humilde al norte de Inglaterra en el que vivía la señora Hodgson, una divorciada de unos cuarenta años y sus cuatro hijos, dos niños y dos niñas. Sus vidas transcurren con aparente normalidad, pero esta tranquilidad se evapora la noche en que sus dos hijas, Janet y Pete, la despiertan debido a sus aterradores gritos. ¿Qué ha ocurrido? ¿Ha sido un sueño? ¿Ha entrado alguien en la casa? La confesión de las niñas nos dejaría con la boca abierta y dudando de su credibilidad ya que las pequeñas afirman que sus camas han empezado a agitarse de manera muy violenta. En un principio todos pensaríamos que es una broma de las menores con tal de llamar la atención. Sin embargo, diferentes sucesos paranormales empezaron a tener lugar desde esa fatídica noche y sembraron el terror en esa humilde casa de la calle Green. La controversia de este caso es que muchos creen que la pequeña Janet, la niña que parecía ser el foco de atención de estas fuerzas sobrenaturales, fingió los sucesos. Sin embargo, hay testigos que respaldan la versión de la familia…

La segunda parte de Expediente Warren vuelve otra vez de la mano del genial James Wan y ya os digo que estamos ante una secuela brillante que no tiene nada que envidiar a su predecesora. Esta secuela sigue el mismo ritual que la primera parte ya que comienza su andadura con otro caso que no es el que va a ocupar las dos horas de metraje de la cinta. En esta ocasión, el acontecimiento escogido es nada más ni nada menos que Amityville, suceso célebre que no necesita presentación alguna. La visita a esta casa maldita nos ayudará a dar respuesta a esos temores de Lorraine que se dejaron ver en la primera entrega y que, inevitablemente, la acompañarán a Enfield. Por cierto, esos temores no serán los únicos que la acompañarán, pero para descubrirlo tenéis que ver la película. Como anécdota, os diré que durante estos potentes primeros minutos comprobamos como Lorraine ve en una de sus visiones a un niño cuya caracterización me ha hecho recordar la famosa fotografía que en la vida real Ed Warren tomó de un supuesto fantasma en Amityville. ¿Posible guiño? Es posible... o no.

Una vez terminada la corta, pero intensa, visita a Amityville pasamos directamente al Londres de finales de los setenta para conocer a los Hodgson y como estos se convertirán en el objetivo de una (o tal vez más) presencia proveniente del más allá. Objetos que se mueven, apariciones horripilantes, ruidos nocturnos, susurros en la oscuridad… Estos sucesos tan espeluznantes no harán más que crear un ambiente lleno de terror y de una gran intensidad y no podremos evitar sentir la angustia y el horror que sienten sus personajes. Precisamente, diría que esta secuela está llena de una gran tensión ya que no sabes qué puedes encontrar a la vuelta de la esquina. En mi caso, siempre que había una escena que no vaticinaba nada bueno tenía mis manos preparadas para taparme la cara en cualquier momento. Ha sido aterrador, ¡y muy divertido! Obviamente, también hay sustos y lo mejor de todo es que no los ves venir. Mientras los Hodgson intentan acabar con esta pesadilla vemos en otra trama paralela protagonizada por los Warren como Lorraine decide no coger más casos por ese temor que tiene y que no quiere que se cumpla. Ed, su marido, la apoya en su decisión, pero cuando Enfield toca a su puerta no pueden evitar hacer las maletas y partir hacia la capital británica donde una vez más serán puestos a prueba y Lorraine tendrá que enfrentarse a sus miedos.

Las dos horas de la cinta te atrapan por completo no solo por esa intensidad y tensión permanentes que se apoderan de la historia y de ti sino también por su magnífica recreación del Londres de finales de los setenta y de esa atmósfera oscura y siniestra que te avisa de que en cualquier momento algo terrible puede pasar. Por otro lado, las interpretaciones vuelven a estar a la altura no solo por parte de Patrick Wilson y Vera Farmiga, que vuelven a mostrar su talento y carisma como los Warren, sino también por parte del nuevo elenco, mención especial se merece la fantástica Madison Wolfe (Janet Hodgson) gracias a una interpretación que te estremecerá.

Una vez que la película llega a su fin (con aplauso espontáneo incluido por parte de los que estábamos en la sala) podemos escuchar unas grabaciones reales del caso Enfield que ponen los pelos de punta y mientras esto ocurre podemos ver fotografías de los actores y de las personas que éstos interpretan en la cinta. Han sido un par de minutos que los espectadores hemos mirado embobados la pantalla, y a pesar de que las luces de la sala ya se habían encendido, y este magnífico material ha puesto punto y final a una cinta que ha cumplido con mis expectativas.

Expediente Warren 2: El caso Enfield demuestra una vez más que segundas partes no siempre tienen que ser malas. Esta secuela es una digna sucesora de la primera ya que, aunque hay hechos que se han dramatizado un poco más de la cuenta, el objetivo de la cinta es entretener y transmitir ese miedo que tanto nos gusta sentir y estos dos puntos los cumple con creces. Además de esto, la película cuenta con un guión sólido y buenas interpretaciones lo que garantiza un film de calidad. Creo que una de las grandes virtudes de las dos películas dirigidas por Wan es que me devolvieron la fe en las cintas de terror ya que, aunque siempre he consumido películas de este género, durante los últimos años las historias que nos ofrecían no eran de mi gusto y con Expediente Warren se ha vuelto a recuperar ese terror paranormal que recuerda a las películas de los setenta y los ochenta que tanto me gustan. Si tenéis la oportunidad de verla hacedlo porque es una secuela excelente ya que está bien escrita y dirigida, aunque si os ponen nerviosos las películas de terror puede que no sea una buena opción.

Por cierto, ya se está hablando de una tercera parte y muchos apuestan a que se centrará en Amityville, aunque James Wan ha afirmado que no sabe si tendrá tiempo para volver a filmar otra historia de los Warren. ¡Esperemos que no sea así!

Ahora que he acabado de escribir la entrada no sé si podré irme a dormir tranquila... Creo que voy a hacer una carrera rapidísima que va desde el comedor hasta mi habitación. ¡Deseadme suerte!

¡Hasta la próxima!

9/10

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