Llámame por tu nombre, de André Aciman

Esta entrada contiene spoilers de los desenlaces de la película y el libro Llámame por tu nombre (Call me by your name)

¡Hola, chic@s! El primer trimestre de 2018 me ha descubierto grandes películas, pero mi corazoncito pertenece a Call me by your name. El romance entre Elio y Oliver me conmovió muchísimo, podéis leer mi review de la película aquí, así que pocos días después de haber visto la cinta fui a mi librería de confianza y me hice con la novela homónima en la que se basa el film de Luca Guadagnino. ¿Me habrá conmovido tanto como la película? ¡Aquí os dejo mis impresiones!

Llámame por tu nombre nos traslada a una villa italiana durante un verano de la década de los ochenta y como cada año, los padres de Elio reciben durante las vacaciones estivales a un estudiante universitario para que ayude al cabeza de familia, un catedrático, con diferentes papeleos a cambio de alojamiento gratis. Este año el elegido para dicho trabajo es Oliver, un escritor americano, que despertará en el joven Elio unos sentimientos que no podrá controlar.

La novela de André Aciman está narrada por Elio, él es el protagonista, y a través de sus palabras vemos cómo Oliver cambia su vida por completo. Elio tiene 17 años, es un adolescente, y Oliver, de 24, se convierte en su primer gran amor. Lo que más me ha gustado de este libro es que al ser narrado en primera persona sentimos el torbellino de emociones que siente nuestro protagonista. El primer amor se vive muy intensamente, parece que no hay nada después de él y Elio representa muy bien todo esto. El joven no puede dejar de pensar en Oliver, él ocupa todos sus pensamientos, y sus sentimientos no le dan tregua. Durante el día espera cualquier cruce de miradas o de palabras con él y por las noches el americano se apodera de sus sueños. Esta atracción está narrada de manera muy directa y con mucha intensidad y en ella hay ilusión pero también miedo ya que Elio está asustado por lo que siente ya que no sabe si es lo correcto. Hay que recordar que la historia se desarrolla en la década de los ochenta y en aquella época las relaciones entre dos personas del mismo sexo estaban estigmatizadas (sin embargo, hay indicios que nos sugieren que los dos personajes podrían ser bisexuales). No se podían mostrar tal y como eran, no había mucha información, el SIDA se estaba convirtiendo en un gran azote y Elio se siente confundido por todas esas emociones que van creciendo en él cada día más. Al igual que en la película, sientes la alegría de Elio cuando éste se encuentra con Oliver y también te sientes un poco frustrada cuando la comunicación entre los dos se ve entorpecida por algún motivo. Tienen un tira y afloja muy interesante y cuando te das cuenta te has enganchado a él por completo.

Me costó mucho tiempo darme cuenta de que tenía cuatro personalidades según el bañador que llevase puesto. El hecho de saber a qué atenerme me hizo pensar que poseía una cierta ventaja.

Rojo: descarado, testarudo, muy maduro, casi brusco y malhumorado. Mantenerse alejado.

Amarillo: enérgico, optimista, gracioso aunque no carente de púas. No ceder con facilidad, puede volverse rojo en cualquier momento.

Verde, casi nunca lo llevaba: conformista, con ganas de aprender, hablador, deslumbrante. ¿Por qué no sería siempre así?

Azul: lo llevaba la tarde que entró en mi habitación por el balcón, el día que me dio un masaje de hombros o cuando recogió el vaso del suelo y lo colocó justo a mi lado.

Como Elio es el narrador todo lo vemos a través de su punto de vista y por lo tanto, el retrato que tenemos de Oliver está hecho a través de sus opiniones, ¿pero qué piensa la otra parte? Me encantaría que hubiera otro Llámame por tu nombre que estuviera narrado por el americano para saber un poco más de él y descubrir cómo se siente en esos momentos de soledad que Elio no ha podido observar y que son una incógnita.

La gran diferencia con la película es que ésta finaliza con lo que supone el fin del primer amor y con esa soledad y melancolía que se apodera de nosotros. Sin embargo, la novela de Aciman va más allá y los dos protagonistas se reencuentran años después. En ella comprobamos que ambos tienen vidas muy diferentes y a pesar de que los dos han avanzado vemos cómo Elio, de alguna manera, se sigue sintiendo atado a Oliver. Al principio, parece que Oliver no siente lo mismo pero la química sigue estando ahí y nos dejan entrever que siempre puede haber una segunda oportunidad, aunque eso ya corre a cargo de nuestra imaginación. Su final me dejó con un sentimiento de melancolía porque la situación de los personajes no es fácil y hay cierto halo de tristeza.

Leer Llámame por tu nombre es una experiencia preciosa porque relata muy bien lo bonito y lo doloroso que es el primer amor. La sensual relación entre Oliver y Elio está narrada con una prosa directa y llena de fuerza que en más de un momento te llega a golpear y sus protagonistas se van descubriendo poco a poco al lector a medida que vamos pasando las páginas. La novela de Aciman nos demuestra que a pesar de que pasen los años, el primer amor siempre se queda con nosotros y en cierta manera llega a definir una parte de quienes somos. La película me encantó y la novela se ha puesto a su mismo nivel, y os confieso que cuando estaba leyéndola las caras de Elio y Oliver tenían los rostros de Timothée Chalamet y Armie Hammer respectivamente.

¿Y vosotros? ¿Habéis leído Llámame por tu nombre?

¡Hasta la próxima!

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Fotos: Alfaguara y Pinterest