First Man (2018)

¡Hola, chic@s! El pasado mes de octubre acudí al cine para ver First Man, la nueva película de Damien Chazelle, director de la aclamada La La Land. Su paso por los festivales de Venecia y San Sebastián cosechó críticas dispares y no llegó entusiasmar por lo tanto, no sabía lo que me iba a encontrar. ¿Valía la pena verla? Ya sabéis que sobre gustos no hay nada escrito y a pesar del frío recibimiento que tuvo, os puedo asegurar que a mí me ha parecido un peliculón.

First Man narra una historia que todos conocemos y que siempre ha estado rodeada de polémica: la llegada del primer hombre a la Luna. ¿Ocurrió realmente? Siempre se ha cuestionado si Neil Armstrong consiguió dicha hazaña, pero esta película consiguió que me olvidara de toda la controversia que la rodea y disfruté de una historia épica y muy humana.

Trabajo y familia

El gran acierto de esta cinta ha sido no solamente mostrar cómo se trabajó para llegar a la Luna sino también a enseñarnos esa parte que siempre se suele suprimir en historias como estas: el apoyo de las familias de estos héroes. Siempre nos quedamos con la cara popular, la que todo el mundo ve, pero estas acciones no solamente las experimenta la persona que las va a realizar sino también aquellos que están con ella. Neil Armstrong llegó a la Luna, pero todo este proceso lo vivieron también su mujer y sus hijos y con ello todo el miedo y la incertidumbre que una aventura así supone. Además del entorno familiar del protagonista, también conocemos a sus compañeros y a sus respectivas familias y vemos que el soporte de estas a nivel emocional fue muy importante. Por lo tanto, el factor humano tiene un gran protagonismo en la cinta

Los personajes

Como os he comentado previamente, esta película tiene una parte muy humana y para conseguir esto los personajes tienen que mostrarnos su parte más vulnerable. El motor de esta historia es Armstrong (Ryan Gosling) y muchas veces se nos olvida la epopeya que vivió debido a la tragedia personal que arrastra. No lo vemos como un astronauta sino como un padre lleno de dolor que intenta salir adelante. La interpretación de Gosling nos muestra a un hombre introvertido que se calla muchas cosas, pero sus silencios lo dicen todo. Simpaticé mucho con él al igual que con los secundarios que lo rodean y llegan realmente a importarte. Claire Foy, la maravillosa reina Isabel de The Crown, interpreta a Janet, la esposa del personaje de Gosling, y la principal representante de todas esas familias que también fueron parte de esta proeza. El papel de Foy es pequeño pero no importa ya que sabe interpretar muy bien a una mujer llena de fortaleza y valentía. Esta película reivindica su figura y nos demuestra que fue algo más que una esposa.

La realización

Visualmente la película es espectacular y los planos secuencia y los planos detalle tienen un gran protagonismo consiguiendo lo que se proponen: meterte de lleno en la historia. Puedes llegar a sentir la emoción, el miedo y la claustrofobia que experimentan estos hombres cuando se introducen en esas cápsulas tan frágiles y en las que su destino es totalmente incierto. Realmente te llegas a dar cuenta de que en muchas ocasiones, las misiones eran prácticamente suicidas y tenían que vivir con la incertidumbre de si ese iba a ser su último día.

El despegue del Apollo XI

Sin duda alguna, este es el momento estrella de la película. Todos conocemos el final, pero aun así no pude evitar sentir una mezcla de miedo y emoción por lo que estaba a punto de suceder. Por un lado, estamos a escasos momentos de ver un momento histórico que marcó un antes y un después, pero esta escena la vemos a través de Armstrong y todo lo que este lleva en su interior. Sus miedos son los nuestros y la escena está llena de emotividad y emoción. El despegue del Apollo es espectacular y la banda sonora de Juston Hurwitz es maravillosa, en especial en esta escena con la pieza The landing ya que sabe transmitir la grandeza que está a punto de pasar. Mi plano favorito es sin duda cuando Armstrong ya se encuentra dentro del Apollo y un primer plano nos muestra su cara mirando directamente a la Luna. Se me puso la piel de gallina y no quería que la película acabara. Los primeros planos nos enseñan la grandeza del Apollo y sus dos caras: la positiva y la negativa. La primera capta su grandeza y lo que puede llegar a hacer, pero la segunda el desastre que puede provocar si los planes no salen según lo previsto.

Por lo tanto, First Man ha sido toda una sorpresa. Entré en el cine sin expectativas y salí emocionada. La cinta de Chazelle es ese tipo de películas que tienes que disfrutar sin prisas y cuando llegas al final te das cuenta de lo mucho que te ha impactado. Es una epopeya cautivadora, emotiva y fascinante y no cuenta la historia de América sino la de Neil, un héroe de carne y hueso. Es una película épica pero a la vez muy íntima por el dolor de su protagonista, por la importancia que las familias tuvieron en esta travesía y por todos aquéllos que se quedaron en el camino. Os la recomiendo sin ninguna duda. ¡A ver qué sucede en los Oscar!

¡Hasta la próxima!

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Fotografías: SensaCine