Gente normal, de Sally Rooney

 

A Marianne se le llenan los ojos de lágrimas. Los cierra. Incluso en el recuerdo, este momento le parecerá siempre de una intensidad insoportable, y sabe que será así ahora mismo, mientras sucede. No ha creído nunca que fuese digna de ser amada. Pero de pronto tiene una vida nueva, y este es el primer momento de ella, y por muchos años que pasen nunca dejará de pensar: Sí, ahí fue, ahí comenzó mi vida.

¡Hola, chic@s! Regreso al blog después de haber estado casi dos semanas de vacaciones, que por cierto me han ido genial para desconectar, pero no sabéis las ganas que tenía de ponerme delante del ordenador para volver a teclear y traeros nuevas historias que os quiero contar. El libro escogido para esta ocasión es Gente normal, de Sally Rooney, una novela que llegó a las librerías en agosto de 2018 convirtiéndose rápidamente en un fenómeno literario. ¿Estaba yo enterada de todo esto? Para nada. Llegué a este libro porque hace unas semanas, y de pura casualidad, me topé con el tráiler de su adaptación para la pequeña pantalla en formato de serie y me enamoré de ella en el acto. Casualidades de la vida, un par de días después vi que en las novedades de la biblioteca había una novela que me sonaba de algo y pensé: ¿esta no es la historia que vi el otro día en el tráiler? Efectivamente lo era, así que me traje el libro a casa para ver qué me contaba Sally Rooney y el resultado me ha gustado mucho.

Gente normal nos cuenta la historia de Marianne y Connell, dos jóvenes que viven en un pequeño pueblo de Irlanda, y en un principio sus caminos no están destinados a cruzarse porque ambos son muy diferentes. Connell es el típico chico popular y deportista que cae genial a sus compañeros de instituto mientras que por otro lado, Marianne es lo opuesto: es tímida, callada, va a su aire, y sus compañeros le hacen el vacío porque la ven diferente, la ven rara. Connell proviene de una familia humilde y Marianne todo lo contrario; de hecho, la madre del primero es la encargada de la limpieza de la mansión en la que vive Marianne con su familia, y esto hará que los jóvenes coincidan una tarde e inicien una conversación que unirá sus vidas para siempre.

A primera vista podemos pensar que estamos ante la típica lectura sencilla que es perfecta para pasar una tarde en la que no queremos pensar mucho, pero Gente normal es una novela que esconde una profundidad que no te esperas. La trama transcurre entre 2011 y 2015, abarcando de esta manera el último año de instituto de los protagonistas y su posterior etapa universitaria, y su estructura me ha recordado mucho a la de la novela One day, de la que por cierto os hablé el mes pasado, ya que en esta ocasión también vamos siguiendo la vida de los protagonistas y qué ocurre con ellos durante el transcurso de casi 5 años. Lo que engancha es lo mismo que me ocurrió con la novela de David Nicholls: en cada capítulo se narra un encuentro entre los dos y en el siguiente se produce un salto en el tiempo que te invita a seguir leyendo para ver qué ha ocurrido con ambos. La prosa usada por Rooney es muy sencilla porque contiene frases directas y cortas y esto hace que la lectura sea rápida y refrescante. No obstante, mientras vas leyendo te das cuenta de que la autora no es tan clara en cuanto a Connell y Marianne; en otras palabras: para conocer bien a esta pareja tienes que leer entre líneas porque Rooney no te lo ofrece todo en bandeja, al contrario, es muy sutil, y deja al lector la tarea de ir desgranando las personalidades y la relación de sus dos personajes principales. Gracias a esto, esta lectura, que en un principio parece muy simple, se torna reflexiva y con ella vemos la manera en la que se relacionan Marianne y Connell entre ellos y con el mundo y cómo buscan la aprobación de los demás al mismo tiempo que ansían ser amados. La relación que hay entre ambos tiene momentos de todo tipo y la conexión que comparten es más que evidente; se buscan sin descanso, pero muchas veces no se encuentran. Se alejan y se revitalizan constantemente, pero les cuesta estar en el mismo punto.

Connell y Marianne se esfuerzan por encajar, por ser gente normal, pero es muy aburrido serlo y la novela nos enseña que debemos ser fieles a nosotros mismos, no mentirnos, aunque esto signifique no entrar dentro del patrón que la sociedad espera de nosotros. Además de esto, la novela retrata a través de los dos protagonistas que las relaciones no son sencillas y que por el simple hecho de querer a alguien no va a ser todo automáticamente perfecto y de color de rosa. Gente normal es un libro que me ha sorprendido mucho y ahora es el turno de ver la serie que, por lo que he visto, sé que me gustará.

¡Hasta la próxima!

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