Titanic cumple 20 años

¡Hola, chic@s! Un día como hoy de hace 20 años llegó a los cines de Estados Unidos Titanic, una película que muchos pensaron que iba a ser un descomunal fracaso, pero que acabó convirtiéndose en una de las películas más grandes de todos los tiempos. La cinta de James Cameron tiene defensores y detractores a partes iguales, pero no podemos negar que todos, absolutamente todos, conocemos la triste historia del transatlántico y el romance entre Jack y Rose. Apuesto a que también conocéis las frases más famosas del film y una servidora llegó a saberse de memoria el guion completo de la película. Podía recitarlo de principio a fin y aunque pasados los años me cuesta un poquito más, creo que lo haría bastante bien.

En mi caso, viví la fiebre de Titanic cuando esta salió en VHS. No fui a verla al cine (aunque acudí a él cuando esta regresó a la gran pantalla en 2012 con motivo del centenario del hundimiento), pero mis amigas cada día comentaban en clase lo bonita que era la historia y lo enamoradas que estaban de Jack Dawson. Yo no entendía nada hasta que un viernes por la tarde tras salir del colegio, mi madre, mi hermana y yo fuimos al videoclub a alquilar aquella cinta de la que todo el mundo hablaba. La vimos nada más llegar a casa y cuando llegamos a los créditos finales entendimos por qué era tan famosa. Recuerdo que me emocioné, sufrí y lloré (aunque no lo mostré delante de ellas) viendo la cinta y cuando llegué al final sentí un gran vacío. Aquel fin de semana volví a verla un montón de veces y veinte años después sigue cautivándome como el primer día. Tras darle muchas vueltas he llegado a la conclusión de que Titanic es una película que sigue enamorando a diferentes generaciones porque es un blockbuster de lo más humano. La cinta de Cameron cuenta con un reparto principal soberbio y conocemos muy bien a sus personajes, pero el director de Terminator quiso ir más allá y dotó a los secundarios que aparecen en la historia, aunque sólo sean unos segundos, de su propia historia o momento para que cuando llegue el fatídico hundimiento el espectador sepa quiénes son y sienta tristeza por el destino que les espera. Sin darnos cuenta hemos creado un vínculo no solamente con los protagonistas sino también, por ejemplo, con la orquesta del Titanic, famosa por seguir tocando mientras el buque desaparecía en el mar; o con aquella pareja de ancianos que decidió no separarse y morir junta; o también aquella madre que al ver la imposibilidad de huir del barco decide acostar a sus hijos y contarles un cuento en el que todo es mucho mejor. Los recordáis a todos, ¿verdad? Cada uno de ellos aparece unos segundos en pantalla pero tenemos la sensación de conocerlos y sus últimos momentos nos rompen el corazón. 

Titanic es una cinta muy humana, pero al mismo tiempo es una película espectacular que ha envejecido muy bien y eso se debe a cómo se recreó el famoso transatlántico. Si Titanic se hubiese rodado ahora los efectos especiales serían muy diferentes ya que estaría llena de CGI y esto le restaría el encanto que tiene. Cameron quería el Titanic y lo hizo. Lo recreó a base de maquetas y con recreaciones a gran escala. Los interiores eran reales e idénticos al original y nos da la sensación de poder pasear por sus pasillos y habitaciones. Siempre se me encoge el corazón cuando el agua se va apoderando de todo el barco y el momento cumbre llega cuando la cúpula se rompe e inunda toda la sala principal. ¡Lo estoy escribiendo y se me está poniendo la piel de gallina!

La cinta protagonizada por DiCaprio y Winslet es una historia llena de emociones y mucha culpa de ello también la tiene su música. Soy muy fan de las bandas sonoras porque las considero un personaje más y las culpables de proporcionarnos en numerosas ocasiones el contenido emocional de la escena. La banda sonora del desaparecido James Horner transmite la desesperación y el terror de los momentos previos al hundimiento, pero también la melancolía y la tristeza cuando ese buque insumergible desaparece en las gélidas aguas del atlántico llevándose con él a cientos de vidas. Sin embargo, las piezas de Horner también muestran la esperanza que transmitía el Titanic por un mundo mejor, pero la canción que se lleva la palma es My heart will go on, interpretada por Celine Dion, y que nadie quería hacer porque era un tema que no gustaba. Al final decidieron grabarla y menos mal que lo hicieron porque se ha convertido en todo un himno.

Titanic es una película generacional ya que todos conocemos los momentos clave y las referencias que hay en ella (muchas de sus frases son míticas) y eso nos une. Un ejemplo perfecto de esta unión es precisamente la muerte de Jack. Cuando vi la película por primera vez y vi cómo él decide no subir a la tabla me cabree. Me dieron ganas de gritar que se subiera, que los dos cabían, sé que el peso es importante, ¡pero se podrían haber organizado mejor! Durante años creí que era la única que lo pensaba, pero no, todo el mundo compartía mi misma idea: ¡Jack cabía en la dichosa tabla!

Titanic cumple 20 años y sigue siendo todo un referente. Sus 11 Premios de la Academia lo corroboran y todos los que la vimos en el cine o en VHS seguimos cayendo rendidos a ella cuando es emitida por televisión. Todos nos enamoramos de Jack y Rose, pero también nos interesamos por la historia de este triste navío. En mi caso, me informé muchísimo sobre él y de las personas que formaron parte de su corta vida y descubrí un mundo fascinante que a día de hoy me sigue sorprendiendo. Y bueno, además de este estudio más serio también coleccioné todo, pero absolutamente todo lo que salía en la Superpop. Si fuisteis niñas en los noventa sabréis de lo que estoy hablando. ¡Ay, bendita nostalgia!

¿Vosotros también sois fans de Titanic? ¡Espero vuestros mensajes!

¡Hasta la próxima!

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Fotos: Pinterest