Star Wars Episodio VIII: Los últimos Jedi (2017)



Esta entrada contiene spoilers

¡Hola, chic@s! Ayer pude ver Los últimos Jedi, la última película de la saga Star Wars, y para ser sincera acudí al cine con muy pocas expectativas ya que durante la semana había oído y leído cosas terribles sobre ella. Me esperaba lo peor, un desastre descomunal, pero debo ser muy rara porque chicos, ¡me ha encantado! Me lo pasé en grande viéndola y no entiendo las críticas negativas que ha recibido. Es cierto que cada uno tiene su propia opinión y el grado de exigencia es diferente, pero de verdad dejad los prejuicios a un lado y disfrutadla porque os lo pasaréis genial.

El Episodio VIII aterriza con una lucha encarnizada entre la Primera Orden y la Resistencia capitaneada por la General Leia Organa, pero este no será el único foco de disputa ya que por otro lado, tenemos a Rey y Luke Skywalker, dos personajes que se encuentran en un punto muy similar ya que ambos tienen que definir su futuro y decidir cuál es su papel en esta batalla.


El film dirigido por Rian Johnson podría catalogarse como una película de personajes y de esos conflictos internos que los atormentan. En este caso, estos personajes torturados son Luke Skywalker, Rey y Kylo Ren. En esta cinta comprobamos que la conexión entre Rey y Ren es cada vez más poderosa y profunda. Ambos se encuentran en bandos diferentes de la Fuerza e intentan atraer al otro para ganar más poder, pero sus objetivos se verán frustrados. Esta película me ha reconciliado con el personaje de Kylo Ren porque creo que en esta entrega ha adquirido una personalidad propia. Fue un error que nos lo vendieran como el nuevo Darth Vader porque las comparaciones pueden llegar a ser odiosas y por eso su interpretación decepcionó a más de uno. Sin embargo, en esta nueva cinta es diferente, es cierto que nos puede recordar más al joven Anakin Skywalker por esa lucha interna, pero Ren es un personaje con una profundidad de lo más interesante que debería seguir siendo analizada en el Episodio IX porque puede darnos más de una sorpresa. Sin duda alguna, se ha convertido en una de las grandes revelaciones y su evolución ha sido de lo más positiva. 


Si Ren es el villano de esta película, el héroe por excelencia es nuestro Luke Skywalker. El personaje de Mark Hamill es toda una leyenda y la película nos trae la cara menos amable de esos héroes que tanto admiramos. A estas alturas todos sabemos que Los últimos Jedi ha estado rodeada de polémica; muchos seguidores han llegado a crear una petición para que la película no forme parte de la saga, y mucha culpa de esto la tiene el trato que le han dado a Luke. Mark Hamill está espectacular como Skywalker y al igual que Ren es un personaje que lleva su particular lucha interna. El Luke anciano es un hombre serio y amargado y poco queda del chico risueño y soñador que se dio a conocer al mundo allá por 1977. A pesar de este cambio, me ha gustado ver a este nuevo Luke ya que si hubiese sido el de siempre no habríamos visto nada nuevo en él y esta nueva vuelta le ha dado más complejidad. Él representa el fracaso y, aunque esto haya sido visto como algo negativo, creo que debería verse como un punto positivo ya que como dice Yoda: el fracaso es esencial para que los que vengan detrás de nosotros puedan aprender y no repitan los mismos errores. Skywalker debe pasar por diferentes etapas, como es la negación a ayudar a la Resistencia y rechazar cualquier cosa que tenga que ver con los Jedi, para pasar más tarde a aceptar su papel en la batalla, la cual le otorga finalmente su redención. Sin embargo, el punto con el que no estoy de acuerdo es el que nos muestra a Luke intentando acabar con la vida de su sobrino cuando éste ya mostraba su inclinación hacia el Lado Oscuro. Creo que es algo que está completamente fuera del personaje. El Episodio VIII tiene momentos espectaculares y, aunque nos duela, uno de ellos es la muerte de Luke Skywalker. Muchos han puesto el grito en el cielo y se han enfadado con Johnson por matar a este personaje, pero todo ciclo tiene su fin y lo he visto como algo natural. La muerte de Luke es épica, poética y melancólica. Su adiós está a la altura del personaje y no podría haber sido de otra manera. Personalmente, muchas de las apariciones de Hamill me han emocionado por el componente nostálgico y sus escenas con Carrie Fisher, con la que tiene una química de lo más especial, son un regalo para cualquier amante de la saga.

Por último, el tercer personaje torturado es Rey, y la pobre Daisy Ridley tampoco se ha salvado de las críticas ya que en teoría no está relacionada con el clan Skywalker-Solo, aunque todavía queda una película y todo puede pasar. Aparentemente la joven no es nadie y esto parece que ha enfurecido a algunos fans ya que no se cumple la que parecía ser la opción más segura: Rey es hija de Luke. Desde mi punto de vista, esta decisión también me ha gustado ya que se sale de lo esperado y esto significa que el universo de Star Wars se expande y no todo tiene que girar alrededor del linaje de Darth Vader. Muchos criticaron El despertar de la fuerza porque era prácticamente un remake de Una nueva esperanza (lo cual es cierto), pero aquellos que criticaron esta repetición son los que ahora han puesto el grito en el cielo por los cambios de Los últimos Jedi. Sinceramente, siempre va a haber críticas y tendríamos que recibir estos cambios como algo positivo ya que si quieren hacer más trilogías en los próximos años deberán explorar nuevos caminos para crear nuevas tramas que pueden ser de lo más interesantes, porque si todo gira alrededor de los Skywalker nunca se avanzaría y se perdería emoción al ver una y otra vez lo mismo de siempre.


Por otro lado, uno de los aspectos que destacaría de esta cinta es el papel que tienen en ella las mujeres. Si echamos un vistazo a las anteriores películas la representación femenina era más bien escasa porque siempre estaba representada por una única mujer. La trilogía original tenía a Leia y las precuelas a Padme, pero si estas no formaran parte de la historia de Star Wars comprobaríamos cómo este sería un universo exclusivamente de hombres. El despertar de la fuerza empezó rompiendo esta regla al incluir al personaje de Ridley como la protagonista y a Leia como una secundaria de lujo. Sin embargo, Los últimos Jedi se ha coronado como esa película que ha colocado a cuatro personajes femeninos muy interesantes y potentes, y cuyas historias han tenido una gran influencia en la trama. Además de esto, las cuatro están bien escritas y representan grandes valores como la independencia, la valentía, la fortaleza y la integridad. El único punto negativo ha sido la Capitana Phasma (Gwendoline Christie) porque su personaje no ha tenido evolución alguna, prometía mucho más, pero su aparición podría ser considerada como una simple anécdota.

Si dejamos a un lado a los personajes, la historia de esta octava película (si no contamos con la maravillosa Rogue One) combina a la perfección el desarrollo de sus personajes con escenas llenas de emoción que mezclan acción, drama, humor y nostalgia. Está muy bien escrita y su final es un canto a la esperanza, un optimismo que espera verse materializado en el esperado Episodio IX.

Los últimos Jedi es una entrega que nos muestra el futuro de Star Wars a través de una nueva generación que promete darnos emocionantes aventuras. Su desenlace nos da pistas de cómo será el próximo film y la verdad es que me muero de ganas por las sorpresas que nos puede deparar. Ya os había dicho al principio de esta review que es una película que me ha gustado y he disfrutado muchísimo, y espero que con el paso del tiempo sea más valorada y se aprecie todo lo que ofrece.

¿A vosotros os ha gustado?

¡Hasta la próxima y feliz Navidad!

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Fotos: Star Wars, Vanity Fair y Pinterest

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