STAR WARS EPISODIO IX: El ascenso de Skywalker (2019)

¡Hola, chic@s! El ascenso de Skywalker, el último episodio de la saga Star Wars, llegó a nuestras pantallas el pasado jueves 19 de diciembre y, ¡sorpresa!, muchos han sido los que han destrozado la película. Si os dijera que esto no me lo esperaba os estaría mintiendo, pero lo que realmente me molesta es el ataque gratuito que veo en algunos comentarios y el complot a una cinta que quieren hundir por ser lo que es. Esto también ocurrió con Los últimos Jedi, película muy vapuleada por la crítica y el público, pero que a mí me encantó. La última entrega parece que sigue el camino de su predecesora y una vez más, y a pesar de sus defectos, que los tiene, es una película que he disfrutado mucho.

Star Wars Episodio IX: El ascenso de Skywalker nos trae de vuelta un nuevo enfrentamiento entre la Resistencia y la Primera Orden, un conflicto en el que se verán involucrados tanto el pasado como el presente haciendo que muchas de las respuestas que esperábamos en las dos primeras entregas por fin salgan a la luz. Los Skywalker nos han acompañado durante cuatro décadas, pero tras una larga travesía la familia más famosa de la galaxia (y una de las más queridas del cine) pone punto y final a su legendaria y emocionante epopeya.

Empecemos por los puntos positivos. El ascenso de Skywalker es una cinta que le da al espectador lo que quiere ver a través de buenas dosis de nostalgia y emotividad. El pasado y el presente se unen de manera continúa consiguiendo que al espectador se le ponga la piel de gallina y, por lo tanto, haciendo que conectemos con la trama desde el punto de vista emocional. Reconocemos los guiños y los paralelismos que nos muestran y esto hace que nos impliquemos en su visionado. La historia de Star Wars es muy larga y aquí no se han olvidado de ella. Hay grandes homenajes y cualquier enamorado de las películas los agradecerá. Por otro lado, las tramas consiguen cerrarse de manera satisfactoria con momentos cargados de épica y emoción, así que hasta aquí todo perfecto. No obstante, para mí el dúo ganador de la película está en Daisy Ridley (Rey) y Adam Driver (Kylo Ren), ya que aquí los dos intérpretes ofrecen la mejor versión de sus personajes. Su unión llega a su punto más álgido y en ella vemos el fuerte lazo que les une. Ambos huyen de ese destino por el que parecen estar marcados y finalmente lucharán para que su pasado no les defina. La pregunta es: ¿lo conseguirán?  Ridley me ha encantado, pero reconozco que tengo debilidad por Driver. Antes de escribir esta review le he echado un vistazo a las reseñas que escribí de El despertar de la fuerza y Los últimos Jedi, y aunque en la primera entrega no las tenía todas conmigo, en la segunda esta percepción cambia ya que la complejidad del personaje me resultó de lo más interesante. En esta última parte de la saga Kylo Ren es la gran estrella por confirmarse como el personaje más interesante de la trilogía. El actor consigue sin ningún problema mostrar la dualidad de su personaje y me ha dado pena llegar al final de su arco porque me ha sabido a poco. Esto no significa que esté mal ejecutado, pero me hubiese gustado verle en más escenas. Desde mi punto de vista, Adam Driver es uno de los mejores actores que tenemos en este momento, así que estad muy atentos a su carrera.

Como podéis ver la película tiene puntos buenos, pero no es un film redondo por la manera en que ha estado enfocado. La nueva entrega está dirigida por J.J. Abrams y tras verla llegué a la conclusión de que Abrams ha optado por el camino fácil y seguro al dirigir una película mucho más convencional que su predecesora (Rian Johnson, director de Los últimos Jedi, asumió riesgos interesantes que aquí brillan por su ausencia). El cineasta no se arriesga y se agarra mucho a la historia original, por lo tanto esto hace que la narración pierda fuerza. En este sentido parece que está más preocupado en contentar a los fans que en diseñar su propio relato y es una pena que haya optado por esta vía.

Otro punto que creo que se podría haber mejorado es el desarrollo de la trama ya que han querido introducir historias de última hora que se tendrían que haber desarrollado en las dos películas anteriores y esto, unido a la falta de tiempo, hace que la narrativa sea un poco atropellada. Por ejemplo, en este episodio se ve el gran potencial que tienen Rey y Poe juntos y su dinámica me ha recordado bastante a la que en su día tuvieron Leia y Han Solo, pero solamente hemos visto pinceladas de lo que esta relación podría haber sido. Hay tramas que se han quedado en grandes promesas porque no han sabido darles su lugar y es una pena porque podrían haber dado mucho juego. Esto también se aplica a algunos actores, que tenían un potencial increíble, y no los han sabido aprovechar.

A pesar de estos puntos que os he comentado El ascenso de Skywalker es una película entretenida que nos ofrece momentos épicos cargados de nostalgia, emotividad y sorpresas dando a sus seguidores lo que quieren ver. Esto está muy bien ya que de esta manera se consigue que el espectador conecte con la película, pero sí que es verdad que he echado en falta un poco más de valentía y riesgo. Abrams es un director que suele empezar por todo lo alto pero luego, cuando se dirige al final, se desinfla un poco. Aun así es una película que me ha gustado y que me ha dejado con buen sabor de boca. Me encantaría destacar a su reparto, pero en especial a Ridley y Driver, las auténticas estrellas de esta aventura. Por último, la saga tiene un buen cierre llevando el sello Star Wars en todo momento y esto arrancará una sonrisa y alguna que otra lágrima a los fans.

¿Habéis visto El ascenso de Skywalker?

¡Hasta la próxima!

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Fotografías: Disney, LucasFilm