El poder del perro (2021)

Fuente: Netflix

¡Hola, chic@s! Espero que hayáis comenzado el 2022 de la mejor manera posible y que estos dos annus horribilis que hemos estado viviendo ya vayan quedando atrás. Personalmente, yo empiezo este nuevo año con mi review de El poder del perro, de Jane Campion, una película que está basada en la novela homónima de Thomas Savage, y que me ha encantado.

El poder del perro nos presenta a Phil y George Burbank, dos hermanos vaqueros de principios del siglo pasado que, a pesar de compartir vida y negocios, no podrían ser más opuestos entre sí, ya que mientras Phil (Benedict Cumberbatch) es frío y cruel, George (Jesse Plemons) es comprensivo y amable. La vida de los Burbank da un giro radical cuando George se casa con Rose (Kirsten Dunst), una viuda que aporta al matrimonio a su hijo Peter (Kodi Smit-McPhee), un joven amanerado que es el hazmerreír de todos, en especial de Phil. Este enlace no es del agrado del cruel personaje interpretado por Cumberbatch; por lo tanto, el vaquero se propone desestabilizar a Rose de la manera más despiadada y sádica posible, y su bajeza como ser humano llegará a lo más alto cuando vea al hijo de esta como una pieza clave para poder destruirla.

A primera vista, El poder del perro es una película de género western, pero a medida que vamos indagando en ella nos damos cuenta de que también es un drama magnífico y un thriller psicológico excelente. Este filme nos narra una historia oscura que respira machismo, misoginia y homofobia, pero esto es solo la punta del iceberg y, para llegar a la verdad de todo, debemos analizar la película con sumo cuidado porque muchas cosas no son lo que parecen. Nada se nos da hecho y el espectador tiene que saber interpretar los gestos, las miradas y las emociones que nos regalan los personajes. Cada uno de ellos posee una ambigüedad impenetrable y debido a esto me lo he pasado en grande intentando descifrar sus intenciones, pero al mismo tiempo también he sufrido lo mío. La película dura poco más de dos horas y las he pasado en vilo debido a la tensión que inunda cada escena. Todo en ella es impredecible debido a sus dobles sentidos y esto ha hecho que no pudiera apartar la vista de la pantalla porque, de alguna manera, la cinta me tenía totalmente hipnotizada.

Jane Campion (El piano, Bright Star) nos regala, una vez más, una película que es una joya. La directora deconstruye el género western y lo dota de visceralidad y delicadeza. Esta película contiene muchas emociones y sentimientos reprimidos, pero, a pesar de esto, puedes sentirlos a flor de piel. Es una combinación que parece chocar y que al mismo tiempo es fascinante. Por otro lado, la ambigüedad de los personajes también llega a las escenas, ya que muchos planos están cargados de simbolismos, sutileza y tensión, mucha tensión (y de todo tipo). Hay que leer entre líneas y esto hace que cada espectador saque su propia interpretación de los hechos.

Si hablamos del reparto, solo os puedo decir que es maravilloso. Las interpretaciones son soberbias, pero si tengo que elegir me quedo con el duelo entre Benedict Cumberbatch y Kodi Smit-McPhee. Cuando ambos actores estaban juntos en escena la tensión se podía cortar con un cuchillo y no podía evitar contener la respiración. La dinámica que nace entre estos dos personajes, y como esta evoluciona, es una gozada y cuando llegas al final del viaje no puedes dejar de pensar en ella.

Jane Campion vuelve a triunfar con El poder del perro, una película que podría verse como una margarita que vas deshojando y, que en vez de decir las famosas palabras me quiere, no me quiere, cada pétalo te va dando pistas del camino que va cogiendo la trama. Es una película hipnótica que no me puedo quitar de la cabeza y que ha superado todas mis expectativas. Todo en ella es perfecto, no quitaría o añadiría absolutamente nada, y ahora lo que tengo que hacer es leer la novela en la que se basa ya que, por lo que me han contado, es una maravilla literaria que merece ser leída sí o sí.

¡Hasta la próxima!

 

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