La conjura de Aramat, de Victoria Álvarez
Con la misma calma con la que había abandonado la alcoba,
ascendió los peldaños que conducían al trono, empapándolos con la sangre que
chorreaba de su ropa; y cuando se reclinó contra el respaldo y apoyó las manos
en los reposabrazos, tendiendo la mirada a su alrededor, supo que la Conjura de
Aramat había llegado a su fin. El reinado de Marjannah al’Sairahr acababa de
comenzar y, con él, la salvación de Gaiatra.
¡Hola, chic@s! Victoria
Álvarez siempre ha sido una apuesta segura desde que la descubriera allá por 2011
con Hojas de dedalera, su novela
debut. Su amor por la aventura, el misterio, los cementerios y el siglo XIX
calaron muy en hondo en mí y desde entonces he seguido su obra con atención.
En 2020, la escritora
decidió salir de su zona de confort e inició su andadura en el género
fantástico con La conjura de Aramat, la
primera parte de una trilogía. Esta novela nos lleva hasta, ¡sorpresa!, Aramat,
un lugar lleno de magia y leyendas, que es testigo de una historia, o
tradición, muy peculiar: la sultana Marjannah contrae matrimonio cada noche
para poder así decapitar a su nuevo marido al amanecer. El terror reina porque
nadie conoce las razones de este acto tan descabellado y el pueblo mantiene
silencio porque no quiere enfrentarse a su líder. Sin embargo, su hija, la
princesa Raisha, es la única que está dispuesta a hacerlo y, para salvar a su
madre, emprenderá una aventura que no saldrá como esperaba. La joven se dará
cuenta de que muchas cosas no son como ella creía y, mientras afronta la
realidad, la amenaza de la guerra empieza a cernirse sobre los personajes.
Una de las cosas que
más me gustan de Victoria es su imparable imaginación, ya que esta no descansa
nunca y crea personajes y mundos que te dejan con la boca abierta. La
conjura de Aramat ha sido, sin duda alguna, un reto importante
porque la autora ha tenido que crear un mundo desde cero y las bases que ha
asentado en esta primera entrega no podrían ser más prometedoras. El denominado
worldbuilding está muy cuidado y tiene múltiples detalles, algo que hace que
este universo, y también su mitología, sea de lo más rico y complejo. Asimismo, la novela está narrada a
través de las voces de diferentes personajes y esto nos permite, además de
poder estar en diferentes lugares a la vez, ampliar nuestra visión del mundo de
Gaiatra. No sé si os pasa igual, pero esta táctica me ha recordado a Juego de Tronos, porque George R. R. Martin
hizo lo mismo con su (inacabada) saga y gracias a esto fuimos conscientes de su
inmensidad.
Por último, los personajes
son fascinantes debido a su evolución, ya que empezamos viéndolos de una manera
para, más tarde, ir cambiando nuestra opinión sobre ellos. Personalmente mi personaje favorito es
Marjannah, porque bajo esa faceta de cruel sultana, se esconde una mujer muy
compleja que promete darnos grandes momentos.
La
conjura de Aramat nos vuelve a confirmar que Victoria
Álvarez es la reina de las ambientaciones y la construcción de personajes. La
trama es muy entretenida y su final te deja con ganas de más. Hacía tiempo que
no hablaba de Victoria en el blog, pero no había olvidado lo mucho que me gusta
reseñar sus libros.
¡Hasta la próxima!
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