Marzo, Mes de la Mujer: Damas, Villanas y Lolitas, de Sandra Miret
¡Hola, chic@s! Para
muchas personas el cine es un puro entretenimiento y ya está, no hay nada más
allá de esta visión. Sin embargo, no debemos subestimar este arte, ya que el
cine puede llegar a ser una experiencia de vida transformadora con la capacidad
suficiente para moldearnos como personas y convertirnos en un reflejo de lo que
vemos.
Esta tercera entrega de
Marzo: Mes de la Mujer tiene como
protagonista a Damas, Villanas y Lolitas,
el primer libro de Sandra Miret, y en él la autora nos trae el cine de los
90 y de la primera década de los 2000 para analizarlo desde una perspectiva
feminista y así observar a las mujeres con las que crecimos.
El libro se divide en 4
partes y aborda temas tan interesantes y necesarios como la Male gaze (representación de las mujeres
y el mundo en general a través de la mirada masculina), la misoginia, la normalización de la violencia
sexual, la influencia de los cuentos de princesas (y sus respectivos roles), la
rivalidad femenina, los arquetipos con los que crecimos (que muchas veces,
además de irreales, pueden llegar a ser opresivos) o los cambios que estamos
viendo gracias al feminismo, entre otros. Estos temas son muy complejos, pero Miret
lo narra todo de una manera tan interesante, sencilla y accesible, que hace que
la lectura sea dinámica y reveladora.
Damas,
Villanas y Lolitas es un libro teórico muy completo que
expone de manera perfecta, y desde un punto de vista feminista, las dinámicas
del cine de los 90 y de los 2000. Es un libro que he disfrutado muchísimo, ya
que Miret es muy buena narradora y expone su contenido de manera clara y amena
para captar la atención de los lectores. Personalmente pienso que este
libro sería una lectura excelente y muy necesaria para los adolescentes y
aquellos veinteañeros que se están iniciando en la vida y, también en el cine, porque
como dice Miret en su libro: ¿La vida
imita al cine o el cine imita a la vida? Nos guste o no, el cine y la vida
siempre irán de la mano y la influencia que uno tiene sobre el otro es
innegable.
¡Hasta la próxima!
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