Sherlock: El esperado retorno del mítico inquilino de Baker Street

“El nombre es Sherlock Holmes y la dirección es 221B Baker Street.”

¡Hola a tod@s y feliz año! Con estas palabras se presentó Benedict Cumberbatch en el primer episodio de Sherlock y me ganó por completo. Fue amor a primera vista. Desde entonces mi idilio con la serie dura ya tres largos años y no soy la única. La tercera temporada de Sherlock se estrena en apenas unos minutos en la BBC y los fans de la serie estamos ansiosos por volver a verla ya que la espera ha durado casi 2 años. Además, si a esto le añadimos el final de infarto que tuvo su segunda temporada pues, personalmente, la espera se me ha hecho muy pero que muy larga. ¡Ha sido una tortura! Muchas veces había llegado a pensar que no habría tercera temporada, pero todo llega y no hay mejor manera de celebrar la entrada del nuevo año que con la serie de Steven Moffat y Mark Gatiss.

Imaginaros que trabajáis en el mundo de la televisión, más concretamente sois guionistas, y os ofrecen haceros cargo de la reinterpretación de un mito como es el personaje de Arthur Conan Doyle. Si me lo ofrecieran a mí el miedo y la emoción me asaltarían a partes iguales. Por un lado, tienes el temor de no hacerle justicia a un personaje tan universal como éste pero por otro lado, es un desafío completamente maravilloso. Sí, estaría asustada y puede que la cosa saliera mal pero… ¿y si sale bien? Pues lo único que tenéis que hacer es echarle un ojo a esta serie ya que tanto Moffat como Gatiss han conseguido traer de nuevo a Sherlock Holmes y a su inseparable compañero John Watson de la Inglaterra victoriana, para revivirlos en pleno siglo XXI y, además, de manera brillante.

Cuando la serie se estrenó muchos eran los que desconfiaban de ella. ¿Holmes y Watson en las calles del Londres de hoy en día? ¡Eso es imposible! Muchas veces parece una falta de respeto arrancar a un personaje de su hábitat natural pero, en ocasiones, el resultado puede ser excelente ya que la esencia sigue ahí.

Las temporadas de Sherlock están divididas en bloques de tres episodios de hora y media cada uno. Son como unas películas. En cada episodio se nos presenta un caso que está inspirado en las historias de Conan Doyle y cuando crees que no hay solución alguna ahí está Sherlock para demostrarte todo lo contrario. El rey de la lógica y la deducción nos demuestra que todo tiene su explicación.

Sherlock Holmes y John Watson en el 221B de Baker Street

Los guiones son excelentes ya que hasta el más mínimo detalle está muy cuidado y las historias te enganchan desde el primer minuto. Los casos que se presentan son complicados y hay que ser muy hábil y presentarlo todo de una manera muy interesante para mantener al espectador pegado a la pantalla, ya que si todo se enreda mucho puede que esto le aburra y apague el televisor. Sin embargo, a medida que va avanzando la trama te vas enganchando más y más ya que quieres saber la solución de todos esos enigmas. Todo está narrado de manera inteligente, ingeniosa, directa y rápida. Es imposible aburrirse porque no te da tiempo a ello. Estás todo el rato deduciendo y buscando una explicación lógica. Cuando Sherlock ofrece la resolución del caso no puede ser más brillante. El otro día pensaba que la gente que escribe guiones así deben tener una mente privilegiada y mi admiración por ellos no puede ser más grande. Ojalá escribiese yo así.

Cómo os he dicho los guiones son excepcionales pero si hay algo que hace a esta serie muy atractiva, esa son las interpretaciones de sus dos principales protagonistas: Benedict Cumberbatch (Sherlock Holmes) y Martin Freeman (John Watson). La química y complicidad entre estos dos actores es espectacular y se ve reflejada en sus personajes. La relación entre Sherlock y John es peculiar. ¿Son pareja? ¿No lo son? “No, no somos pareja”, dice siempre John. Me he reído mucho con estos dos ya que una de las características de esta serie es su humor. Es verdad que hay drama pero la comedia e ironía que se encuentran en esta serie son muy especiales y esto se puede ver cuando los dos actores están en pantalla y muestran sus peculiaridades, sobre todo Sherlock. 

Cumberbatch parece haber nacido para este papel. Su presencia, carisma y voz (¡qué voz!) son espectaculares dándole una gran elegancia y atractivo al personaje. Su Sherlock es como el personaje de Conan Doyle: un sociópata arrogante, repelente, enigmático… lo que se diría un listillo. Pero no puedes evitar adorarlo porque aunque mucha gente no se lo quiera decir, ya que sus aires de superioridad son peligrosos, Sherlock es un auténtico genio y su personalidad es fascinante. Su personaje me encanta pero reconozco que no me llevaría muy bien con una persona así en la vida real.

Sherlock parece inalcanzable pero para eso tenemos a John Watson que representa la cercanía y, en cierta manera, nos representa a todos nosotros. Mientras Sherlock es frío John es todo lo contrario. Martin Freeman me encanta en este papel ya que su personaje transmite una bondad, sensatez y humanidad que a mí me enternecen. Parece que Sherlock no necesita a nadie, ¿pero qué sería del señor Holmes sin Watson? Él es el que lo mantiene con los pies en la tierra, es su conciencia.

Antes he dicho que esta serie se desarrolla en pleno siglo XXI, pero el apartamento de Baker Street tiene un cierto aire decimonónico que te hace sentir en una de las novelas de Doyle. En esta serie también encontraremos personajes que pertenecen a la mitología como el hermano de Sherlock; Mycroft Holmes, la mujer que consiguió engañarlo; Irene Adler, o su némesis; James Moriarty, entre otros.

Si queréis ver una serie divertida, inteligente, ingeniosa, aguda, brillante, rápida, con grandes interpretaciones y elegante, Sherlock es la mejor opción porque fascina. Acaba un episodio y quieres ver otro. Engancha bastante.

Creo que Sherlock es una serie ganadora ya que tiene una gran calidad y su prestigio y éxito han sido reconocidos con el aplauso de público y crítica y, cómo no, en forma de premios. Sin embargo, uno de sus grandes éxitos es que ha dado a conocer al personaje de Doyle a nuevas generaciones que ahora se interesan por las aventuras de este personaje. Si le dais una oportunidad no os arrepentiréis. 

El vídeo que os pongo a continuación es la escena en la que Sherlock se presenta a John Watson y también a la audiencia. He intentado encontrarlo con subtítulos pero no ha sido posible. En la escena, y sin conocer de nada a Watson, hace un rápido análisis de él dejándolo boquiabierto. ¡Es que Sherlock viendo tu ropa y tu manera de caminar ya conoce tu personalidad como la palma de su mano! Recuerdo que cuando fui a la conferencia de series británicas el año pasado (podéis encontrar la crónica en las entradas del mes de marzo de 2013) pusieron esta escena y cuando dijo su nombre y la dirección toda la sala se puso a gritar y a aplaudir. ¡Se me pusieron los pelos de punta! Yo también aplaudí, para qué negarlo.

Bueno chicos, ahora me he dado cuenta de que he acabado y empezado el año con dos series de Steven Moffat. Si es que este hombre sabe cuándo emitir los capítulos de sus series. No os voy a decir la broma que se dice sobre ello en la red ya que desvelaría el final de la segunda temporada de Sherlock, pero es bastante buena. Os animo a que la veáis. ¡Si la conocéis espero vuestros mensajes!

¡Hasta la próxima!

10/10