La hipótesis del amor, de Ali Hazelwood

 


¡Hola, chic@s! Hace un mes fui a la biblioteca (después de algunas entradas, os habréis dado cuenta de que paso mucho tiempo allí) y cuando me dirigía al mostrador para llevarme unos libros La hipótesis del amor, de Ali Hazelwood, se cruzó en mi camino (más que nada porque estaba muy cerquita de la entrada). Había visto dicho libro en redes sociales y todo el mundo lo adoraba, así que lo cogí sin pensarlo porque hacía tiempo que no leía novela romántica y tenía ganas de volver a este género. ¿Es tan maravilloso como todo el mundo dice? ¡Vamos a ello!

La hipótesis del amor nos presenta a Olive Smith, una estudiante de doctorado, que besa al primer hombre que encuentra por los pasillos de la universidad para demostrarle a su mejor amiga que ha superado una ruptura sentimental. Olive cree que esta acción es brillante, para algo está destinada a ser una gran científica, pero cuando abre los ojos descubre que la persona que se encuentra al otro lado es Adam Carlsen, uno de los profesores del campus, y cuyo carácter hace temblar a todos los alumnos que se encuentran bajo su supervisión. Olive y Adam son la noche y el día, pero este último accede a fingir que son pareja, algo que descoloca a la doctoranda. Esta relación, que en un principio es una mentira, hará que Adam y Olive se vayan abriendo el uno al otro y es entonces cuando una pregunta quedará suspendida en el aire: ¿puede que se estén enamorando y que sean más compatibles de lo que al principio pensaban?

Leo muchos géneros, pero siempre olvido lo mucho que me gusta la novela romántica. Sus historias siempre son como un abrazo y me dejan con una sonrisa en la boca. Me ayudan a desconectar de la rutina, pero aun así recurro muy poco a ella. ¿Por qué? Ni yo misma lo sé, pero creo que tendré que regresar a este género más a menudo porque con este tipo de libros ya sabes con lo que te vas a encontrar y por eso la mayoría no decepcionan. Había leído que La hipótesis del amor te enganchaba y no te soltaba hasta su última página, y aunque reconozco que no me leí el libro del tirón (no me pilló en fin de semana), ya os digo que ha sido una gozada de lectura porque tiene todos los elementos que a mí me gustan.

La novela de Ali Hazelwood construye un romance slow burn en el que la relación se va desarrollando de manera lenta y, por este motivo, los lectores no pueden evitar leer un capítulo más... y otro más. Este cliché es una de mis debilidades porque siempre me ha gustado la tensión que se crea entre la pareja protagonista, pero al mismo tiempo me pone de los nervios porque quiero que de una vez por todas den el primer paso. En este caso, me lo he pasado pipa con Olive y Adam, porque a pesar de saber cómo va a acabar todo, el viaje es lo que realmente cuenta y en él vamos a ver cómo los personajes se van a ir despojando de sus capas para mostrarse tal y como son.

La prosa de Hazelwood es fresca y adictiva. En cada capítulo pasa algo y crea unos personajes carismáticos a los que acabas adorando. He estado muy metida en la historia y, aunque quería llegar al final para ver el correspondiente final feliz, al mismo tiempo me daba pena acabarlo porque eso significaba decir adiós a Adam y Olive. Por otro lado, esta historia transcurre entre laboratorios y la universidad, y es que su autora tiene un doctorado en neurociencia, por lo tanto, sabe de lo que está hablando.

La hipótesis del amor es una novela que te da lo que quieres: diversión, enredos, emoción y una historia de amor, en teoría incompatible, pero que sabes que acabará bien. Olive y Adam son dos personajes geniales y bien construidos, ya que cada uno de ellos tiene su propia historia, no sólo están ahí por el romance. Además, su relación no muestra en ningún momento signos de toxicidad y es de agradecer. ¿Comparto el entusiasmo que había visto en redes sociales? ¡Por supuesto! Terminé el libro hace más de dos semanas y aún no me lo he quitado de la cabeza. Ha sido mi lugar feliz durante los tres días que me duró y esta es una sensación maravillosa (me sentí igual con la lectura de El vizconde que me amó). Por cierto, muchas lectoras dicen que, en el caso de una película, el personaje de Adam debería ser interpretado por Enzo Vogrincic (La sociedad de la nieve). Al principio de la lectura Adam tenía un rostro diferente al del actor uruguayo, pero cuando leí estos comentarios su cara se transformó en la de Enzo, así que si la peli se llega a hacer, apoyaría esta elección ja,ja,ja,ja.

¡Hasta la próxima!

 

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