El lado bueno de las cosas: Dos perdedores con mucho encanto

¡Hola a tod@s! Han pasado 2 semanas desde mi última entrada y he echado muchísimo de menos escribir en el blog. ¡Creo que nunca había dejado pasar tanto tiempo entre una entrada y otra! Así que estoy de vuelta y lo hago con una película que ha sido un éxito de crítica y público y éste último gracias al “boca a boca” de la gente. La película es El lado bueno de las cosas (Silver Linings Playbook) y está protagonizada por Bradley Cooper y Jennifer Lawrence. Me hubiese gustado hacer un análisis de la ceremonia de los Óscar pero primero, no tengo televisión de pago y segundo, esa noche la conexión a internet iba fatal. Así que, como podéis suponer, me quedé sin ver la gala y por lo tanto, me es imposible comentarla. He decidido escoger el film de Cooper y Lawrence ya que ésta última fue galardonada con una estatuilla como mejor actriz principal gracias a su papel en esta película. Eso sí, también tengo que decir que he decidido dedicarle esta entrada ya que es una película que me ha gustado muchísimo. Aquí está mi crítica.

El lado bueno de las cosas nos cuenta la historia de Pat (Cooper), que tras pasar 8 meses en una institución mental por agredir al amante de su mujer, vuelve a la casa de sus padres. El personaje de Cooper padece un trastorno bipolar y después de su estancia en esta institución, decide adoptar una actitud positiva ante la vida y recuperar a su mujer. Sin embargo, Pat no cuenta con la presencia de Tiffany (Lawrence), una joven viuda con ciertos problemas y que no tiene buena fama en el barrio. A pesar de que su relación no empieza con buen pie, poco a poco, nacerá un vínculo muy especial entre los dos.

Dirigida por David O. Russell (The Fighter) y basada en la novela homónima de Matthew Quick, El lado bueno de las cosas podría considerarse una película dramática pero también se puede decir que es una comedia romántica. Si mezclamos estos dos géneros, nos sale el popular término “dramedia”. Sin embargo, hasta bien entrado el final de la película, no la consideraba una comedia romántica. La película dura dos horas y durante una hora y media he visto el relato de unas personas que intentan superar sus patologías y obsesiones. Los personajes de Pat y Tiffany intentan superar sus problemas ayudándose el uno al otro y, de ésta manera, el espectador consigue descubrir la psicología de ambos, que se esconde detrás de ellos. Es verdad que hay momentos cómicos pero el drama tiene más peso en esta parte de la historia. Una de las características de las comedias románticas es que sus personajes suelen estar caracterizados por ser unos perdedores y en este caso, nos encontramos con unos personajes que tienen este perfil. Sin embargo, en este film, las circunstancias son diferentes. En una comedia romántica, los personajes pueden tener historias duras pero están adornadas con un toque cómico, son un poco superficiales. Sin embargo, en esta película, David O. Russell nos adentra en el mundo de las personas que sufren algún trastorno o enfermedad mental. Si nos ponemos a pensar, estamos ante un tema serio y de una gran profundidad y esto lo vemos reflejado en los personajes de Jennifer Lawrence y Bradley Cooper. Cuando ya llegamos a los últimos 20 minutos, esta película adquiere muchos tópicos de la comedia romántica, ya que todo concluye con un happy ending, sin mencionar las típicas secuencias que nos podemos encontrar en este tipo de género.

Por otro lado, tenemos la interpretación de los actores. Uno de los puntos fuertes de la película son sus intérpretes. Bradley Cooper me ha gustado mucho como Pat. No estoy acostumbrada a ver a este actor en este tipo de papeles y tengo que decir que me ha sorprendido gratamente. Creo que este personaje puede marcar un punto de inflexión en su carrera. Es un papel maduro y serio en el que nos demuestra la compleja personalidad de su personaje. Su Pat lleva el peso de la película y Cooper sale victorioso. Espero verle, de ahora en adelante, en papeles comprometidos como éste.

Jennifer Lawrence

La protagonista femenina es Jennifer Lawrence. Reconozco que no había visto ningún trabajo de esta actriz. Ni las comerciales X Men: Primera Generación y Los juegos del hambre o la película de corte independiente Winter’s Bone. Gracias a esta película, Lawrence tiene una nueva fan en mí. Me ha encantado su interpretación ya que me ha resultado muy convincente. Es una actriz que transmite mucha fuerza y tiene mucho carisma. Hasta que su personaje no hace acto de presencia, la historia me ha parecido un poco lenta, sin embargo, nada más aparecer, la trama ha ganado ritmo y fuerza y me he enganchado por completo. Ha sido la chispa que le faltaba a la historia. Su actuación es fantástica y su nominación al Óscar, merecida. No obstante, no he visto el trabajo de sus competidoras así que no sé si su estatuilla es merecida. La química entre Cooper y Lawrence es bastante buena y ofrecen grandes momentos que me han encandilado y me han hecho sonreír durante un buen rato. Los secundarios que les acompañan son excelentes. Robert de Niro y Jacki Weaver como los padres de Pat están sensacionales. Nos ofrecen una versión muy realista de cómo unos padres intentan ayudar a su hijo y que éste consiga salir adelante cuando se tiene que enfrentar a la vida real. Por otro lado, me gustaría recalcar la actuación de Chris Tucker como el amigo del personaje de Cooper. Su presencia es corta pero se come la pantalla.

El lado bueno de las cosas puede que no sea una obra maestra pero es una película muy buena. Estamos ante una historia sencilla, entretenida, fresca, con un guión afilado y personajes carismáticos. ¡Me ha encantado! Estamos ante un buen drama y, a la vez, ante una comedia romántica atípica de gran nivel. Es un film que le recomiendo a todo el mundo ya que nos enseña los problemas que las personas pueden tener pero que, a pesar de los obstáculos, éstos tienen solución. Solamente hay que ser positivos y, de esta manera, encontraremos el lado bueno de las cosas. 

¡No os la perdáis! 

8.5/10 

 

   ¡Hasta la próxima!