Joker (2019)

¡Hola, chic@s! Hoy os traigo la review de una película que vi durante el fin de semana de su estreno y que, sin ninguna duda, se ha proclamado como una de las cintas del año: Joker, de Todd Phillips. El film protagonizado por Joaquin Phoenix se llevó el León de Oro a la mejor película en la Mostra de Venecia y desde entonces hemos oído hablar (constantemente) de ella. Se ha convertido en todo un fenómeno social y tanto el público como la crítica han caído rendidos a los pies del mítico y temible Guasón. Joker es una película que no deja indiferente a nadie y hay que procesarla durante un tiempo para poder asimilarla bien. Cada espectador tiene su propia opinión de la historia y aquí vengo a dejaros la mía.

El origen del Joker

Todos conocemos al gran enemigo de Batman gracias a los cómics y las películas que hay del héroe de Gotham. El terrible villano con cara de payaso cuenta con grandes historias a sus espaldas, pero hay una que el público desconocía: su origen. ¿De dónde sale el Joker? Parece que este criminal surge de la nada y no se sabe a ciencia cierta de dónde viene y por qué se convirtió en un monstruo. Para muchos esto puede ser frustrante, pero otros piensan que es un movimiento magistral para rodear al personaje de cierto halo de inaccesibilidad. En esta película el director Todd Phillips decide desafiar las bases que en su día crearon Jerry Robinson, Bill Finger y Bob Kane para DC Comics y nos regala su propia versión del nacimiento de este horripilante psicópata. Es un movimiento arriesgado que podría haber salido muy mal, pero Phillips consigue darle una complejidad de lo más atractiva y a la vez hace que, por algunos momentos, el espectador se cuestione si está bien o no mostrar simpatía por un individuo que, hasta la fecha, era el malo de la película. En esta cinta vemos por qué Arthur Fleck, el hombre que decide perderse tras el maquillaje de payaso, se convierte en el Joker y esto hace que el film nos plantee preguntas de lo más interesantes.

Demoledora crítica a nuestra decadente sociedad

La película cuenta con dos horas de duración y durante este tiempo no pude parar de cuestionar mis sentimientos hacia el personaje de Joaquin Phoenix. En esta revisión del villano de Gotham vemos que Arthur es un hombre con serios problemas mentales, que él mismo reconoce tener, pero parece que la sociedad no está dispuesta a ayudarle y decide darle la espalda porque no le conviene tener a hombres de su perfil. Se ríen de él, lo desprecian, le niegan su derecho a una sanidad digna y le ignoran. Arthur no es nadie en una sociedad que decide ridiculizar y hundir a sus enfermos y esto tendrá consecuencias terribles para él y los que le rodean. El film lanza, en este sentido, preguntas muy incómodas y no pude evitar ver reflejada a la sociedad en la que vivimos actualmente. Joker es un film que cuenta una historia ficticia, pero guarda ciertas similitudes con nuestra triste realidad que te hace pensar en el camino que todos estamos tomando. A su vez la cinta cuestiona si muchos de los criminales surgen por la vida que han llevado y esto nos lleva a una gran polémica: ¿un asesino nace o se hace?

Una polémica dualidad

Cuando oímos el nombre del Joker automáticamente pensamos que es la maldad personificada y no vamos más allá. No nos planteamos ciertos puntos que nos podrían llevar a una explicación racional del porqué de su comportamiento porque siempre hemos asumido que es un villano y por eso, no necesitamos ninguna aclaración. En esta cinta vemos que si Arthur hubiese recibido la atención y protección que necesitaba probablemente el villano nunca hubiese surgido. Por lo tanto, la película nos dice que el Joker nació por el maltrato que este recibe de modo que, en este caso, vemos que el criminal ha sido creado por nosotros. Al mismo tiempo la película muestra el estigma que hay alrededor de las enfermedades mentales, pero a su vez esta crea su propio prejuicio ya que sugiere que un enfermo mental puede convertirse en una persona muy peligrosa si no recibe el tratamiento adecuado. Todos estos puntos son muy complejos y polémicos, pero el debate ya está en la calle y muchos tienen opiniones muy dispares. Personalmente, me compadecí del personaje por su tragedia personal, pero hacia la recta final Arthur decide liberar todos sus instintos y vemos que disfruta de ellos y que se siente libre. Por consiguiente, te planteas si en realidad él siempre había sido así y si había estado luchando todo este tiempo para no mostrar su verdadero yo. Así que vuelvo a preguntar: ¿un asesino nace o se hace?

 Un maravilloso Joaquin Phoenix y un fantástico Todd Phillips

A estas alturas ya no es ninguna novedad decir el pedazo de actor que es Joaquin Phoenix. El hermano pequeño del desaparecido River Phoenix nos ofrece una interpretación llena de contrastes en la que la fragilidad, la maldad y la locura parecen ir juntas de la mano. Repito que Phoenix nos regala una actuación magistral y sería muy injusto que no recibiera una nominación al Oscar (de hecho, suena como el favorito para llevarse la estatuilla a casa). Por otro lado, Phillips se pone al frente de una película que te remueve por dentro y que te absorbe de principio a fin. Me ha gustado mucho que la cinta esté explicada desde el punto de vista de Arthur porque no sabemos si debemos fiarnos de él y esto nos hace cómplices de manera directa de su locura. El film tiene momentos brillantes pero yo me quedo con tres que se me han quedado grabados: el primero es cuando Arthur, para llegar a su casa, tiene que subir unas escaleras que se le hacen eternas y que son el reflejo de su tragedia y lucha personales. Le cuesta mucho subirlas y su cansancio y su bajo estado anímico son más que evidentes. Sin embargo, esto cambia cuando se convierte en el Joker y caracterizado como tal baja las mismas escaleras bailando (fantástica banda sonora por cierto) y en un estado total de euforia. El segundo se centra en los primeros minutos de la cinta cuando se está maquillando para ejercer de payaso callejero y vemos cómo practica su risa al mismo tiempo que se le cae una lágrima. Es una escena íntima y sencilla pero impactante por todo lo que transmite. Y por último, el momento estrella del film es cuando Arthur deja su vida atrás y se convierte en el Joker para el resto del mundo en medio del caos y la destrucción. El villano ha nacido, ya es feliz, y se encuentra en un escenario que lo representa a la perfección. Es una escena soberbia con una fotografía preciosa. Inolvidable.

Joker es una película brutal, fantástica e incómoda que ofrece una historia muy bien escrita y su protagonista está de Oscar. Muchos han tachado a la película de polémica y ya se dice que puede que no sea reconocida en la temporada de premios que está al caer precisamente por esto. Esperemos que los votantes no se dejen llevar por estos prejuicios ya que Joker es una historia de ficción, a pesar de contener puntos en los que nos podemos sentir identificados, y si es una película que ha incomodado a muchos a lo mejor es por algo. Sin duda os la recomiendo porque son de estas historias que se quedan contigo por un tiempo. Para acabar mi entrada me gustaría preguntaros por vuestro Joker favorito. Phoenix es un guasón soberbio, pero comparte este puesto con el malogrado Heath Ledger (que consiguió un Oscar póstumo por este papel en El caballero oscuro) y Jack Nicholson en el Batman de Tim Burton. Es cierto que este último no posee la complejidad de Phoenix y Ledger, pero le tengo mucho cariño ya que es el primer Joker que conocí y Batman es una película que me encanta. ¿Y vosotros? ¿Con cuál os quedáis?

¡Hasta la próxima!

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Fotografías: IMDB, Warner Bros