¡Octubre de Musicales!

¡Hola, chic@s! Este fin de semana os traeré la review de una nueva película, pero antes de que esta llegue he decidido escribir una reseña express sobre dos musicales que pude ver y disfrutar el pasado mes de octubre en Barcelona.

El primero de ellos es La tienda de los horrores, la adaptación teatral de la película de los ochenta protagonizada por el mítico Rick Moranis, y que en esta ocasión cuenta con la dirección de Àngel Llàcer y Manu Guix (este último también se guarda una participación especial). Para los que no conozcáis la trama os diré que esta historia nos presenta a Seymour, un chico con una triste vida que trabaja en una floristería, que verá cómo su vida cambia de la noche a la mañana cuando decide cultivar una misteriosa y exótica planta cuyo único alimento es… ¡la sangre humana!

Tengo que decir que esta adaptación teatral me ha gustado mucho ya que los actores ofrecen buenas interpretaciones y unas cualidades vocales fantásticas, pero si tuviera que destacar a dos intérpretes estos serían José Corbacho como Orin Scrivello y Manu Guix como Audrey II, la letal planta. Admito que cuando el primero irrumpe por primera vez en el teatro la comicidad se apodera de la historia y este se ganó al público desde el primer momento. Orin es un antagonista retorcidamente divertido y arrancó sonoras carcajadas a todos los que estábamos allí. Me gustó mucho cuando, antes de subirse a las tablas y ya metido en el personaje, apareció en la platea para conversar con los asistentes e improvisar comentarios divertidos e ingeniosos. Sin duda alguna, el catalán es la estrella de la obra. Por otro lado, quiero también mencionar a Manu Guix ya que le pone voz a la planta asesina y lo hace con tanta pasión y entusiasmo, que logra transmitir su fuerza a todos los que estábamos presentes. Su voz es espectacular y todos los temas musicales, tanto los de Guix como los del resto del reparto, están interpretados a ritmo de rock and roll y soul. Esta obra la encontraréis en el Teatre Coliseum de Barcelona.

No obstante, no nos conformamos con un solo musical ya que 7 días después nos volvimos a plantar en el centro de la ciudad para ver la adaptación teatral de El jovencito Frankenstein, que vino desde Madrid para hospedarse durante poco más de un mes en la capital catalana. Para los más despistados os diré que este musical se basa en la inolvidable película de Mel Brooks en la que se hace una parodia del clásico de Mary Shelley y que nos narra qué ocurre cuando el joven médico Frederick Frankenstein (o Fronkonstin, como quiere que se dirijan a él) hereda el castillo de su abuelo en Transilvania, un hombre conocido por sus horripilantes experimentos y que, sin tener intención alguna, acaba cometiendo los mismos errores de su antepasado. Si La tienda de los horrores me gustó, esta me ha entusiasmado. Me divertí muchísimo viéndola porque la trama, además de ser de lo más entretenida y disparatada, cuenta con un reparto impecable que ofrece momentos musicales y cómicos estupendos. Los actores son muy carismáticos y provocaron el aplauso del público en más de una ocasión. Lo que realmente me fascina es cuando los actores de teatro dicen sus líneas sin titubear, y si se equivocan yo nunca me he dado cuenta, y en esta ocasión quiero destacar a Victor Ullate como Frankenstein ya que durante sus primeros minutos en escena ofrece un número musical excelente que para mí sería imposible de realizar. En serio, sabéis que me gusta mucho el cine y la televisión pero los actores y las actrices de teatro siempre han tenido todos mis respetos porque no es fácil subirse a un escenario en el que sabes que no van a decir la palabra corten si algo no sale como estaba previsto. El jovencito Frankenstein es un musical altamente recomendable con el que disfrutaréis muchísimo. Si tenéis la oportunidad de verla, hacedlo, no os arrepentiréis. Estos son sus últimos días y la encontraréis en el Teatre Tívoli de Barcelona.

¡Hasta la próxima!

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Fotografías: Grup Balaña