Éramos unos niños, de Patti Smith

 


¡Hola, chic@s! Hoy os traigo la reseña de un libro que tenía en mente leer desde hacía bastante tiempo y que cada vez que me topaba con él me pedía a gritos que me lo llevara a casa. Conozco a Patti Smith, pero nunca he profundizado en su carrera y, en el caso de Robert Mapplethorpe, no sabía absolutamente nada de él. Entonces, ¿por qué este libro me llamaba tanto la atención? Si queréis que os sea sincera, ni yo misma lo sé, pero a veces hay libros que están destinados a que los leas, aunque no encuentres una explicación razonable respecto a ello. Así que hoy os voy a hablar de Éramos unos niños, las memorias de Patti Smith, una crónica maravillosa en la que nos va a hacer partícipes de la Nueva York de los años setenta, de lo que suponía ser un artista en aquella época y, por último, vamos a adentrarnos en la figura de Robert Mapplethorpe.

Patti Smith nació un 30 de diciembre de 1946 en Chicago, Illinois, y provenía de una familia muy humilde, pero el destino le tenía preparado un futuro mucho más grande de lo que esta esperaba y que la llevó a Nueva York, el lugar que la vio dar sus primeros pasos como artista (y que más tarde fue testigo de su posterior triunfo y consolidación). El escenario principal de este libro es la Gran Manzana de los años setenta y el retrato que Smith hace de esta es espectacular. La autora te traslada a aquellos años con una facilidad pasmosa y hace que visualices sin ningún problema el estilo de vida y la cultura que se respiraban por aquel entonces. Es como si estuviéramos delante de una guía de viajes, ya que nos lleva a visitar lugares emblemáticos, y otros que en la actualidad ya no están en lo más alto, y con ella descubrimos un pedacito de la historia de Nueva York. Creo que su testimonio es importantísimo porque devuelve a la vida un período de tiempo apasionante, cuya cultura y costumbres ya no existen, y nos da la oportunidad de que lo conozcamos. Personalmente, me habría encantado darme una vuelta por aquella década en la que todo parecía muy vibrante y eléctrico, y por la que también se movieron personajes de lo más interesantes. Por otro lado, han pasado más de cincuenta años entre esta historia y la actualidad, y muchas cosas han cambiado, y entre ellas está la vida del artista. En estos tiempos en los que la tecnología lo es todo, las redes sociales tienen un papel fundamental a la hora de promocionar nuestro trabajo, y muchos artistas se benefician de esta ventaja (aunque hay artistas y “artistas”, vosotros ya me entendéis). Sin embargo, Smith nos enseña que esto no era así de fácil hace cinco décadas y si uno quería vivir del arte debía tener vocación, pero era muy complicado hacerse un hueco en este mundo y, si no servías para ser parte de él, entonces debías buscarte otra cosa porque tanto tu estabilidad emocional como económica podían acabar por los suelos. Tanto ella como Robert pasaron por muchas penurias debido a esto, pero consiguieron resurgir y tirar hacia delante porque el amor que sentían por el arte podía con todo. Siempre he creído que los artistas, los de verdad, tienen una sensibilidad especial y perciben el mundo de una manera diferente al resto, y tanto Patti como Robert estaban dentro de este grupo.

Y, por último, tenemos a Robert Mapplethorpe. Estas son las memorias de Patti Smith, pero el fotógrafo es su otra mitad, y no podríamos concebir este libro sin él. La amistad y el amor que vivieron resistió todos los obstáculos posibles y si tuviera que definir su relación lo haría con dos palabras: almas gemelas. Patti y Robert fueron amigos y amantes, pero su relación era mucho más que eso, y este libro nos demuestra que estaban destinados a conocerse. No puedes hablar de Smith sin nombrar a Mapplethorpe, y viceversa, y estas memorias son un homenaje a su alma gemela.

 

Después de la cena, fuimos a pie hasta Manhattan. (…) Yo estaba buscando una vía de escape cuando él sugirió que subiéramos a su piso a tomar una copa. (…) Miraba frenéticamente a mi alrededor, incapaz de responderle, cuando advertí que se acercaba un joven. Fue como si se abriera una puertecita del futuro y de ella saliera el muchacho de Brooklyn que había elegido el collar persa, como una respuesta a la plegaria de una adolescente. Reconocí de inmediato sus piernas un poco arqueadas y sus alborotados rizos. (…) Corrí hacia él y lo agarré por el brazo.

- Hola, ¿te acuerdas de mí?

- Por supuesto – dijo, sonriendo.

- Necesito ayuda – solté -. ¿Te haces pasar por mi novio?

- Claro – respondió, como si mi inesperada aparición no le hubiera sorprendido.

Lo llevé a rastras hasta el escritor de ciencia ficción.

- Este es mi novio – dije, jadeando -. Me ha estado buscando. Está enfadadísimo. Quiere que vuelva a casa ahora mismo.

El hombre lo miró con curiosidad.

- Corre – grité-. Y el muchacho me cogió de la mano y corrimos hasta el otro extremo del parque.

 

Éramos unos niños es un libro que me ha gustado mucho debido a su autenticidad y honestidad. Patti Smith es una escritora maravillosa que nos traslada desde la primera página a un tiempo pasado que ya solo existe en el papel y la pantalla, y aunque algunos de nosotros no lo pudimos experimentar, la autora consigue que visualicemos esa inolvidable década. Éramos unos niños es una carta de amor a la ciudad de Nueva York, al arte, pero, sobre todo, es una oda a la persona (y también al legado) de Robert Mapplethorpe.

 

¡Hasta la próxima!

 

Página de Facebook: El blog perdido de Laura

Instagram: laura_lamiel

Comentarios

  1. ¡Hola Laura!
    no conocía a ninguno de estos dos, si te soy sincera (bueno de oías sí, claro). Tienes toda la razón cuando dices que hay libros que están destinados a que losemos, sin remedio y sin explicación alguna. Me pasa a veces
    Me alegra que tu instinto lector te haya llevado por buen camino, ya que la has disfrutado mucho. La verdad es que el que sea un retrato fiel a La gran manzana en los años setenta, es atractivo y entiendo que te haya gustado. No creo que lo lea, ya sabes, cuestión de prioridades..., pero como siempre me encantó leerte y conocer tu opinión personal
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Marian! Conocía a Patti Smith y sabía algo de ella, pero de Robert nada de nada. Con este libro he descubierto a dos personas apasionantes y muy especiales que me han conmovido. No descarto leer otros libros escritos por Smith ;)

      ¡Un beso y gracias por pasarte!

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares