Hermana muerte, de William Gay
¡Hola, chic@s! La
reseña de hoy está protagonizada por Hermana
muerte, de William Gay, una novela que descubrí por casualidad gracias a mi
amiga Ana (del canal literario Ana Libronauta, por si le queréis echar un ojo).
Fue saber de ella y lanzarme a comprarla porque reúne muchos elementos que me
encantan, así que sin más demora, ¡vamos a por la review!
Hermana
muerte nos presenta a David Binder, un escritor que
necesita inspiración para su nuevo trabajo literario. Binder siempre ha sentido
un gran interés por lo sobrenatural y un buen día se topa con un libro que
habla de la maldición de la casa Beale, una
historia de fantasmas que forma parte del folclore estadounidense. Parece que el
destino está llamando a su puerta porque Binder cree que es el elegido para
escribir una historia inspirada en esta leyenda, así que ni corto ni perezoso
decide alquilar, junto a su mujer y su hija, la propiedad Beale y en ella
escribirá esa ansiada novela que le hará salir de su bloqueo. No obstante, hay
historias que nunca se tendrían que tocar porque no sabemos las consecuencias
que estas podrían desencadenar, y este libro nos lo demuestra muy bien.
La historia de
fantasmas que vamos a encontrar en Hermana
muerte está inspirada en La Bruja de
Bell, un evento real de carácter sobrenatural que tiene el privilegio, por
llamarlo de alguna manera, de ser el primer caso documentado en Estados Unidos en
el que se afirma que un ente fue el responsable de la muerte de un ser humano.
Este suceso tuvo lugar en el Tennessee del siglo XIX y muchos son los rumores que se han instalado alrededor de esta historia. William Gay rescata esta
leyenda y la dota de una trama en la que se mezcla realidad y ficción. En
otras palabras: un ejercicio de metanarración fantástico.
La narración de Hermana muerte se divide en diferentes
líneas temporales que se mueven entre el presente (David y su familia) y el
pasado (en el que podemos presenciar los oscuros sucesos que ocurrieron en la
casa) resultando ser una maniobra estupenda que te permite ir juntando las
piezas de un rompecabezas que mantiene en todo momento un gran halo de
misterio. La gran protagonista del libro es la casa y en ella se puede sentir
la atmósfera malvada, pervertida y sucia que la rodea. El que entra en ella
corre el riesgo de ser absorbido por una propiedad en la que reina la obsesión,
el miedo y la corrupción; y esta depravación por la que pasan sus habitantes me
ha recordado a El resplandor o al
caso real de Amityville.
No conocía a William
Gay hasta la lectura de esta novela, pero antes de empezar oficialmente con la
historia, esta edición tiene una introducción en la que se habla del autor y la
trama que se va a contar, y en ocasiones te da la impresión de que David Binder
es el alter ego de William Gay debido a los puntos que el personaje y el autor
comparten.
Es una novela que te
atrapa, el primer capítulo es impactante,
pero hay un punto que no me ha gustado y este se centra en la trama de Binder,
ya que para mí no está acabada. Hay historias que tienen finales abiertos que te dejan satisfecha, pero en este caso se
trata de una historia inconclusa, o por lo menos yo lo veo así, y me da mucha
rabia porque el libro es genial. Por lo tanto, este es mi único pero para Hermana muerte.
Mi primera novela de
William Gay ha sido una auténtica gozada, quitando el final de la trama de David
Binder, porque su autor crea una historia de fantasmas oscura y muy atractiva
en la que, además, se permite tocar temas bastante controvertidos. Por último,
debemos recordar que está inspirada en un caso real, por lo tanto, la emoción
es mayor. Os la recomiendo encarecidamente.
¡Hasta la próxima!
Página de Facebook: El blog perdido de Laura
Instagram: laura_lamiel
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