Adolescence (2025)
Fuente: Netflix |
Una adolescente llamada
Katie es asesinada y el principal sospechoso es Jamie, un compañero de
instituto de 13 años. ¿Realmente un niño de esta edad puede ser el autor de un
acto tan atroz?
¡Hola, chic@s! La
introducción que acabáis de leer es la premisa inicial de Adolescence, la miniserie de 4 episodios que ha causado sensación
entre público y crítica. Sin embargo, no os dejéis llevar por esta idea porque
no estamos ante la típica serie policíaca, ya que el asesinato es el
desencadenante perfecto para exponer los temas que la historia realmente quiere
tratar.
Adolescence
está
compuesta por 4 episodios que están rodados íntegramente en plano secuencia (en
otras palabras: usando una única toma y sin cortes ni edición de por medio), lo
cual otorga una gran sensación de realismo, cercanía e impacto emocional a la
trama. A mí personalmente me ha gustado mucho porque le ha dado al relato un toque de lo más teatral y directo.
La serie de Netflix usa
el crimen de Katie para que nos podamos adentrar en el mundo de la Manosfera, que son esos espacios
virtuales que crean contenido misógino y que, por desgracia, cada vez tienen
más adeptos. Todo el mundo puede acceder a ellos, ¿pero qué ocurre cuando su
público es un adolescente de 13 años? A partir de aquí, la serie empieza a
desgranar una lacra cotidiana que está en auge y que parece no tener fin. No obstante, Adolescence
también pone su foco en otros temas, es imposible definir la serie con uno
solo, y en ella podemos ver, por ejemplo, la desconexión emocional que los
jóvenes padecen debido al uso excesivo del móvil y las redes sociales,
el fracaso de los padres en la educación de sus hijos, el bullying en los
centros educativos, la pérdida de poder y autoridad del profesorado, el duelo
de los progenitores al descubrir que su hijo se convierte en un extraño o, como bien he dicho al principio de este párrafo, el
contenido que los adolescentes consumen hoy en día y que les lleva a ejercer un
tipo de masculinidad tóxica que les hace creer que pueden acceder al cuerpo de
la mujer como si de un objeto se tratara. Todo esto conforma un retrato
desgarrador que, tristemente, es muy reconocible.
Por otro lado, las
interpretaciones de los actores son de lo más realistas y humanas. Todas ellas
son excelentes, pero sinceramente me quedo con el episodio 3 porque en él tenemos
una entrevista de lo más reveladora entre Jamie y Briony, su psicóloga. Owen
Cooper y Erin Doherty son los encargados de protagonizar este capítulo y en él
podemos ver un tour de force en toda
regla. El personaje de Doherty está en un estado constante de alarma y tensión
que logra transmitir al espectador y que hará que no lo pasemos nada bien.
Adolescence
es
una historia cruda que impacta porque trata temas que ves en tu día a día y que
incomodan porque son de lo más reconocibles. La misoginia que rodea a la
historia es el punto que más puede llamar nuestra atención, pero no debemos
olvidar los otros temas que he mencionado un poco más arriba y que nos indican
que, como sociedad, estamos en un declive que parece no tener freno. Es una
serie que te invita a la reflexión, no hay duda de ello, así que si la habéis
visto me encantaría conocer vuestras opiniones.
¡Hasta la próxima!
¡Hola Laura!
ResponderEliminarsí la he visto, sí y me gusto mucho. Concuerdo con todo lo que dices sobre esta maravillosa serie cuya base es la Manosfera y todo lo que rodea ese ambiente. La verdad es que el argumento sabe reflejar muy bien como son las cosas hoy en día sobre todo con los adolescentes, la influencia de las redes, el tema de los profesores que a veces no se enteran o no quieren enterrase de lo que sucede a su alrededor y esos padres que flipan con lo que puede o no haber hecho su hijo, la verdad que debe ser muy duro para ellos.
Los diálogos con la psicóloga son buenísimos, tienen mucha chicha, quizás lo mejor de la serie.
En fin, que merece mucho la pena verla, como bien dices y nos explicas
Besos!
¡Hola, Marian!
EliminarA mí lo que más me impactó, bueno toda la serie lo hizo, fue el fiel reflejo de lo que se vive hoy en las aulas. Por desgracia, el respeto al profesor se ha perdido y los alumnos hacen y deshacen a sus anchas. Tiene que haber un cambio porque si no hacemos algo, no sé cómo va a acabar la cosa.
¡Un beso!