Frankenstein (2025)

 

Fuente: Netflix, Inc.

¡Hola, chic@s! Esta entrada estaba planificada para la semana pasada, pero un virus me dejó totalmente fuera de juego, así que tras unos días de descanso y recuperación, hoy os traigo mi review de Frankenstein, la nueva y esperadísima película de Guillermo del Toro.

El film de del Toro adapta el clásico homónimo de Mary Shelley, todo un referente del género gótico y romántico, y su estreno ha provocado muchos debates. ¿Es una buena película? ¿Consigue capturar el espíritu de la novela? Esta adaptación ha modificado algunas cosas con respecto al libro, pero personalmente me ha encantado. Su duración supera las dos horas, pero a mí se me pasaron volando. Fue un deleite de principio a fin, y aquí os traigo mis impresiones al respecto.

 

Una obra de arte

Si os digo que no pude apartar la vista de la pantalla durante las más de 2 horas de duración, creedme, no os estoy mintiendo. Guillermo del Toro cuenta con una fotografía, diseño de producción y vestuario sublimes, y es como si estuvieras viendo un cuadro en movimiento. No te quieres perder ningún detalle, y la historia está rodeada de una belleza gótica y de una atmósfera trágica y épica que consiguen cautivar al espectador. Es una obra de arte que debéis ver, ya que las palabras no le hacen justicia. Personalmente, mis escenas favoritas son las que transcurren en el Polo Norte (en especial la que abre la película) y también la escena de la universidad en la que Víctor demuestra a sus colegas que es posible engañar a la muerte.

Estructura

La película está muy bien estructurada y esta se divide en tres partes que están conformadas por el prólogo, la historia de Víctor y la historia de la Criatura, y cada inicio cuenta con una breve presentación que nos adelanta en qué punto de la historia nos encontramos. La novela de Mary Shelley nos muestra las dos caras de un mismo relato, ya que está narrado desde los puntos de vista de Víctor y la Criatura, y me ha gustado que este espíritu no se pierda en la película porque así tenemos una perspectiva mucho más amplia y objetiva de lo que ha ocurrido.


Fuente: Netflix, Inc.

El reparto

El reparto de esta película está encabezado por Oscar Isaac (Víctor Frankenstein) y Jacob Elordi (la Criatura) y ambos están  de diez. Conocía el trabajo de Isaac, pero no el de Elordi, y su versión del monstruo ha sido conmovedora (aunque de esto hablaré en otro apartado). Por cierto, Jacob Elordi cierra 2025 dando vida a un personaje que es un icono universal, pero abrirá 2026 con otro que no se queda atrás: el portentoso Heathcliff de Cumbres Borrascosas. Por otro lado, los secundarios también están muy bien y todos son parte de una historia en la que la tragedia y la esperanza siempre van de la mano. Personalmente, me quedo con la Elizabeth de Mia Goth, ya que en la película tiene un papel mucho más activo y desafiante que el que se muestra en la novela. 

Temas

La novela de Mary Shelley es mastodóntica porque presenta unas reflexiones filosóficas muy interesantes que te dejan con un constante debate interno. Temas como el afán del ser humano a jugar a ser Dios, el orgullo, el límite de la moral y la ciencia o el dolor de la soledad están presentes tanto en la novela como en la película, pero reconozco que en esta última no hay tanta complejidad como en la obra de Shelley, así que este punto me lleva al último apartado de esta review que se centra en…


Fuente: Netflix, Inc.

Víctor y la Criatura

Uno de los puntos fuertes de la novela de Shelley se encuentra en la dualidad de Víctor y la Criatura. El primero no es una mala persona, al contrario, pero su hazaña despierta sus demonios internos y a partir de aquí su lucha y sufrimiento serán interminables. En el caso de la Criatura ocurre más o menos lo mismo, ya que a él le toca un viaje que no ha escogido y debe encarar todos los obstáculos que el mundo le pone en su camino. ¿Un monstruo nace o se hace? En el caso de la película esta dualidad no está presente porque Víctor es presentado como un villano. El protagonista pierde a su madre siendo muy joven (Shelley perdió también a su progenitora, Mary Wollstonecraft, cuando solo tenía unos pocos días de vida) y esto hace que se rompa por dentro. A partir de aquí, veremos a un hombre narcisista, que se cree el centro del universo, y que está bastante deshumanizado. En el caso de la Criatura, ocurre todo lo contrario. Guillermo del Toro es un amante de los monstruos, siempre está ahí para entenderlos, y en esta ocasión el cineasta se centra solamente en la parte buena de la Criatura, así que ambos protagonistas pierden, en este sentido, esa complejidad que los hacía tan extraordinarios. Lo que sí me ha gustado mucho es cómo la película toca el tema de la paternidad, ya que el padre de Frankenstein no es un buen referente para Víctor, pero en este caso la manzana no cae lejos del árbol, y cuando Frankenstein se convierte en una figura paterna para la Criatura, su actitud hacia ella no es buena. Por lo tanto, la historia se repite y parece que nunca aprendemos de los errores del pasado.

Frankenstein es una adaptación que me ha encantado. Es cierto que la complejidad de los dos protagonistas principales se pierde un poco, pero aun así presenta temas que invitan a la reflexión. Se muestra lo mejor y lo peor del ser humano, y de lo extraordinarios que podríamos llegar a ser si la avaricia y la sed de poder no nos corrompieran por dentro. Por último, y como he dicho al principio de la review, esta película es una joya visual y es muy difícil apartar los ojos de ella. Tristemente solo la pude ver en Netflix porque su estreno en cines ha sido muy limitado, pero si tenéis la oportunidad de verla en pantalla grande, hacedlo, porque tiene que ser toda una experiencia.

¡Hasta la próxima! 

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