Fuente: IMDB
¡Hola, chic@s! Esta semana
se han cumplido 30 años del estreno de Solo en casa, la mítica película
que nos dio a conocer a Kevin McCallister, y que catapultó a Macaulay Culkin al
más absoluto estrellato. Han pasado 3 décadas desde su estreno, pero el encanto
del pequeño Kevin no sólo conquistó a los niños de los ochenta y los noventa,
sino también a aquellos que vinieron después. Es un pequeño clásico que parece
no envejecer, pero que hoy en día no se podría haber hecho debido a todos los
avances tecnológicos que hay a nuestro alrededor. No obstante, la aventura de
Kevin podría haber sido mucho más corta en 1990 si este se hubiera dignado a
avisar a la policía de su estado; sin embargo, se lo perdonamos porque si lo hubiese
hecho la película no existiría como tal.
El éxito de Kevin se basa en que el pequeño vive la fantasía de todo niño, y esta es la de disfrutar de una absoluta
libertad y no tener a tus padres controlándote en todo momento. Gracias a esto
puedes comer lo que quieras, ver las películas que te habían prohibido y hacer todas
las trastadas que tenías pensadas desde hacía tiempo. A pesar de esto, la
película contiene un mensaje muy potente que cuando somos pequeños no vemos y
que a medida que vamos creciendo empezamos a intuir: la soledad. Los días van
pasando y el protagonista empieza a echar de menos la protección y el amor de
sus padres y hermanos, aunque a veces no puedan ni verse. Kevin podría
representar perfectamente el dicho de uno no sabe lo que tiene hasta que lo
pierde. ¡Y qué gran verdad! Solo en casa puede ser vista como una
simple comedia, pero hoy en día puede tener un significado mucho más especial
debido al año que estamos viviendo. Kevin vive y disfruta de su propio y particular retiro hasta que la nostalgia y la soledad se apoderan de él y empieza a valorar lo
que no tiene. Este 2020 ha supuesto un giro radical para todos nosotros y
debido a esto hemos empezado a apreciar las pequeñas cosas que antes pensábamos
que no tenían importancia y que ahora ansiamos volver a vivir. Kevin nos
representa un poco en este sentido y ahora somos conscientes de nuestra absoluta
ignorancia al no habernos dado cuenta de la suerte que teníamos.
Solo en casa es
una película que me recuerda mucho a mi infancia y siempre que tengo la oportunidad
de verla no me la pierdo ya que es como hacer un viaje a través del tiempo.
Llevo varios días pensando en volver a verla y es muy curioso como una película
puede adquirir un nuevo significado dependiendo del momento en el que te
encuentres. Kevin nos regaló momentazos irrepetibles y que ya son historia del
cine, pero ya que estoy escribiendo estas líneas quiero reivindicar su secuela:
Solo en casa 2: Perdido en Nueva York, otra obra maestra de Culkin (y
que incluso diría que me gusta más que la primera). No sabéis lo que disfruté visitando
sus localizaciones cuando viajé a la Gran Manzana.
¿Os gusta Solo en casa?
¡Hasta la próxima!
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