Mes de la Mujer: Las cinco mujeres, de Hallie Rubenhold
¡Hola, chic@s! La primera
entrega del especial Marzo: Mes de la Mujer, está protagonizada por Las
cinco mujeres, de la historiadora Hallie Rubenhold, un libro que nos
descubre quiénes fueron las cinco víctimas canónicas del infame Jack el Destripador.
Siempre que hablamos de los ya míticos crímenes de Whitechapel, nos solemos enfocar
en la figura del Destripador debido al suspense que lo rodea. Posiblemente
estamos ante el primer asesino en serie de la historia, o al menos al que se le
catalogó como tal, y estos asesinatos propagaron un terror mediático y social tan
brutal entre la población, que hizo que muchos se negaran a salir de sus casas
por miedo a toparse con la bestia que merodeaba por sus calles. Es un relato
que todos conocemos a la perfección y cuando hablamos de las víctimas siempre repetimos
las mismas palabras: eran prostitutas. Cuando pronunciamos la palabra prostituta
automáticamente metemos en un mismo saco a las mujeres que la ejercen y la
imagen que tenemos de ellas no es positiva. Son criaturas de la calle y están
rodeadas de miseria y malos hábitos. No merecen nuestro respeto y atención y a
todas las vemos con los mismos ojos. Por lo tanto, sufren una completa despersonalización
y pierden toda su humanidad, pero detrás de esta imagen estereotipada se
esconden miles de vidas llenas de historias que permanecen en silencio porque la
sociedad no las considera importantes. Puede que nos sepamos al dedillo la
historia de Jack el Destripador, ¿pero qué sabemos de sus víctimas? Ya os lo diré
yo: prácticamente nada. Estas mujeres fueron asesinadas en la oscuridad de la
noche y cuando narramos estos crímenes hacemos lo mismo: pasamos por encima de
ellas y las dejamos en la oscuridad porque el que realmente nos interesa es
Jack. Sin embargo, el libro que os traigo hoy le da la vuelta a la historia y el
protagonismo lo toman Polly, Annie, Elizabeth, Catherine y Mary Jane; cinco
mujeres con vidas muy duras que por fin alzan la voz para explicarnos quiénes eran.
El libro de Rubenhold tiene
tras él un arduo trabajo de documentación e investigación y gracias a esto tenemos
un relato muy completo, cercano y humano de las vidas y personalidades de las
protagonistas. No obstante, la autora también nos hace un retrato de la época y
de los escasos derechos que las mujeres poseían. Ser una mujer pobre en el
siglo XIX no era nada fácil ya que era un presagio de una vida llena de sufrimiento
y penurias, así que muchas intentaban subsistir de cualquier manera; sin embargo,
esto no significa que se entregaran directamente a la prostitución, a pesar de
que muchos lo creyeran así. Esto es lo que ocurrió con Polly, Annie, Elizabeth,
Catherine y Mary Jane, y su cosificación y deshumanización se vieron acentuadas cuando la prensa de la época decidió no investigar sus vidas y etiquetarlas automáticamente
como prostitutas por el simple hecho de tener una vida con pocos recursos (Mary
Jane ejerció la prostitución y de Elizabeth hay indicios, pero de Polly, Annie y
Kate no existe ninguna prueba que respalde esta teoría). Esta decisión, como he
dicho anteriormente, hizo que las víctimas quedaran despersonalizadas y,
desgraciadamente, esta imagen ha llegado intacta hasta nuestros días. Por otro
lado, tenemos la presencia del asesino, una figura que con el paso de los años
ha ido adquiriendo múltiples identidades y personalidades, y que ha sido usada
como advertencia de lo que le puede ocurrir a una mujer si ésta decide
desviarse del camino que ha sido escogido para ella:
Insistir en que Jack el Destripador mataba a prostitutas también convierte la historia en una siniestra serie de crímenes más interesantes. Como ocurrió en el siglo XIX, la idea de que las víctimas eran “solo prostitutas” trata de perpetuar la creencia de que hay mujeres buenas y malas; madonas y putas. Subyace la idea de que hay un estándar aceptable de conducta femenina y que hay que castigar a las que se desvían de él. (…) Cuando una mujer se sale del camino recto y contraviene la norma femenina, sea donde sea, parece haber un acuerdo tácito sobre que alguien tiene que ponerla en su sitio. (…) En el fondo, la historia de Jack el Destripador es de un odio profundo y permanente hacia las mujeres; nuestra obsesión cultural con la mitología solo sirve para normalizar esta particular clase de misoginia.
Fuente: History.com Las cinco mujeres es
una obra fascinante que me ha conmovido mucho ya que gracias a ella he visto a Polly,
Annie, Elizabeth, Catherine y Mary Jane en su faceta de hijas, hermanas,
esposas y madres. Finalmente se han convertido en personas de carne y hueso y
he sido testigo de sus virtudes y también defectos. El paso del tiempo ha hecho
que estos crímenes hayan adquirido la categoría de mito, incluso hemos llegado
a romantizar al asesino, pero esta lectura nos devuelve a la vida real para que
nos demos cuenta de que el famoso e icónico asesino sofisticado que vestía, en
teoría, una capa y una chistera era en realidad un psicópata sin escrúpulos que
asesinó sin piedad a cinco mujeres que tuvieron la desgracia de cruzarse en su
camino. Personalmente, pienso que la lectura de este libro es muy necesaria ya
que por fin pone a las protagonistas en el lugar que les corresponde y consiguen una cosa que durante casi 133 años se les ha negado: sus voces. ¡Hasta la próxima!
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¡Hola Laura! Me parece maravilloso que se hagan libros así, recalcando las vidas de las víctimas de este asesino en serie al que nunca se descubrió. La verdad es que todo lo relacionado con él nos atrae mucho, a mi en particular me parece fascinante y eso de que se meta a todas las mujeres en el mismo saco, me da mucha rabia, así como el hecho de que las elegidas fueran mujeres rodeadas de pobreza, sin medios, las más asequibles para este "Destripador"
ResponderEliminarEn fin, genial tu reseña y seguiré muy pendiente de tu particular homenaje a las mujeres
Besos
¡Hola, Marian! La historia de los crímenes de Jack el Destripador contiene numerosos puntos que son muy interesantes de analizar. Es cierto que siempre se ha destacado su figura y las víctimas han pasado a ser prácticamente invisibles (un aspecto bastante simbólico) y creo que ya iba siendo hora de explicar la historia de estas mujeres. Es curioso que este individuo (o quien fuera), del que no sabemos nada, tenga un montón de historia detrás y de las víctimas, que hay documentos donde poder investigar, no se haya dicho nada.
EliminarEs una historia que siempre contaremos y de la que siempre sacaremos algo nuevo. Su mitología va creciendo y variando con el paso del tiempo. Un mito en toda regla que se va adaptando a los tiempos.
¡Un beso!
Hallie Rubenhold no propone que todas las víctimas canónicas no hubiersen ejercido el meretricio al tiempo de ser asesinadas en el año 1888 en el villorrio de Whitechapel, este de Londres, pero sí postula que tres de aquellas infortunadas féminas nunca fueron prostitutas, y también asegura, contradiciendo las pruebas forenses y testimonios registrados en encuestas judiciales, que su asesino las ultimó mientras dormìan en las calles.
ResponderEliminarLa teorìa de Hallie Rubelford no tiene fundamento.Si víctimas de Jack the Ripper, como sucedió en el caso de Catherine Eddowes y de Elizabeth Stride, verdaderamente hubiesen sido eliminadas cuando yacían acostadas durmiendo, habría que descartar testimonios que parecerían irrefutables, pues quedó constancia de ellos en las encuestas judiciales y en artículos periodísticos que dieron cuenta de haberse observado a estas mujeres, mientras estaban -obviamente- despiertas, dialogando con diversas personas, o siendo agredidas, instantes previos a ocurrir sus decesos.
ResponderEliminarMuchas gracias por sus aportaciones, Gabriel.
EliminarUn saludo,
Laura