Miércoles (Temporada 1)

 

Fuente: Netflix

¡Hola, chic@s! Lo sé, llego tarde, muy tarde, pero por fin he visto Miércoles, la nueva serie de Netflix protagonizada por la hija mayor de los Addams, y que me ha gustado más de lo que me esperaba. No sé vosotros, pero en mi caso, cuando se menciona el nombre de Miércoles, la primera persona que aparece en mi cabeza es Christina Ricci, la actriz que se encargó de darle vida en las dos películas de los 90. Siempre he sido muy fan de los Addams debido a su humor negro y su mala leche, y cuando aparece una nueva encarnación me pongo a temblar por si no está a la altura, pero por suerte este no ha sido el caso. Ni mucho menos.

La primera temporada de Miércoles se compone de 8 capítulos y estos están protagonizados, cómo no, por Miércoles, la maravillosamente macabra primogénita de los Addams, una adolescente que, y esto no es ninguna sorpresa, es bastante problemática. Entre sus hobbies se encuentra la tortura, la exhumación y otras actividades que espero que ningún lector y ninguna lectora del blog ponga en práctica. Su oscura y sádica personalidad no es plato de buen gusto para nadie, para los Addams ya es otra cosa, y un buen día la joven Miércoles se mete en un lío de los grandes, cuando unos matones de su instituto se meten con su hermano, y ella sin pensárselo dos veces decide contraatacar usando unas dulces e inofensivas pirañas. Este hecho hará que sus padres la lleven a la academia Nunca Más, un lugar para marginados en el que veremos sirenas, gárgolas y hombres / mujeres lobo. Todo muy normal, vaya. La estancia no parece muy prometedora, pero la academia verá que una bestia sobrenatural empieza a atacar a sus alrededores y la joven Miércoles, con un instinto detectivesco de lo más afilado, no parará hasta averiguar quién o qué es ese monstruo que se esconde en las sombras.

Primero de todo quiero decir que Miércoles es una serie de lo más entretenida. Tu curiosidad no decae en ningún momento y te tiene haciendo cábalas todo el rato sobre quién puede ser ese monstruo. Ha sido un puzle maravilloso que se pasa volando, pero no solo el misterio es el gran aliciente de esta historia, sino también sus personajes, su humor, su estética y una mitología que no ha hecho más que mostrar la punta del iceberg.

Si empezamos con los personajes, el primero que debe ser nombrado es Miércoles, la gran protagonista de esta historia, un personaje que siempre había contado con el cariño del público, y que aquí se convierte en la estrella absoluta (o ella preferiría más bien el nubarrón) de la obra. Jenna Ortega es la encargada de darle vida y lo ha hecho genial. La sombra de Ricci es alargada, pero Ortega ha hecho suyo al personaje con una seguridad aplastante y creando una identidad propia y no cabe duda, de hecho ya es una realidad, que su interpretación se ha convertido en un referente para las nuevas generaciones. Por otro lado, la actriz no está sola en esta aventura, ya que está acompañada por un elenco maravilloso, entre los que se encuentran Gwendoline Christie, Christina Ricci y Catherine Zeta-Jones, y que es igual de carismático que su protagonista. Todos los personajes son muy diferentes entre sí y cuentan con un gran potencial, y tengo muchas ganas de ver su evolución, ya que todos ellos son potenciales candidatos de grandes historias.

Por otro lado, el humor que caracteriza a los Addams siempre está ahí, y es una absoluta delicia, pero también me gustaría destacar la atmósfera gótica, lúgubre y victoriana que envuelve a la historia y que no hace más que aumentar su halo sobrenatural y misterioso. Se nota la mano de Tim Burton en los episodios que ha dirigido y precisamente me gustaría hablar de este punto, ya que desde un principio se ha dicho que Miércoles es una serie del director de Eduardo Manostijeras, pero esto no es del todo cierto. Es verdad que Burton ha dirigido los primeros 4 episodios, y también figura como productor, pero los creadores de la serie son Alfred Gough y Miles Millar. Muchos os preguntaréis quiénes son, pero para mí Gough y Millar son unos viejos conocidos, ya que fueron los creadores de la emblemática Smallville, la serie que mostró las hazañas de Clark Kent antes de convertirse en Superman. Gough y Millar son parte de mi adolescencia y me ha alegrado mucho toparme otra vez con ellos y comprobar que siguen en plena forma. Por lo tanto, ya sabemos que Tim Burton es un gran reclamo, y no se puede negar que su estilo impregna toda la serie, pero estaría bien darle crédito a Gough y Millar, ya que ellos son los que han traído de vuelta a Miércoles.

Por último, unas líneas más arriba he comentado que la serie tenía una mitología de la que estábamos empezando a ver la punta del iceberg; pues bien, Gough y Millar son especialistas en reescribir mitologías (recordad que vi Smallville y esta cuenta con 10 temporadas, aunque ambos creadores no estuvieron presentes en las 3 últimas); por lo tanto, si lo hacen bien, la historia del universo de Miércoles puede ser enorme.

En conclusión, Miércoles ha sido una delicia de principio a fin. Todo el mundo me la llevaba recomendando desde que se estrenó, pero yo les daba largas porque el trabajo me absorbía por completo, pero durante las vacaciones le he dado una oportunidad y es una serie que se puede ver perfectamente del tirón. Su protagonista es una maravilla andante y sus amigos, aunque ella no los vea como tal, no se quedan atrás. La serie está llena de guiños al universo de los Addams y consigue mezclar humor y misterio a la perfección, pero mi parte favorita es cuando Miércoles vuelve a verse las caras con los peregrinos (algo que vimos en la segunda película de los 90) y vuelve a soltar perlas por esa boquita que tiene. Muchos han comparado la serie con Harry Potter, pero a mí la dinámica me recuerda más a Scooby-Doo y Nancy Drew. Lo dicho: Miércoles me ha encantado, ya que pone en el foco a uno de los personajes más carismáticos de esta lúgubre familia, y su actriz, Jenna Ortega, ha entendido al personaje a la perfección. ¿Se llevará el Globo de Oro?

¡Hasta la próxima!

 

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