Aladdín, el musical de Broadway



¡Hola, chic@s! Siempre, desde que era una niña, he leído, visto y soñado sobre Nueva York. La famosísima Gran Manzana ha sido escenario de diferentes historias y cuando aterricé en ella un sentimiento de familiaridad se apoderó de mí. Durante 12 días visitamos muchísimos sitios, próximamente os traeré una entrada enfocada en el cine y la televisión, y uno de ellos fue Broadway. Los musicales neoyorquinos suelen tener un coste elevado, así que miramos los que eran más asequibles para nuestros bolsillos y encontramos uno perfecto: Aladdín. El clásico de Disney lleva arrasando en las tablas durante los últimos años y la verdad es que salimos encantadas de él porque lo que vimos fue puro espectáculo. La magia existe, ¡y está en Broadway!

Esta versión de Aladdín tiene algunos cambios con respecto a la historia original ya que hay algún que otro tema musical nuevo. Por otro lado Abu no está incluido en ella, y para paliar esta ausencia, nuevos personajes son añadidos a la trama. Por último, la parte en la que Jafar se hace con el control del Genio queda prácticamente anulada. A pesar de estos recortes es un musical que se disfruta al 100%, porque como os he dicho previamente, es puro espectáculo. Todo es muy dinámico y los actores están en plena forma ya que, sin apenas darse un respiro, nos ofrecen unos números musicales espectaculares llenos de ritmo y color.

Días antes de presenciar el musical, amigos que ya habían estado allí, nos dijeron que nos encantaría, pero sobre todo había alguien al que se le tenía que prestar mucha atención: el Genio. El personaje original ya es más que notable y su versión teatral le rinde un gran homenaje a través de una interpretación llena de (mucha) energía, carisma, simpatía y con un punto de travesura absolutamente adorable. Todas sus apariciones despertaron las risas y los aplausos de todos los que estábamos allí.

Otro punto a tener en cuenta, y del que también me avisaron, fue el de la alfombra mágica. Teníamos muchas preguntas acerca de cómo iban a enfocar las escenas en las que dicho personaje volador aparece, pero lo que vimos allí superó totalmente nuestras expectativas. Lo que vimos delante de nosotros fue, literalmente, una alfombra volando. Todos nos quedamos con la boca abierta porque la alfombra se desplazó por todo el escenario, y sin contarse un pelo, con sus dos protagonistas encima y no había manera de descubrir el truco. Me quedé totalmente maravillada y entusiasmada por lo que estaba viendo. Fue una experiencia inolvidable.

Para acabar, Aladdín es un espectáculo muy ameno que se te pasará en un suspiro y no da tiempo para el aburrimiento. ¡Nos quedamos con ganas de más! La música, los actores, la ambientación, la escenografía, ¡todo!, se apodera de ti y dejas el teatro con una gran sonrisa en la boca. Así que si algún día vais a Nueva York y tenéis la oportunidad de ir a Broadway, ¡hacedlo!, es una experiencia única donde todo, absolutamente todo, es posible.

¡Hasta la próxima!

Si queréis acceder a mi página de Facebook, haced click aquí
Instagram: laura_lamiel

Fotografía: Aladdin the musical

Comentarios

Entradas populares