Jojo Rabbit (2019)

¡Hola, chic@s! Hoy, toca una nueva ración de películas nominadas a los Oscar 2020 y esta semana la elegida es Jojo Rabbit, de Taika Waititi. Si hace unas semanas os hablaba de los horrores de la Primera Guerra Mundial a través de 1917, hoy le toca el turno a su triste sucesora, pero esta vez el retrato que se hace de ella tiene un toque de lo más pintoresco e histriónico ya que el narrador es un niño de 10 años conocido como Jojo Rabbit.

Jojo es un niño que forma parte de las juventudes Hitlerianas y siente una gran admiración por su líder, Adolf Hitler, al que además tiene como amigo imaginario. La idealización que hace de la figura del dictador es total y apoya todo lo que representa el régimen; sin embargo, su mundo perfecto se empieza a desmoronar cuando descubre que su madre esconde a una adolescente judía en casa. Este suceso será el detonante del despertar del pequeño y esto le ayudará a deshacerse de su arraigado nacionalismo para empezar a tener sus propias ideas y ver el mundo de una manera mucho más abierta y generosa.

Si leemos estas palabras pensamos que estamos ante una película dramática, y aunque su trasfondo sea este, la historia está contada de manera delirante y con un sentido del humor satírico (en algunos momentos me recordó al de los Monty Python) que sirve para parodiar uno de los episodios más tristes de nuestra historia más reciente: el nazismo. Esto ocurre porque, como he dicho anteriormente, nuestro protagonista es un niño y los más pequeños suelen tener una locura e inocencia que los adultos dejamos atrás hace mucho tiempo. Esta estrategia es interesante ya que nos ayuda a ver este conflicto a través de un soplo de aire fresco, aunque de esto ya fuimos testigos con la inolvidable La vida es bella. Cuando la película empieza pensamos que vamos a ver una comedia gamberra, y aunque hay muchos momentos de este tipo, poco a poco este hechizo se va rompiendo cuando los horrores de la guerra empiezan a reclamar su lugar y gracias a esto la historia va ganando en profundidad y emotividad. El humor y la tragedia están conectados en todo momento y no puedes evitar sonreír o reír en una escena para pasar a emocionarte en la siguiente.

Si le echamos un vistazo a los actores, todos están maravillosos. Son excéntricos y muy especiales, y algunos de ellos, al final, muestran el corazón que tenían escondido. El reparto es impecable, pero me gustaría destacar a Roman Griffin Davis como Jojo. A pesar de su juventud el joven actor carga prácticamente con toda la película él solo y lo hace de manera excelente mostrando diferentes rasgos de un personaje que no puedes evitar querer desde el primer minuto debido a la ingenuidad que tiene. Esto también ocurre con Archie Yates, que interpreta a Yorki, el divertido y despreocupado amigo de nuestro protagonista.

A pesar del tono caricaturesco de la cinta, Jojo Rabbit cuenta la terrible historia real de aquellos niños que fueron adoctrinados durante la Segunda Guerra Mundial. Al principio el reclutamiento era voluntario para posteriormente convertirse en un deber obligatorio, ya que el interés era convertir a los más pequeños en unas auténticas máquinas de matar. Estos no tenían libertad para pensar por ellos mismos y si se negaban eran enviados a campos de reeducación y sus progenitores podían acabar entre rejas. Seguramente un niño como Jojo no hubiese sobrevivido a esta etapa debido al despertar que experimenta y cómo este le ayuda a tomar las riendas de su vida dejando atrás sus prejuicios. Por lo tanto, nuestro pequeño protagonista se convierte en el héroe de esta historia al representar la esperanza de un mundo mejor y también por dar voz a todos aquellos que, sin quererlo, se vieron arrastrados a un mundo cruel del que muchos no lograron escapar.

¡Hasta la próxima!

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Fotografías: Rock and Films y Fox Searchlight