The Sandman: Primera temporada (2022)

 

Fuente: Netflix

¡Hola, chic@s! El pasado mes de agosto llegó a Netflix The Sandman, la adaptación para la pequeña pantalla de la serie homónima de cómics creada por Neil Gaiman, y que para muchos es su obra maestra. No he leído las historias, pero sabía de su existencia y de los muchos problemas que ha arrastrado durante años para poder ser adaptada debido a su complejidad (tan solo os diré que en los 90 Michael Jackson quiso interpretar al protagonista, así que esto ya viene de lejos).

The Sandman sigue las andanzas de Morfeo/ Sueño, la personificación de, efectivamente, esas imágenes que cobran vida una vez cerramos los ojos. Un día el protagonista es capturado por error por Roderick Burgess (Charles Dance), que en realidad buscaba a Muerte para que esta pudiera revivir a su primogénito. A pesar de no conseguir su objetivo, Burgess decide encerrar a Morfeo, además de hacerse con los bártulos que le otorgan poder. Tras un siglo de cautiverio, sí habéis leído bien, Morfeo consigue liberarse y lo primero que hará es ir en busca de sus bártulos para volver a ser el que era. Su viaje será interesante, ya que, entre otras cosas, junto a él realizaremos un recorrido por diferentes mundos en los que conoceremos historias y personajes de lo más histriónicos.

Muchos me comentaron que debía ver esta serie porque era de mi estilo, así que les hice caso y tras 5 minutos ya sé por qué me lo habían dicho: mi flechazo con el protagonista fue total y absoluto. No obstante, lo bueno es que el personaje principal no fue el único responsable de este flechazo, ya que la historia y los demás personajes que la integran también tuvieron un gran efecto en mí.

Se podría decir que The Sandman abarca diferentes géneros que pasan por el mito, la leyenda, la fantasía y el drama. Por lo tanto, no le haría justicia adjudicarle un solo calificativo. La serie se compone de 11 capítulos de unos 50 minutos de duración y la verdad es que se me hicieron cortos. Era acabar un episodio y querer empezar el siguiente. Fue una adicción total y cuando esto ocurre es una maravilla.

Por otro lado, la evolución de la trama me ha sorprendido, ya que me esperaba un único arco narrativo, pero en cambio ha habido dos. El primero se desarrolla durante los primeros 5 capítulos, luego tenemos el episodio 6 que es una PRECIOSIDAD y, tras esta entrega, tenemos la segunda parte. De modo que hay personajes que pensaba que iban a estar durante toda la temporada y luego no ha sido así. Los dos arcos son muy diferentes entre sí y esto hará que cada espectador tenga su favorito, pero en mi caso he disfrutado ambos por igual. Por cierto, el episodio número 11 está compuesto por dos historias independientes que no están ligadas con la temporada y que fueron un regalo para la audiencia.

En cuanto al apartado de actores/personajes, qué os voy a decir que no hayáis intuido ya: me han encantado. Tom Sturridge es el encargado de personificar a Morfeo y su hermetismo me tuvo fascinada. Además, me gustó ver que, a pesar de ser uno de los héroes de la historia, tiene un lado oscuro que se ha dejado intuir en más de una ocasión. Si le echamos un vistazo a los secundarios, mi favorito es Corintio, una de las pesadillas creadas por Morfeo y que, tras la ausencia de este, decidió integrarse entre los humanos y hacer de las suyas. El encargado de darle vida es el actor Boyd Holbrook y el gran carisma que desprende es más que evidente. Hay personajes/actores que pensaba que iban a tener más peso y tiempo en pantalla (como la personificación de Deseo o Johanna Constantine), pero debido al cambio de tramas no ha sido así; por lo tanto, si hay una segunda temporada espero saber mucho más de ellos.

No he leído los cómics, así que no puedo comparar, pero esta serie me ha fascinado. Los personajes son geniales y únicos y la mitología presentada para personas que, como yo, no son lectores de la obra de Gaiman, me ha dejado con la boca abierta. The Sandman ha sido una sorpresa para mí y me ha confirmado que la gran motivación que tenemos en la vida, y que hace que nos levantemos cada día, son nuestros sueños, porque sin ellos, ¿qué sería de nosotros?

¡Hasta la próxima!

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